❑˚ ིྀ Chapter Seventeen.

2K 236 15
                                    

—Sabes que debes volver a casa, ¿Verdad? —te cuestiona, tomando asiento a tu costado

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

—Sabes que debes volver a casa, ¿Verdad? —te cuestiona, tomando asiento a tu costado.

Sueltas un pesado suspiro y asientes con la cabeza.

—Lo sé, pero no quiero ir a casa... No ahora...

—Mhm... ¿Te gustaría que te acompañe? —pregunta nuevamente pero tú niegas con la cabeza a su pregunta.

—Este problema... Es asunto de la familia [T/A]. —dices, acurrucándote aún más en la camisa suya que traes puesta— No tienes ni debes involucrarte en esto.. ¿Entiendes?

—... Entiendo.. —farfulla, mirando fijamente el televisor frente a ustedes.

No pasa mucho tiempo cuando siente un pequeño peso en su hombro, mira de soslayo y tu cabellera es lo que se hace presente en su campo de visión.

—¿Sabes algo, Souya...? —agregas, él tararea dando a entender que continúes hablando— Me gustaría... —haces una breve pausa— Quisiera que fueras tú quien se case conmigo...

Souya siente como su saliva se atasca en un garganta por tus palabras. Sus nervios comienzan a crecer considerablemente, al igual que sus mejillas adquieren un color rojizo muy intenso.

—¿Eh? —es lo único que su boca le deja emitir cuando sale un poco de la impresión.

—Es decir... —comienzas a hacer pequeños círculos con tu índice en el torso de su mano, sientes como se tensa ligeramente por tu acción pero no tarda demasiado en relajarse— Las demás personas son aburridas, predecibles y tan.. Incompetentes. Pero tú... —subes tu mano hasta su mejilla y pinchas la misma suavemente— Tú eres diferente, ¿Sabes? Eres el único que ha logrado entretenerme por tanto tiempo, ya han pasado varios meses desde que eres mi caballero de compañía...

—Ahora que lo mencionas... Es cierto.. —murmura.

—Gracias por permanecer conmigo por tanto tiempo.

Él niega suavemente con la cabeza a tus palabras, no sabiendo que más hacer en realidad. Es cierto que a veces sueles ser un poco intensa y dices comentarios que él, no entendía muy bien, pero siempre se divierte contigo. Incluso si estaban haciendo lo más simple y aburrido del mundo, podías volverlo en lo más interesante y divertido para hacer.

Deja caer suavemente su cabeza sobre la tuya, cerrando sus ojos al hacerlo. Su expresión se suaviza notoriamente, tanto así que incluso parece que está sumido en un profundo sueño.

—Oigan. —Nahoya llega al salón, interrumpiendo aquel momento. Ambos abren los ojos y lo observan, sus mirada viajan a su mano en la cual sostiene un móvil y luego vuelven a él— Es la madre de _______..

Aquellas palabras, aquel susurro, hace que los dos se levanten rápidamente de su lugar para acercarse a él. Nahoya te extiende el teléfono, murmurando un: "Se escucha molesta". Asientes con la cabeza mientras tomas el móvil, observas el número en pantalla y efectivamente, se trata del número telefónico de tu casa. Inhalas hondo y sueltas aquel aire de tus pulmones antes de llevar el móvil a tu oído.

—¿Si? —tu voz sale tenue, casi inexistente y es una impresión para ambos chicos ver el enorme cambio en tu tono de voz.

Las palabras de tu madre a través del teléfono no son captables para los gemelos, se escuchan pequeños murmullos pero sus palabras no logran ser entendibles. Souya te observa, observa tu rostro y se asombra ligeramente al ver la inexpresión en este. No hay sonrisa, asombro, alegría o incluso tristeza; simplemente no hay nada... Es vacío...

Pero entonces tu ceño se frunce ligeramente y aprietas tus labios con fuerza antes de bajar la cabeza e impedirle a ambos jóvenes observar tu expresión de enojo e impotencia.

—Entiendo... —murmuras, alzando nuevamente la cabeza. Guardas silencio por un breve minuto— Sí, adiós..

Y así, cortas la llamada. Te mantienes en silencio por varios segundos, tu mirada es pérdida y tu expresión es inentendible para ambos hermanos. Hasta que de repente caminas hacia Nahoya y le extiendes el móvil, sonriéndole suave y levemente.

—Aquí tienes. —fuerzas a tu voz para que salga, siendo esto un murmullo audiblemente roto.

Nahoya acepta el teléfono, asintiendo ligeramente con la cabeza. Te das media vuelta y sales de la sala, dejando confundidos a los gemelos en el lugar. Ellos se miran entre sí, confundidos; aunque entre esa confusión Nahoya le hace una seña a Souya con la cabeza.

—Ve por ella.

Y eso hace, el peli-azul camina fuera de la sala en dirección a su habitación que es compartida con su hermano. Juega un poco con sus dedos y suelta un suspiro antes de entrar en la habitación y lo primero que observa es a ti, quien termina de ponerse un abrigo suyo sobre tu propia ropa.

—¿Qué estás haciendo? ¿Qué sucedió? —interroga, levantas la cabeza y lo observas aún inexpresiva.

—Volveré a casa..

—Volveré a casa

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.
➻ ❝ Cᴏᴍᴘᴀɴʏ Kɴɪɢʜᴛ.. ❞ | ѕσυуα кαωαтα/αηgяу χ ℓє¢тσяα.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz