❑˚ ིྀ Chapter Fourteen.

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—¿Ya estás lista? —cuestiona tu padre abriendo la puerta de tu habitación

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—¿Ya estás lista? —cuestiona tu padre abriendo la puerta de tu habitación.

Le das un par de cepilladas más a tu cabello y asientes con la cabeza, dejando el cepillo de cabello en el tocador. Caminas rápidamente hacia tu padre y sales de la habitación, cerrando la puerta detrás suyo.

—Siento que tengas que hacer esto. —tu padre rasca su nuca, nervioso y avergonzado— Sé que es injusto para ti e intenté hablar con tu madre pero...-

—Está... Bien, no importa. —lo interrumpes, realmente no quieres escuchar todo eso. Sueltas un suspiro y le sonríes— Supongo que esto es lo que hace una [T/A], ¿No?

Él sonríe por tus palabras y sacude tu cabello, desordenandolo un poco; te quejas por su acción y te apresuras para apartar su mano de tu cabeza. Tu padre extiende su brazo hacia ti y tú lo tomas, acercándote a él para así ambos comenzar a caminar por los pasillos de aquella casa.

—¿Ya están aquí? —le preguntas, mirándolo de soslayo.

—Llegarán en breve. —contesta— Debemos recibirlos los tres juntos, ya sabes como es tu madre.

Asientes con la cabeza mientras ruedas los ojos por las últimas palabras del mayor. Afirmas aún más el agarre en su brazo y cierras momentáneamente los ojos.

Así que... ¿Realmente ya no hay nada que hacer...?

|☘︎|

Souya rueda en lo largo de su cama, aburrido. No sabe que hacer para que aquel sentimiento desaparezca de una vez de su cuerpo y eso lo altera un poco.

Lo único que cruza por su cabeza eres tú, tu rostro, tu sonrisa, toda tú. ¿Qué estarás haciendo ahora mismo? ¿Y por qué razón le pediste que no fuera a verte el día de hoy?

Suelta un bufido, aún más alterado que antes por las preguntas que formula su cabeza. Quiere dejar de pensar en ti, ¿Cómo puede hacerlo?

—Ya deja mi maldita cabeza... —murmura, cubriendo sus ojos con uno de sus brazos.

Guarda silencio, sintiéndose extraño al no sentirte a su alrededor. Ya sea intentando formar una pequeña sonrisa en sus labios, pinchando su mejilla, abrazándolo de forma imprevista u ofreciéndole de los dulces que sueles tener en tu habitación.

Un ligero gruñido deja sus labios. Se ha acostumbrado a tu presencia, se ha acostumbrado demasiado a ella y es por eso que ahora le es complicado estar lejos de ti.

Y no ha pasado ni medio día...

Toma su teléfono, queriendo verificar los mensajes que te envió hace un par de horas pero es inútil, ni siquiera los has visto. Un pequeño sonido de frustración sale del fondo de su garganta y deja nuevamente el móvil en la mesita de noche a un lado de su cama.

¿Por que siente tanta necesidad de verte o hablar contigo?

Joder, en este momento realmente quiere escucharte decir su nombre.

—¡Souya! —la voz de su hermano lo saca de sus pensamientos. Mira hacia la puerta de la habitación y observa la cabeza de su hermano asomarse— Mamá dice que debemos ir a comprar algunas cosas al centro, cambiate porque en cinco nos vamos.

—De seguro sólo te lo dijo a ti.

—Así es, pero no quiero ir solo. —Nahoya se alza de hombros— Además, no es como que estuvieras haciendo mucho ahí, tirado en la cama.

Souya rueda los ojos y le hace un ademán al mayor para que se vaya de la habitación, a regañadientes procede a levantarse de la cama para buscar algún conjunto de ropa simple en su armario pues realmente no siente la necesidad de tener algo llamativo encima.

Cuando cree que está listo camina pesadamente hacia la puerta de la habitación y sale de esta en dirección al salón en donde se encuentran su hermano y su madre.

—Ya estoy.

Nahoya desvía la mirada del televisor y le sonríe, acercándose a él.

—Pues vamos.

Y antes de dirigirse a la entrada, Souya corre hacia su madre y le da un beso en la mejilla como despedida para, ahora sí, correr hacia la puerta principal.

|☘︎|

Suelta un hondo suspiro, aburrido de la situación en la que se encuentra. Nahoya está observando los productos del supermercado con atención, casi cómo si pudiera ver que hay dentro. Niega con la cabeza y desvía la mirada del mayor hacia algún lugar no específico, inevitablemente sus ojos se posan en una manilla con una pequeña envoltura de un dulce como dije. Su expresión se suaviza y casi parece sonreír cuando la imagen de ti comiendo un montón de malvaviscos a la vez, sólo para saber cuantos cabían en tu boca, pasa por su cabeza.

—Iré por algo, no tardo. —le avisa a su gemelo, aunque está seguro de que este no lo escuchó por su concentración en el producto.

Se acerca al pequeño estante en donde está aquella manilla y la toma en manos, notando que la que le sigue es otra manilla, pero esta tiene un dije de algodón de azúcar, siendo este, por alguna casualidad de la vida, de color azul.

"¿Por qué tocas tanto mi cabello?"

"¡Porque...-! Uhm..."

"¿Mhm?"

"¡Se parece a un algodón de azúcar! Y es... Muy adorable.."

Así que, cuando recuerda eso, simplemente decide comprar las manillas.

No puede esperar a que sea el día siguiente para darte este pequeño obsequio...

|☘︎|

Sueltas un bufido, cruzando tus brazos sobre tu pecho. Tu mirada recae en la persona frente a ti y cuando el rostro de Souya aparece en tu cabeza es inevitable para ti no morder tu labio inferior.

—Así que _______...-

—No quiero. —las palabras salen de tu boca por sí solas, como si fueran automáticas y eso hace que tu madre te lance una mirada severa— Yo... No quiero hacer esto.

—Ahora no _______, ya hablamos de esto. —tu madre le sonríe a la mujer frente a ustedes, un poco incómoda— Disculpen, ¿En qué estábamos?

—No mamá, ahora escúchame. —te levantas de la silla, haciendo que las miradas de los presentes se fijen en ti— No quiero hacer esto, él... Es un buen chico, es amable y me trata muy bien, pero no quiero casarme con él.. No puedo hacerlo. —haces una reverencia frente a todos— Lo siento.

Y sin más, te das media vuelta y comienzas a caminar para salir de la sala, escuchando la voz de tu madre exclamar tu nombre con efusividad y enojo. Sueltas un suspiro cuando finalmente sales del salón y lo primero que haces es sacar tu teléfono, sonríes cuando ves que te ha mandado un par de mensajes y muerdes la parte interna de tu mejilla para intentar contener aquella sonrisa.

Quieres verlo...

Irás a verlo...

Irás a verlo

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➻ ❝ Cᴏᴍᴘᴀɴʏ Kɴɪɢʜᴛ.. ❞ | ѕσυуα кαωαтα/αηgяу χ ℓє¢тσяα.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant