Reencarne En Un Mundo Omegaverse

Capítulo 8

—¡Son unos abusivos!

—¿Y tú qué quieres niña? ¡Esto no es asunto tuyo!

Pronuncio el niño con una mirada de disgusto y enojo al ser regañados por mí.

—Porque mejor no te vas a jugar con tus muñecas

Baje la cabeza mientras estaba apretando fuertemente ambos puños

—mírenla quiere llorar

dijo uno de ellos en tono burlón mientras se me acercaba...

—eres solo una niña débil y tonta... Será mejor que te vayas si no quieres que lastimemos

entonces levante la cabeza para mirarlo a los ojos y con el ceño fruncido

—¡¿a quién crees que llamas débil?!

Pronuncie mientras le daba un puñetazo en el estómago, haciendo que este tosiera y callera al suelo llorando

—¿Ahora quién es el débil?

Pronuncie con orgullo y con mi puño en mano.

—Y ahora... Quien sigue

Hable mientras miraba a los otros dos.

"vamos Alex acércate y terminaras como en aquel entonces"

pensé mientras posaba mi mirada sobre él.

—a-ahora recuerdo... Tú eres esa niña pequeña de la escuela

Me señalo con su dedo y la cara un poco asustado

—¡si así es!

—¿Alex la conoces?

—¿e-eh? Si

—¿es acaso amiga tuya?

—¡por supuesto que no!

Respondí enojada a tal pregunta

—entonces que esperas dale una lección

"darme una lección... Si claro cómo no, yo le daré una para que no lo olvide nunca"

Pensé mientras lo miraba enojada

—tsk... Sera mejor irnos, la diversión ya se perdió

Dijo mientras me daba la espalda y los otros dos iban tras de él

—¡la próxima no te salvarás!

Pronuncio mientras se marchaba

—¡sí! ¡Recuérdalo tonta niña!

Pronuncio el otro niño que había golpeado.

"los niños sí que se recuperan rápido"

Mientras los mire irse con desgaste me acerque al otro niño que se encontraba llorando.

—¿estás bien?

Le pregunte al acercarme para ayudarlo a levantarse.

—s-si

Respondió con timidez mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos

Observe su ropa que estaba toda sucia.

"seguro lo estaban molestando antes de que yo ya llegara, esos malditos mocosos"

Con furia y enojo mi pequeño yo interno gritaba de enojo.

—m-muchas gracias

—no hay....

"¡oh por Dios!"

Fue lo primero que pensé al ver el rostro del pequeño niño a quien ayudé, tenía un rostro muy adorable, con ese cabello ondeado azul, esa piel blanca que parecía porcelana y esos hermosos ojos verdes, en ese momento vi que el niño se había sentado en uno de esos troncos altos abrazando sus piernas para luego comenzar a llorar nuevamente.