La existencia se basa en vivir entre suspiros y sonrisas

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Capítulo 38: La existencia se basa en vivir entre suspiros y sonrisas.

Recuerdo que cuando estaba en secundaria, conocí a una chica que me puso a reflexionar sobre algunas cosas. En una de nuestras conversaciones, ella dijo una frase que por más que al principio me burlara de lo tonta que sonaba, más tarde me puso a pensar. De vez en cuando todavía lo hace:

«Primero vivo, luego suspiro, por último existo».

Ya olvidé su nombre, también como lucía, pero las cosas que decía me parecían interesantes.

¿Cómo tengo que vivir para existir?

—¿Mañana irás a la universidad?— me pregunta Helena. Hace rato que dejamos de hablar sobre Fabio, y bueno, el hombre conocerá una nueva faceta de mí. Le daré razones para verme como una ogra.

—No tengo ganas— bostezo acomodándome en la cama.

—¿Planeas envejecer estudiando o qué cosa? Has retirado más materias de las que podría contar, al menos yo tengo una excusa, ¿cuál es la tuya?

—¿Cómo pasamos de hablar sobre relaciones amorosas a mi futuro?

—Ya quiero ver cuando tu papá se canse de mantenerte.

—¡Ay, no seas así!— reprocho con una mueca —Creo que el diseño gráfico no es lo mío.

—¿Y a estas alturas de juego lo dices?

—Ya verás que un día me pondré las pilas— vuelvo y bostezo con desgana —Nos graduaremos juntas.

—Ni que estuviéramos estudiando la misma carrera.

—Eso no tiene nada que ver, podemos graduarnos el mismo año.

—Ahora que tienes a Ra, inténtalo por él.

—¿Y cómo está Army?

—Su papá vino esta mañana. Estas son las horas que no la ha traído.

—¡¿En serio?!— se va a acabar el mundo.

—Sí, la niña estaba contenta— tomando en cuenta el tono en que lo dice, no parece que la situación le agrade mucho —Si te soy sincera, prefiero que ese tipo no se la pase ilusionando a mi hija para luego abandonarla por meses. Sin embargo, si ella está feliz, yo también lo estoy.

—A los niños les afecta mucho ver a sus padres enemistados, ¿verdad?— soy hija de padres divorciados, pero gracias al cielo nunca fui testigo de alguna disputa entre ellos.

—Le rompió el corazón saber que su hija piensa que no la quiere. Parece que Army escuchó una de nuestras discusiones y el otro día, mientras hablaba con él por teléfono, le dijo "Papi no quiere a Army". Quedé boquiabierta cuando escuché sus palabras.

Ay, no puede ser.

—¡Debes tener cuidado cuando hables con Isaac enfrente de Army!— de solo imaginar la escena, hasta a mí se me destrozó el corazón.

—Tengo cuidado, el punto es que mi niña es bastante inteligente como para no darse cuenta de que ese idiota la evita.

Tampoco es que la evite, esa palabra es un poco fea. Digamos que... Ay, ¿a quién engaño?

—¿Y a dónde se la llevó?

—Dizque a comer helado, ojalá y no la haya dejado botada en casa de la abuela— refunfuña entre dientes —Lo mato de ser así.

—No creo que lo siga haciendo.

Porque sí, antes Isaac solía dejar a la niña de unos tres meses en casa de su mamá, mientras que este le hacía pensar a Helena que estaba con él.

Soy la mamá de un niño lobo, ¿y ahora qué sigue?Where stories live. Discover now