❑˚ ིྀ Chapter Fifteen.

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El timbre se hace presente en aquella vivienda, llamando la atención de los presentes en aquel hogar

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El timbre se hace presente en aquella vivienda, llamando la atención de los presentes en aquel hogar.

—¡Levántate del sofá y ve a abrir la puerta! —escucha a su madre exclamar desde la cocina.

Se levanta a regañadientes, soltando una maldición por lo bajo debido a que lo último quiere es que su madre lo escuche. Camina a pasos flojos y pesados hacia la puerta, maldiciendo nuevamente por ser él quien debe atender a la inesperada y para nada deseada visita. Abre la puerta y al observar de quien se trata no tarda en cerrar nuevamente la puerta.

—¿Qué fue eso? ¿Quién era? —escucha la voz de su hermano no muy lejos de él. Se da la vuelta y le sonríe, pasando su mano por su nuca.

—No era nadie importante.. —murmura rápidamente, haciendo sus palabras casi inentendibles.

Pronto, el timbre se presenta nuevamente en la casa y eso hace que su hermano entrecierre sus ojos.

—¿Qué sucede? —pregunta, frunciendo un poco más su ceño.

Antes de que pueda responder con alguna excusa el timbre se hace nuevamente presente. Ambos se quedan en silencio y es el menor quien toma la iniciativa y se acerca a la puerta, lo aparta ligeramente del camino y vuelve a abrirla para saber qué es lo que sucede.

Los ojos de Souya te observan y en ese momento entiende la razón de aquella extraña actitud de su hermano. Pero dejando eso de lado, ahora estás ahí, frente a su casa, cuando dijiste que sería mejor no verse ese mismo día.

—Hola, Souya. —en tus labios se dibuja una sonrisa— Siento molestar a esta hora pero... ¿Crees que podrías salir cinco minutos?

Souya te observa, de arriba a abajo. Tu respiración es casi irregular, como si hubieras corrido hasta su casa; tu cabello está un poco desordenado y algunos mechones de tu cabello se pegan un poco a tu rostro. Suelta un suspiro mientras abre un poco más la puerta y toma tu muñeca para adentrarte de manera imprevista en la vivienda.

—Estábamos a punto de cenar, ¿Puedes quedarte o deben ser exactamente cinco minutos? —cuestiona el peliazul, cerrando la puerta detrás tuyo con su mano.

—Yo... Puedo quedarme, pero... —sonríes apenadamente y racas tu mejilla— Quizá sea molesto para tu familia e incluso para ti-...

—¡Quédate! —el grito de su madre hace que ambos den un respingo en su lugar. Giran sus cabezas, observando a la mujer asomarse para verlos, su mirada se fija en ti y te sonríe— No molestarás a nadie, adelante.

Observas a Souya de soslayo y cuando él afirma con la cabeza a las palabras de su madre, le sonríes amablemente a la mayor.

—Entonces está bien, me quedaré a cenar si no es de su incomodidad.

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Su mirada y la tuya chocan, tan fuertemente que Souya quiere hundirse en lo mas profundo de la tierra para evitar esa tensión. Sin embargo, su salvación aparece cuando su madre jala una de las mejillas de Nahoya.

➻ ❝ Cᴏᴍᴘᴀɴʏ Kɴɪɢʜᴛ.. ❞ | ѕσυуα кαωαтα/αηgяу χ ℓє¢тσяα.Where stories live. Discover now