Capítulo 5

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 5:

-    La tenías merecida.

Aún escuchaba su voz retumbando en su cabeza, pero también sentía el ardor de su mejilla lastimada. Se había quedado parado ahí, con la mano en la cara, viéndola alejarse de él irremediablemente. Minutos más tarde despertó de su ensueño y parpadeó repetidas veces, como recién dándose cuenta de lo que realmente había pasado. "no quiero que me hables, que me mires, que te acerques a mí, ¡nunca!!!". Inuyasha sacudió la cabeza como queriendo evitar aquellos pensamientos e hizo una mueca de desprecio.

-    Ja, nadie me dice lo que debo hacer.- Dijo orgullosamente, mientras apretaba con ambas manos el acelerador de la moto y comenzaba nuevamente una loca carrera calle abajo.

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-    Estas muy deprimida, hija- Dijo su mamá cuando la vio llegar a la casa. Ella dejó la mochila en el suelo, junto a la mesa y se sentó pesadamente.

-    Son las clases mamá... - Dijo apenas mientras colocaba ambos brazos sobre la mesa y recostaba la cabeza en ellos.- afortunadamente... mañana es sábado... - Dijo cerrando los ojos y dormitando un poco. Su madre la miró con ternura mientras se acercaba a ella tocándole la cabeza.

-    Tengo buenas noticias... tu hermana dice que vendrá pronto a visitarnos. Hoy me llamó.

Kagome levantó la cabeza y la miró sin expresión.

-    ¿Vendrá a visitarnos?- Dijo sin evitar un tono de voz preocupado.

-    Claro... - Sonrió complacida la mujer. Kagome la miró con detenimiento y luego volvió a colocar la cabeza entre sus brazos.

-    Me alegro mamá- Dijo apenas, aunque ni ella misma creía en sus palabras.

Luego de la cena, de la cual comió bastante poco, subió a su habitación dispuesta para dormir, el sueño que antes tenía se esfumó cuando su madre le dio aquella noticia. Su hermana. Hacía mucho tiempo que no la veía... hace un año aproximadamente... justo en la fecha en que Hoyo tuvo el accidente... Otra vez aquellos recuerdos tan dolorosos comenzar a hacer efecto en su corazón. Se acurrucó como un bebé cubriéndose con la cabecera la cabeza, y sin poder evitar que las lágrimas cayeran por sus sonrosadas mejillas, casi toda la noche.

********

Los rayos de sol se colaban traviesamente por sobre las cortinas, haciendo que uno de ellos le diera directamente sobre la cara. Abrió los ojos apenas y luego volteó la cabeza. El reloj marcaba las 08:10 AM. Abrió los ojos con sorpresa y se levantó de un súbito.

-    Ay, no, ¡me quedé dormida!!- Dijo con desesperación, mientras se dirigía rápidamente al baño.

Bajó luego de unos minutos a toda prisa son siquiera detenerse ante el vaso de leche que su madre había puesto en la mesa.

-    Lo siento mamá... comeré algo después.- Dijo apenas dándole un beso y corriendo a todo lo que daba.

Maldición, iba a llegar tarde justo en la clase que impartía aquel estricto profesor ¿qué haría? Se suponía que justamente hoy él daría una trabajo que iban a tener que realizar. Cuando llegó a la Facultad, las puertas de las aulas ya estaba cerradas. Tuvo la intención de entrar pero la última vez que lo hizo no fue del todo agradable... menos sería ahora si aquel odioso chico se encontraba ahí. Suspiró tristemente mientras volteaba y se dirigía a la biblioteca, para esperar nuevamente hasta la siguiente clase. Justo cuando se sentó en un lugar junto a los ventanales, levantó los ojos y se encontró con la mirada de él, que leía un libro no muy lejos de ella. Kagome lo miró sorprendida y luego bajó la vista rápidamente mirando el interior de su mochila, sin poder evitar sentir un temblor en sus manos. Qué torpes estaban esta vez. Tomó un libro y abrió una página incierta, simulando querer leer algo que era de su interés. Pero aunque sus ojos se encontraban enfocados en el interior del libro, lo único que podía pensar era en lo incómodo de tenerlo tan cerca. Argg, estaba poniéndose cada vez más nerviosa. Levantó la vista disimuladamente y nuevamente se sorprendió porque él aún tenía los ojos clavados en ella. Kagome hizo una mueca sintiéndose hastiada y nuevamente enterró la cabeza en el libro.

Corazón de PiedraWhere stories live. Discover now