Capítulo 3

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DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen pero la historia sí, por lo que NO AUTORIZO para que esta se modifique o publique en otro lugar. Sólo publico en Fanfiction y Wattpad, si encuentran mis historias en otros lugares y con otros personajes que no sean de Inuyasha entonces es PLAGIO.

Capítulo 3:

Dos horas de clases no resultan para nada provechosas si en la cabeza sólo se tiene un pensamiento: "Es él". Trataba de calmar su asustado corazón pero su mirada se iba directamente hacia la cabeza del muchacho, que como se encontraba sentado en los primeros asientos, sólo le daba la espalda. Una larga cabellera oscura era todo lo que ahora podía ver. Cerró los ojos tratando de recordar al hombre que la secuestró y luego vinieron a su memoria detalles que antes habían pasado desapercibidos. Su contextura atlética encajaba, la estatura, el cabello, que sobresalía de la negra capucha y sobre todo... los ojos. Sí, era él. Además... se delataba cuando la miró sorprendidamente. Oh, ¡Dios! ¿Y ahora?? ¿Qué estaba haciendo en el salón? ¿Por qué estaba aquí?... las palabras de Tsubaki resonaron en su cabeza: "se supone que va un año más adelante de nosotros, pero como tuvo algunos problemas el año pasado congeló la carrera. Por eso ninguno de nosotros lo conoce. Bueno, excepto yo porque un chico superior amigo mío lo saludó. Ya verán... dicen que es muy rico... y bastante atractivo..."

- Señorita Higurashi... señorita Higurashi...

Un coro de sutiles risas y un codazo en el brazo de Kouga fue lo que la sacó de sus pensamientos, levantando la cabeza del cuaderno y mirando a la profesora que fruncía el ceño.

- ¿Distraída, Señorita Higurashi?

Kagome vio que todos habían volteado a mirarla, excepto él, excepto Inuyasha que seguía aún mirando el pizarrón, de espaldas a ella.

- Perdónela usted, pero ella ha estado enferma algunos días y sólo hoy volvió a clases.- Dijo Kouga.

- Bueno... si se siente mal, puede salir a tomar aire.- Dijo ella mirando a la chica más comprensivamente. Kagome sonrió apenas y se levantó a duras penas del asiento, saliendo con pasos torpes fuera del aula.

- Dios... ¡qué significa esto!!- Se dijo llena de miedo, sintiendo que pronto colapsaría de los nervios. Respiró forzosamente mientras se iba directo a los baños y mirándose en el espejo su blanco reflejo abrió la llave del lavabo y se mojó la cara rápidamente. Sintió el reloj de la Universidad dar las 5 de la tarde. Vaya, al fin las clases terminaban el día de hoy. Salió apenas viendo a sus compañeros retirarse del aula hablando el chico nuevo. Claro, toda una novedad. Esperó a que se desocupara para ella ir a recoger sus cosas, sin embargo no fue necesario, Kouga traía sus libros y mochila.

- Kagome.- Dijo él sonriente, llegando con las cosas hacia ella y entregándoselas.- ¿Te sientes mejor?

En ese momento Inuyasha salía también del aula y su mirada fría se posó justo en los ojos temerosos de ella, que al instante bajó la vista sonriendo.

- Si... si... ya estoy bien.- Podía sentir el miedo apoderarse de su cuerpo. ¡Dios! ¡Esto no esta pasando!- Puedes... ¿puedes acompañarme hasta casa?

El chico de ojos azules sonrió feliz ante la propuesta.

- ¡Claro! Será un placer.

Kagome levantó la vista y lo miró agradecida.

*********

- ¿Que??!!!!!!- Miroku lo miró con los ojos casi desorbitados y la boca abierta.- ¡¡No puede ser!!! ¿Y qué hiciste????

El joven de larga cabellera oscura sonrió apenas mientras se acomodaba en el sillón y tomaba un libro en sus manos.

- ¡Qué crees!! ¡¡Nada!!- Dijo enojado, tratando de enfocar la vista en el contenido del libro.- lo peor es que lo sabe... estoy casi seguro... no sé como... - Se dijo más para sí. Miroku se sentó a su lado exhalando un profundo suspiro.

Corazón de PiedraWhere stories live. Discover now