O3

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Narrador: Omnisciente

Para RenJun es difícil. Cavilaba, recostado en el sillón. Era martes y tenía descanso en su empleo, trabaja de lunes a sábado, con descanso los martes y domingos. Ese día era un martes. Cargaba una gran flojera que no reconocía de dónde provenía. Ya se había dormido todo el maldito día que aún andaba en pijamas y sin bañarse.

Siguió pensando, eran las 7:35 PM. ¿Qué haría primero? Volvió a pensar, desviándose.

¿Sería capaz de espiar al tal JaeMin? No se decidía a hacerlo. Aunque quizá lo haría. Días atrás el techo de su departamento comenzaba a hacer ruidos concisos, insólitos y molestos. Sabía que era el apartamento de JaeMin, dado que, su departamento es el único que da justo con el techo de su habitación. Justo en su habitación, justo cuando desea dormir ese insistente golpe llegaba.

Parecería muy raro si este llegase a descubrirlo, aunque eso era muy poco probable a que sucediera. Le causaba un pavor diminuto que con el tiempo crecería pensar que, este podría llegar a atraparlo. ¿Qué podría hacerle?

¿Le mandaría una demanda por acoso? ¿Su grupo de matones lo asesinaría si descubre algo malo? ¿Difundiría chismes sin sentido sobre él? ¿Quizá golpearlo hasta la muerte? No sabía, no lo conocía. Comenzaba a arrepentirse. No iba a hacerlo.

De ser pillado, terminaría en un caso muy incómodo. Él tendría sus dudas. ¿Cómo por qué espiarlo? Simple curiosidad.

Y es que severamente nadie sabía algo respecto a él. No es que RenJun conociera a todos los del edificio, pero en su mayoría, sabía pequeños datos de personas variadas en sí. No conocer sobre alguien que carece de una característica compleja como persona normal le carcomía. Es decir, es extraño para él.

Recuerda que cuando Yuta llegó a vivir a una planta debajo a la suya, supo y conoció muchas cosas sobre él en menos de una semana.

Era diferente con JaeMin. Nadie se informaba de nada. Ya había pasado el mes en que el chico residía en aquel lugar y no había movido ningún dedo. Desde la plática con YangYang, solía carburar en sus adentros a cerca de JaeMin. ¿Hacerlo o no?

Tampoco quería ser entrometido. Todo esto era un lío, muy intenso. No soportaría ser atrapado en pleno acto.

Toc, toc, toc.

Tocaron la puerta. ¿Por qué no tomaba el timbre? Quien fuera la persona rara que había decidido por tocar la puerta y no el timbre del departamento, la odiaba por hacerlo levantarse del sillón con completa fatiga.

-¿Quién mier-...? -abrió la puerta y arrugó su rostro, con desagrado.

-¿De mal humor, mi vida? -era JeNo. Se sintió tonto al instante y negó.

-Solo estoy cansado.

-Estabas durmiendo, ¿No?

-¿Cómo sabes? -preguntó.

-Te estuve llamando, no contestabas, creo es obvio. Además hoy es tu descanso. -sonrió.

-Sí, eso... -rascó su cabeza-, perdón, estaba muy distraído y, sí, durmiendo.

-Lo sabía -volvió a sonreírle-. Traje de cenar -levantó el brazo en el que sostenía una bolsa de marca reconocida de pollo frito-. ¿Me dejas entrar?

departamento 119    [renmin]Where stories live. Discover now