Capítulo 6

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 6:

-    ¿Sabias que... del odio al amor sólo hay un paso?

Las flores blancas de los damascos danzaron de pronto por el aire guiadas por el fuerte viento del atardecer. Kagome lo miró incrédula ¿qué era la que había dicho? Lo miró con los ojos muy abiertos y con la boca semi abierta. El chico sonrió más ampliamente aún ante la sorprendida chica y la soltó de pronto. Ella se quedó frente a él aún observándolo.

-    De qué te sorprendes.- Preguntó el chico a punto de reír. Kagome arrugó el ceño enojada.

-    De lo idiota que eres.- Dijo de pronto, dándose la vuelta y caminando lo más deprisa posible, aunque no podía sentir evitar un inaudito temblor en sus piernas.

De nuevo en el aula no podía sacar de su mente aquellas palabras tan inquietantes que él había pronunciado. La verdad es que si le temía a ese dicho... porque... que pasaría si ella... no, no claro que no, sonrió para sí misma, mientras lo miraba de reojo y lo veía anotar afanosamente en el cuaderno algún apunte de interés. Si no supiera que es un delincuente... no, claro que... ¿pero qué estaba pensando? ¿por qué de pronto se estaba imaginado tontas posibilidades de estar con él?

-    ... Oh, Kouga... ¿Por quéno vienes a clases?- Se dijo en un suspiroso lamento. Necesitaba estar con alguien y Kouga era el único chico que le hacía compañía en la fría Universidad.

Caminó de vuelta a su casa en la fría noche, pensando una vez más en cómo iba a realizar aquel proyecto si ni siquiera soportaba la presencia de aquel engreído chico. Pero la beca estaba primero... y ella era la única de la cual su madre dependía ahora... ni hablar de su hermana... veía muy pocas posibilidades que las ayudara económicamente y aún así... jamás ocuparía su sucio dinero... Bueno... tal vez tendría que por esta vez ceder en su orgullo y dignidad y trabajar con el chico si es que quería obtener la más alta calificación.

-    Sólo por esta vez, Kagome... sólo por el proyecto... - Se dijo dándose ánimos y sintiendo que debía obtener fuerzas de alguna parte para soportar lo que se venía encima.

********

Kagome lo vio entrar a la cafetería acompañado de otro muchacho que bien sabía era su compinche en aquel secuestro. Los vio reír despreocupadamente y dirigirse a una mesa al otro lado del lugar. Sí, siempre se sentaban en el mismo lugar, igual que ella. Disimuló leer cuando presintió que el chico comenzaba a mirar a su alrededor.

Miroku sonrió para sus adentros cuando vio a su amigo mirar a su alrededor y detener su visión en una silueta solitaria sentada y leyendo un libro cerca de la ventana.

-    Jeje, ni hablar, ya sé que te pasa ti.- Dijo de pronto con una mano afirmada en la cara y mirándolo sonriente. Inuyasha volteó asustado hacia su amigo y luego fingió no entender.

-    ¿A mí? ¿De qué hablas?

La mesera se acercó de pronto y saludó con un beso en la cara a Miroku.

-    ¿Cómo estas?- Preguntó ella sonriente, mientras el chico la miraba embelesado.

-    Después de verte... muy bien.

- Qué gracioso eres.- Sonrió más ella. Luego adoptó una actitud más seria mientras sacaba un bolígrafo y una pequeña libretita.

- Café solo, como siempre... ¿y tu amigo?- Dijo ella mirando a Inuyasha.

Corazón de PiedraWhere stories live. Discover now