Capítulo 15

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Nurbanu

Estaba en mis apocentos, ya estaba más tranquila, canfeda se había ido a traer mi desayuno, tenía mucha hambre por alguna razón, aunque yo siempre tengo hambre así que supongo que es normal.

- ¿Lo trajiste? - pregunté mientras me daba la vuelta.

Me congelé cuando ví que no era canfeda si no que era Dilsha.

- Nurbanu - murmuró divertida - ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? - preguntó cínicamente.

- Estoy perfecta - sonreí.

- Oh vamos querida - hizo una mueca de tristeza fingida - entiendo que estés un poco mal por qué después de todo pase la noche con mi sultán, pero yo te lo advertí.

- Disfruta tus últimos momentos Dilsha por qué muy pronto te irás de este palacio y no volverás - me acerque a ella.

- No creo que eso se vaya a poder nurbanu, muy pronto tendré un hijo con el sultán, solo necesito unas oportunidades más y tendré al primer bebé de el sultán - sonrió.

- Será mejor que desaparezcas de mi vista - le dije molesta, tenía ganas de golpear y lo haría si es que la seguía teniendo enfrente mío, no estaba de buen humor.

- ¿Que pasa? ¿Ya tienes miedo? Aún eres libre de salir de mi camino por qué si no acabaré contigo, no lo olvides, soy la primera en la vida de el sultán, no importa cuánto te esfuerces, lo conozco mejor que tú - dijo burlona - vete despidiendo de todos nurbanu - salió de mis apocentos con una sonrisa burlona en los labios.

Borraría esa sonrisa, incluso si tengo que arrancarle esos labios.

(...)

- Nurbanu ¿Estas segura de que eso es normal? - preguntó cuando me vio comiendo la comida extra que pedi.

- Sabes que como demasiado - me cruce de brazos.

Mi hambre se estaba yendo gracias a ella y en verdad quería comer todo esto a gusto.

- Atención, el sultán selim está aquí - grito alguien.

Inmediatamente me puse rígida, pero no me levanté de mi asiento, canfeda hizo una reverencia apenas selim entro.

Él me miró, pero no parecía molesto por no hacerle una reverencia, parecía más preocupado que otra cosa y si tenía que estar preocupado por qué lo que era hecho para mí no tiene perdón.

- Nurbanu - me llamo - necesito hablar contigo.

No le dije nada simplemente seguí comiendo.

- Nur.. - canfeda hablo, pero fue interrumpida

- Está bien, canfeda sal por favor - ella asintio y salió para dejarnos solos - nurbanu - se acercó a mí y se sentó a mi lado - ¿Está bien que comas todo eso? - preguntó con el ceño fruncido - nurbanu - volvió a llamarme cuando vio que no tenía intenciones de responderle - dime algo, lo que sea - pidió.

- Estuviste con ella - murmure, estaba segura que mi rostro tan solo reflejo dolor.

- No volverá a pasar, lo prometo - dijo con una sonrisa suave.

Oh por supuesto que no volvería a pasar, me encargaría de que no se atreviera a si quiera mirar a otra mujer.

- Siempre estuve contigo selim - él entendia a qué me refería - pero eso se acabó - su sonrisa se borró de inmediato.

- Nurban...

- Te hice sonreír selim - voltee a verlo - no te lo saco en cara por qué para mí verte sonreír era algo hermoso - sonreí con tristeza - pero no voy a dejar que me hagas esto, no voy a dejar que estés con otras mujeres y al dia siguiente actúes como si no hubiera pasado nada y vengas a mi, no soy ese tipo de mujer y nunca lo seré - suspire - se acabó - me levanté para irme, pero él me detuvo.

- No - murmuró - no puedes hacernos esto.

- ¿Hacernos esto? - pregunté totalmente confundida y con algo de ironía - ¿Yo? Fuiste tú quien nos hizo esto, fuiste tú quien estuvo con Dilsha - lo señalé, acusandolo.

- Lo siento, de verdad, yo intenté no hacerlo, lo prometo - se levantó y se acercó a mí.

- ¿Lo prometes? - no pude evitar reírme, pero eso no pareció molestarle - no te creo nada selim, incluso si lo juras por tu vida, no creeré ninguna palabra que salga de tu boca.

Cada palabra que yo decía parecía lastimarlo, pero me daba igual.

- No volverá a pasar ¿Que tengo que hacer para que me creas? - preguntó desesperado.

- Nada, vete - señalé la puerta.

- Nurba...

- Vete, no te quiero ver, nunca más.

- No, olvídalo nurbanu, no dejaré que te alejes de mí - se puso serio.

- Selim - me acerque a él - ¿Recuerdas cuando dijiste que nunca deje de sonreir? - pregunté, él asintio lentamente con algo de temor a lo que vaya a decir después - has acabado conmigo selim, no hay más nurbanu sonriente para ti, se acabó, ya te lo dije.

- Lo siento, si pudieras ver dentro mío quizás podrías entender que de verdad me arrepiento.

- No importa cuanto te arrepientas selim, ya está echo, ya estoy lastimada y las cosas no se resuelven con unas simples palabras.

- Lo sé, pero yo en verdad no podría vivir si me ignoras como planeas hacerlo, no puedo vivir sin ti.

Vaya por lo menos sabía que era lo que haría, aunque eso no quiere decir que no le vaya a doler de todos modos.

No puedo irme de este palacio por qué él mataría a toda persona que me ayude a salir y no quería involucrar a inocentes en esto, las personas que no me han hecho nada, no tienen por qué salir manchadas por esto.

- Entonces muere - dije molesta.

- Nurbanu - alzó la voz.

- Olvídalo, no vas a manipularme con eso, no creeré nada que salga de esa boca, ya te lo dije.

- No trato de manipularte, no puedo vivir sin ti, lo prometo.

- Ya te dije que hacer entonces.

- Basta - gritó - soy el sultán selim, el sultán cruel, ni si quiera tendría que estar pidiéndote disculpas.

- No te pedí hacerlo, puedes irte a tus apocentos y estar las veces que quieras con Dilsha, pero de mi, te vas olvidando - dije tranquilamente.

- Solo fue..

- ¿Que? Selim solo vete y déjame tranquila - señalé la puerta.

- Nurbanu, no olvides a quien tienes en frente tuyo, todo en el imperio me pertenece, incluyendo estos apocentos, no puedes echarme.

- Entonces quedatelos y expulsame del palacio, sería la mujer más feliz si es que no tengo que ver el rostro de la persona que me mintió y lastimó.

"Mentira" "morirás sin él" dijo mi corazón, pero no lo escucharía, no ahora, no cuando el fue quien me dijo "confía en selim" y es por esa situación que estoy aquí, apunto de llorar frente a él, pero no, no haré eso.

- No dejaré que te vayas de mi lado nurbanu, te lo dije una vez, si tengo que encerrarte en estos apocentos para que no te vayas, lo haré - dijo serio - ni si quiera te atrevas en pensar dejar este palacio por qué mataré a todas las personas que te ayuden a alejarte de mi - con esas palabras salió de mis apocentos confirmando lo que yo pensaba antes.

Oh selim, si supieras que no tengo la más mínima intención de irme.

No, eso sería dejar ganar a Dilsha y no estoy dispuesta a eso, nunca, primero le borraré esa sonrisa del rostro.

Estás desesperado y harías cualquier cosa por mi perdón, yo vere atentamente todo lo que eres capaz de hacer por mi.

Dilsha será nuestra tercer gran espectadora.

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