▵ʈhɘ fɑmıʟʏ Jɘoɴ Pɑrĸ▵ ĸooĸmıɴ

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—J, ¿etás aburrido? —el canino movió la cola de un lado a otro —yo tamien —afirmó haciendo un puchero— ¿tampoco pueles dolmil? —cuestionó acariciando la cabecita del animal quien volvió a mover su cola de un lado a otro

Ambos se pusieron a jugar con unos peluches, después a adivinar los objetos, a las escondidas en la habitación del pequeño pelinegro. Todo estaba bien hasta que se empezaron a escuchar algunos ruidos extraños.

Como unos quejidos, algo golpeando la pared y como puertas rechinando, Jungwon agarró su peluche de conejito fuertemente junto al collar de J quien levantó sus orejas y cola mirando la puerta de la habitación.

—J, vamo a invetigal— dijo el pelinegro caminando hacía la puerta saliendo de la habitación

Miró a su alrededor y observó todo obscuro, tomó del collar al canino caminando lentamente hacía el piso de abajo.

—¿No vesh nada, J? —cuestionó el menor observando a su alrededor

J olfateaba todo a su paso verificando que podían pasar sin ningún problema, ambos inspeccionaron toda la planta baja de la casa pero aquellos ruidos extraños se seguían escuchando.

—Eshosh ruilos she shigen ecuchano— se quejó el pelinegro siendo jalado por el canino hacía el segundo piso

Ambos caminaron sigilosamente por el pasillo en dirección a la habitación de los mayores, los ruidos extraños se escuchaban más cerca emocionando a los detectives J-Jungwon.

Porque así se hizo nombrar el pequeño pelinegro, detectives J-Jungwon, detectives que resolverán el caso de los ruidos extraños.

Al llegar a la habitación de los mayores, el pelinegro se asomó por debajo de la puerta pero no se veía nada interesante, trató de abrirla pero no alcanzaba, así que J se colocó debajo de la manija haciendo que su hermanito subiera a su espalda para abrir la puerta.

Al hacerlo, ambos sin hacer ruido entraron poco a poco escondiéndose detrás de una silla.

—Kookie~— gimió el (ahora) peli-morado abrazando a su marido —no lo hagas tan brusco, me duele— chilló soltando unas lagrimitas

Jungkook jadeó cuando sintió la estrecha entrada de su amado apretando su falo.

—No llores, cariño— pidió limpiado aquellas gotitas que brotaban de aquellos hermosos ojos que lo miraban con aquel brillo que nunca desvanecía

Jungwon agarró el collar de J para tomar valor y salir de su escondite, suspiró saliendo detrás de la silla junto al canino.

—¡Papi Mimi, no lloles! —gritó el menor corriendo a la cama para abrazar a su progenitor

—¡JUNGWON! —gritaron los mayores tapándose con las sabanas

—¡Papi, Wonnie no quele que lloles! —chilló el menor extendiendo sus bracitos hacia su papi Jimin

—Bebé, no estoy llorando... ¿por qué dices eso? —cuestionó agarrando a su hijo entre sus brazos

Jungkook colocó una sábana sobre el regazo de su esposo y él se colocó un short rápidamente.

—Wonnie y J escuchalon ruilos estaños... etonces invetigamosh y papá Koo hachia llolal a papi Minie— explicó el menor abrazando a su progenitor

Los mayores se voltearon a ver un poco sorprendidos y avergonzados, su pequeño escuchó todo lo que hacían. Poco después ambos soltaron una carcajada confundiendo al menor y al canino.

—No pasó nada grave, pequeño... fue un malentendido— explicó Jeon revolviendo los cabellos de su hijo

—¿Polemosh dolmil con utedes? —cuestionó con un puchero

—Claro, mi bebé— Jimin dejó un besito en la cabecita de su pequeño recostándolo en medio de la cama —duerman, mis pequeños— habló suavemente acariciando la cabecita de J y Jungwon

Pocos minutos después, ambos se durmieron en la norme cama. Jimin y Jungkook se levantaron cuidadosamente para entrar al baño y darse una ducha rápida antes de que sus pequeños despertaran.

—¿No podemos terminar lo que empezamos? —cuestionó el pelinegro tomando las caderas de su amante

—No, tenemos que bañarnos rápido antes de que Jungwonnie se despierte— dijo dándose media vuelta para quedar de frente a su marido

Se besaron tiernamente para terminar de ducharse, Jungkook se repegó al peli-morado haciendo que este sintiera su miembro poniéndose duro nuevamente.

—Mochi— habló con voz ronca en el oído del contrario

—Ni se te ocurra, cochino— se apartó un poco terminando de ducharse

—¡No me dejes así, me va a dar algo! —reprochó el pelinegro apuntando su miembro que poco a poco se iba levantando— ¡me puede dar algún cancer!—

—Báñate con agua helada— se acercó a la ducha cerrando la llave del agua caliente y abriendo más la llave del agua fría

—¡Ahora me va a dar una hipotermia! —reclamó saliendo de un brinco de la ducha

—¡Te estoy ayudando! —reprochó

—¡No es cierto, cierra la llave del agua fría y abre la del agua caliente! —pidió casi de rodillas

—Jungkook-ah, yo no sé cómo le vas a hacer pero cuando regreses a la habitación no quiero que tengas una erección— sentenció saliendo del baño

—No sé cómo puedes llamarme de manera tierna y regañarme— hizo un puchero abriendo ambas llaves para regular el agua —tendré que llamar a manuela— se dijo a sí mismo

La puerta del bañó se abrió nuevamente dejando ver aquella carita hermosa de su esposo.

—Sin manuela— ordenó saliendo nuevamente del baño

—¡Jimin-shi! —gritó fingiendo molestia, cerró la llave del agua caliente y abrió más la llave del agua fría— ¡si me da una hipotermia, una neumonía o algo por el estilo es tu culpa! —gritó titiritando de frío 

Pobre del Jonguc

4/8