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JaeMin actúa inmediatamente, quitándose de encima del cuerpo de RenJun para empujarlo al sillón, recostarlo y seguidamente, interponerse entre sus piernas. No persiste y tampoco tarda en devorar los labios del chino agresiva y lujuriosamente. RenJun ante la sorpresa al prácticamente haber sido obligado a acostarse en el sillón, suelta un quejido placentero cuando JaeMin arrasa con sus labios, mordiéndolos y lamiéndolos. Se mantienen largos segundos así, simplemente con choques de labios y mordidas. 

Los pantalones de RenJun son cortos. JaeMin no evita la tentación de acariciar y apretar descaradamente las suaves piernas del dueño de estas. Subiendo y bajando sus manos desde la rodilla hasta casi acercarse a la entrepierna, escabullendo las mismas por debajo de la tela.

JaeMin se separa del beso solo para idolatrar el rostro enrojecido y los labios un poco rojizos de RenJun, aún sigue muy cerca de su rostro. RenJun abre los ojos lentamente y se encuentra a JaeMin sonriéndole.

—¿Por qué te detienes? —RenJun enarca una ceja, jadeante.

—Solo pensé que podrías arrepentirte de esto.

—No.

RenJun lo toma por el cuello de la camisa para continuar besándolo. Estuvo dominando por poco la situación y eso JaeMin no lo permitiría.

Dobló las piernas de RenJun a la altura de su abdomen y empujó contra la erección que el mismo JaeMin había originado en Huang. RenJun gimió cortando el beso, sin embargo, JaeMin prosiguió con el mismo más rudamente, esta vez no lo pensó, su escurridiza y habilidosa lengua se traspasó a la cavidad bucal contraria, jugando con la lengua de RenJun también. Se separó de nuevo, dejando un hilo de saliva de por medio para volver a estampar sus labios contra los de RenJun. Si el beso anteriormente era húmedo, ahora se había convertido en uno más mojado.

Los movimientos de pelvis de JaeMin seguidos contra le erección de RenJun regresaron, los espasmos aterrizaron al cuerpo del chino, quien al no tener de qué sostenerse, enredó sus dedos en la cabellera de Na, obligándolo a besarlo más fuerte y acallando sus propios gemidos.

JaeMin se deshizo de sus zapatos, camisa y pantalones, quedando solo con el resto. Se encargó de dejar a RenJun igual que él sin que el beso se rompiera. Repartió besos por todo el rostro de RenJun, llegando hasta su cuello para morder y lamer ese lugar. Entonces, RenJun tuvo la idea de mover un poco su rodilla y empujarla contra el miembro acorralando dentro del bóxer de Na, originando un quejumbroso gemido por parte del castaño.

Bajó al oído de RenJun para sencillamente susurrar:

—Si haces eso de nuevo, te azotaré con un látigo —mordió sutilmente el lóbulo y RenJun no pudo evitar sentir pequeños escalofríos que recayeron directamente en su pene, volviéndolo más sensible.

Y nuevamente, se detuvo secamente sentándose sobre sus rodillas aún entre las piernas de Huang y rompiendo el beso.

RenJun no estaba en buenas condiciones, por decirlas estables porque obviamente todo lo que estaba ocurriendo era más estimulante que lo que alguna vez había experimentado. No iba a negar que el día anterior con DongYoung y JungWoo había sido fantástico porque definitivamente fue una nueva experiencia para él. Aunque es diferente.

Es diferente cuando la persona que tienes en frente tuyo despierta una gran hambre sexual y lo único que deseas, ya sea inconscientemente, es que aquella persona esté cerca porque lo necesitas y es lo que más anhelas.

No es que RenJun lo idolatrara, sin embargo, desde la primera vez que lo conoció una gran curiosidad había despertado en él, y como dicen, la curiosidad mató al gato.

departamento 119    [renmin]Where stories live. Discover now