Luego de llegar a la posada, la noticia de lo ocurrido en el restaurante se extendió rápidamente en la ciudad.
Xie Honglang y Liu Xuerong perdieron la cara, pero muchas personas que escucharon lo que pasó no pensaron que tales visitantes fueran tan poderosos, sino que ambos "Xie Honglang y Liu Xuerong" eran demasiado inútiles.
Después de todo, el no verlo con sus propios ojos generaría dudas sobre la fuerza de aquel hombre llamado Di Beichen.
Xie Honglang se sentía indefenso ante las burlas y el sarcasmo que recibía, sin embargo, comparado con perder la vida, eso no era nada.
Los rumores con el tiempo se olvidarán. Pensó.
Baili Hongzhuang solía pedir dos habitaciones, una para ella y otra para Di Beichen, no obstante, al subir las escaleras, se dio cuenta de que ya estaban casados y que no era necesario.
Di Beichen no entró a su cuarto, sino que siguió a Baili Hongzhuang al suyo.
"Beichen, yo..." Baili Hongzhuang lo miró.
En su ser ya había decidido que ambos eran una pareja, lo que acababa de hacer fue solo por costumbre; no quería que se malinterpretara.
Mirando la apariencia avergonzada de Baili Hongzhuang, una sonrisa cruzó los labios de Di Beichen. "Señora, no hace falta decir nada, lo entiendo".
Al escucharlo, Baili Hongzhuang se sobresaltó. Di Beichen la entendía sin siquiera hablar.
"¿Lo entiendes?"
Di Beichen asintió levemente. Sus ojos la observaban con gran ternura.
"Aunque estamos casados, este matrimonio fue forzado por la Familia Imperial del Reino Feng Bo... no ha sido sincero. Ahora, tú y yo estamos verdaderamente juntos, pero en mi corazón aún te debo una gran y hermosa boda".
Aquella boda en el Reino Feng Bo pudo haber sido glamorosa y despampanante, pero para él, no es suficiente.
Esta vez, quería que Baili Hongzhuang fuese su esposa voluntariamente.
¡Quería casarse con Baili Hongzhuang y que todos en la Secta Tiang Gang sepan que ella es el único amor que tendrá en su vida!
Cuando habló, Baili Hongzhuang se congeló. Su pecho burbujeaba con emoción.
Ella consideraba el matrimonio desde un principio como una buena cooperación ya que no conocía los sentimientos de Di Beichen.
"Beichen..."
Éste la abrazó fuertemente. "Para mí, eres el mayor tesoro del mundo. No quiero que te arrepientas, solo deseo hacer lo mejor para que te sientas feliz".
En el pasado, no tenía más pensamientos que la piedad filial hacia su maestro. La llegada de Baili Hongzhuang alegró y tintó de color su monótona vida.
Era tan hermosa que él quería darle todo lo bueno en este mundo.
Solo con verla sonreír le bastaría.
Las palabras de Di Beichen penetraron profundamente su fibra sensible, haciéndole comprender el peso que ésta tiene en su corazón.
Frente a un hombre que piensa en ella en todos los sentidos. ¿Qué otra cosa puede hacer sino amarlo?
***
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Feliz día internacional de la mujer
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Исторические романыInformación de la historia en la primera parte. Todos los derechos reservados a su autor . 🤗
