❑˚ ིྀ Chapter Nineteen.

2.1K 241 52
                                    

Sueltas un hondo suspiro y extiendes tus brazos a tus costados, sintiéndote más tranquila ahora que estás fuera de esa casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Sueltas un hondo suspiro y extiendes tus brazos a tus costados, sintiéndote más tranquila ahora que estás fuera de esa casa. No tienes ni la más mínima idea de en dónde estás pero, eso no te importa en ese momento, tú simplemente confías en él.

De repente, sientes un tacto cálido en tu mejilla lo cual hace contraste con tu fría piel y provoca que, al instante, abras tus ojos. Tu mirada se enfoca en él, en la habitual sonrisa en su rostro.

—Ten. —Nahoya te extiende un café en lata— Y te conformas con eso porque no tengo dinero para gastar en un café que te guste.

Ríes por sus palabras, incorporándote en el pasto de aquella colina.

—Así está bien, en realidad no suelo tomar mucho café. —dices, recibiendo la lata, sintiendo al instante el calor que esta le otorga a tus manos.

Smiley toma asiento a tu costado, ahora ambos mirando al horizonte, a la ciudad que se ve desde ahí. Las luces de la misma hacen que la ciudad tenga una apariencia encendida y reconfortante, algo que, a tu parecer, se ve realmente hermoso.

Una ráfaga de viento revolotea a su alrededor y eso hace que hagas más presión en la lata, aún cerrada, en tus manos.

—Ugh.. Ojalá hubiera traído un abrigo... —murmuras, finalmente abriendo la lata.

—Ni siquiera hace tanto frío. —contradice el sonriente, dándole otro sorbo a la lata en sus manos.

—¿Eso crees? —murmuras, mirando la lata en tus manos— Quizás... Estoy muy acostumbrada a la calefacción de mi habitación.

—Okey, ¿Puedes... No hablar de cosas que tienen las personas con dinero? —suelta Nahoya con una sonrisa tensa.

—Claro, lo siento... —le das un pequeño sorbo a la lata, sintiendo el amargo sabor del café. Arrugas un poco tu nariz ante aquel sabor— Le falta azúcar.

Nahoya ríe por tus palabras, dándole otro sorbo a su propia lata. Ambos guardan silencio luego de eso, no sintiendo la necesidad de decir alguna palabra. El ambiente se tornó cómodo para ambos a pesar de la falta de palabras, había pasado un largo tiempo desde que pasaron un rato juntos, pero parece que a pesar de todo, aquella extraña conexión y comodidad nunca desapareció de su relación.

—¿Y? —murmura, mirándote de soslayo. Giras a verlo, confusa por su pregunta.

—¿Sucede algo?

—Eso debería preguntarte yo a ti. —responde Smiley, dándole otro sorbo a su lata— No creo que seas de las que llaman a una persona a esta hora sólo porque sí.. ¿Sucedió algo cuando volviste a casa?

Guardas silencio, dándole un pequeño sorbo al café; notaste que el sabor amargo desapareció, pero sólo un poco.

—Sí... Yo... —balbuceas, ejerciendo fuerza en la lata— Dije cosas que no debí decir... —aprietas ligeramente tus labios— ¡Le grité a la tía Anne!

—Así que te revelaste.

—¿Me... Revelé? ¡¿Eso hice?! —le das una mirada aterrada a Nahoya, quien sólo se alza de hombros— No, yo... ¿Cómo... Se supone que vuelva a ver a mamá a la cara?

—Woah... Creo que exageras un poco. —él palmea tu espalda suavemente, haciendo que levantes la cabeza para verlo— Has estado bajo mucha presión, ¿No es así? Quiero decir, tenías que estudiar para algún día heredar las compañias de tu familia, te comprometieron con alguien que no querías desde hace años, debías ser perfecta para mantener el estátus de tu familia, tenías que tragarte tus comentarios y simplemente sonreír quisieras o no hacerlo.. ¿Eso no es demasiada presión incluso hasta para un adulto?

—No, supongo... No lo sé.. —susurras, volviendo a ver hacia la ciudad— Desde pequeña me han inculcado aquello, creo que estoy más que acostumbrada a toda esa presión..

—¿Y crees que eso está bien? —el chico toma una de tus mejillas y jala de esta con fuerza— Agradece que no acumulaste más presión, ¿Sabes lo que es aguantar hasta que explotas? —niegas con la cabeza, intentando soltarte de su agarre en tu mejilla— ¿No? ¡Pues yo tampoco lo sé! —tu mirada se fija en él, confusa e incrédula por sus palabras— Yo no me guardo las cosas hasta el punto de explotar, eso es malo, veas cómo lo veas, es dañino para una persona acumular más y más sentimientos negativos.

Nahoya suelta tu mejilla, esta ya un poco roja debido a la fuerza ejercida por el joven. Sueltas un quejido y llevas una de tus manos a tu mejilla para acariciarla e intentar calmar un poco el dolor.

—Lo que quiero decir es... —Smiley hace una pausa y te observa— Simplemente déjalo salir. Grita si quieres gritar, llora si quieres llorar, calla si quieres callar, alegráte si te sientes feliz. Somos humanos _______, es normal sentirnos felices, enojados o tristes y demostrarlo ya sea a través de acciones o por simples expresiones.

Guardas silencio luego de sus palabras, analizándolas y procesandolas. Sonríes para ti misma cuando tu cerebro finalmente lo asimila.

—Jm. Realmente eres bueno dando consejos, ¿Eh, Nahoya? —le das el último sorbo al café, y es entonces cuando notas que su sabor ya no es amargo...

Te levantas del césped, sacudiendo tu ropa aún con la sonrisa plasmada en tus labios. Nahoya te observa atento, observa cada uno de tus movimientos un poco curiosa.

—Vamos, Nahoya. —dices, mirando hacia la ciudad.

—¿Uh?

—Quiero... —giras la cabeza y lo observas sonriente, una sonrisa de seguridad se forma en tus labios— Volver a casa.

Nahoya te sonríe en cuanto pronuncias aquello, impulsandose con sus manos para incorporarse.

—Muy bien, vamos.

|☘︎|

—C...- ¡Cásate conmigo!

Esa exclamación hace que tanto tú como Nahoya abran sus ojos en plano, mirando con asombro al muchacho frente a ustedes. Los dos parpadean varias veces, al mismo tiempo, como si se hubieran pueso de acuerdo. Se miran entre ustedes, aún asombrados, antes de volver a ver al joven.

—... ¿Eh?

 ¿Eh?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
➻ ❝ Cᴏᴍᴘᴀɴʏ Kɴɪɢʜᴛ.. ❞ | ѕσυуα кαωαтα/αηgяу χ ℓє¢тσяα.Where stories live. Discover now