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Narrador: Omnisciente

JaeMin no fue suave desde un principio, para nada delicado, estaba siendo rudo, duro, impactándose cruelmente contra la entrada de RenJun, siendo despiadado con los gritos de placer que RenJun balbuceaba y gimoteaba cada que JaeMin violentaba contra su próstata. Arañaba sin delicadeza la espalda de JaeMin, no podía soltarse, de hacerlo podría lastimarse. Na sostenía muy flexionadas y abiertas las piernas de RenJun, extendidas y permitiéndose a sí mismo tocar profundo en su interior para volver a salir y entrar con la misma brutalidad que en la de un principio.

RenJun comenzó a llorar de placer, cosa que nunca en su vida había experimentado y se sentía tan condenadamente bien, aún cuando JaeMin estaba siendo severo con él, despiadado. Su abdomen chocaba contra su miembro y ese simple roce le fascinaba, JaeMin lo masturbaba en ocasiones fijándose en cómo se erguía y goteaba, por su parte, RenJun adoraba observarlo hacer de las suyas con su cuerpo. Llevaban un movimiento rítmico y JaeMin se detuvo. RenJun se quejó cansadamente.

—Baja.

—¿Por qué?

JaeMin lo bajó por la fuerza de la mesa para colocarlo de espaldas a su pecho, dejándolo contra la pared de la cocina. RenJun se sintió mareado por ese cambio repentino, las piernas le dolían y no creía poder sostenerse. Sin embargo, JaeMin lo sostuvo de las caderas volviendo a introducirse lentamente. Sin esperar más, las penetraciones fuertes siguieron atormentando su cuerpo, ambos deleitándose con sus gemidos. A RenJun le encantaba escuchar lo grave que se volvía la voz de JaeMin cuando lo embestía, o lo suave que llegaba a ser cuando hacia movimientos que a JaeMin le fascinaban. A JaeMin, por supuesto, le deleitaba escuchar cuando RenJun gemía agudamente y bajo, a veces hasta siendo ruidoso, o cuando la voz se le rompía por querer gemir y no querer hacerlo por vergüenza.

Ambos se satisfacían juntos y ambos estaban completamente embelesados entre ellos mismos.

Faltaba poco, RenJun estaba por correrse.

—¡JaeMin! Mmm… —gimió ruidosamente.

—Shh…

El timbre del departamento resonó por todo el lugar.

—JaeMin…

¿Quién rayos podría ser en ese día? RenJun no tenía ni la menor idea, estaba muy concentrado en correrse y JaeMin también.

El timbre sonó de nuevo.

¿Y si era Mark? ¿O JeNo? Ambos saben la contraseña para poder ingresar al departamento…

—Deten- ¡Oh! —gimió contra su brazo, intentando esconder el sonido. Sin embargo, JaeMin comenzó a masturbarlo y a tomarlo por la cadera, embistiéndolo con más fuerza y directamente en su punto—. Mmm… ya, córrete, córrete. —rogó.

RenJun se corrió manchando la pared, apretando sus músculos interiores, JaeMin logró por terminar con las últimas penetraciones y venirse también, jadeando.

Salió y subió rápidamente las prendas, RenJun estaba muy cansado como para pensar en hacer algo, pero JaeMin no lo estaba tanto, se encargó de limpiarlo tanto a él como a la pared, subió sus ropas de igual manera y RenJun suspiró, exhausto.

Se reincorporó, volteandose hacia Na, quién lo miraba con una resplandeciente sonrisa… claro, él estaba muy bien. Por mientras él…

—¿Por qué caminas así? —le cuestionó JaeMin a RenJun en cuanto este comenzó a caminar hacia el living. RenJun medio giró a mirarlo, incrédulo. Tomó la almohada que estaba a lado suyo y se la lanzó en la cara, tiernamente molesto.

departamento 119    [renmin]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum