Capítulo 105

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—mama ¿Qué pasa? —respondió Dan a la llamada

(me alegra que respondas)

—¿Por qué no lo haría? —pregunto extrañado

(es que últimamente no has estado en casa y quería saber si ¿tienes alguna preocupación?)

—ah... Te dije que no es así la última vez que conversamos ¿recuerdas?

(Lo sé, pero con todo esto y lo de Ameri me preocupa que no estés llegando a tiempo a la casa)

—¿Quién te dijo eso?

(El mayordomo)

"ese maldito metiche"

Pensó Dan disgustado con la imagen del mayordomo en su mente

—Descuida mama, estoy bien... Sé que el asunto de Ameri es un poco preocupante, pero también debes de recordar que trabajo en la oficina y ya sabes lo exigente que es la abuela.

(Entiendo, pero si sientes que no estás bien, no dudes en venir a mí, soy tu madre y me preocupo mucho por ti.)

—Lo sé, mama ahora...

Se escuchó un pequeño ruido

(¿Qué pasa hijo?)

—No es nada... Solo, solo se me cayó algo...

"Justo a tiempo"

Se dijo a sí mismo peinándose hacia atrás

—Mamá, tengo que colgar, y por cierto creo que hoy no llegaré a casa

(¿Eh? ¿Por qué?)

—Justo ahora me llego un correo muy importante, tengo que revisarlo

(¿Te parece bien si te llevo algo de comer?)

—No es necesario, ya cené, mañana saliendo de la universidad, iré directo a la casa

(Está bien hijo, cuídate)

—Igualmente, mama

Colgó el teléfono para luego sentarse en la cama con la mirada en el suelo

—No... hay duda... —trataba de pronunciar

—Esto es mi celo...Hah...

Sonrió mientras jadeaba...



—¿No vas a tomar tus supresores? —pregunto Hellen mientras ponía una taza de café sobre su escritorio

—No es necesario... —respondió Dan mientras tecleaba

—¿eh? "No es necesario" dijiste, que pasa si...—respondió para luego mirar a Dan

Hellen Retrocedió unos pasos atrás

—¡¿acaso te volviste loco?! —Exclamo Hellen

—¿Qué pasa si te da tu celo cuando estés con ella?

—pasará lo que tenga que pasar...—respondió mientras miraba la pantalla de la laptop con satisfacción

—ahora solo queda...

—No, no realmente te has vuelto loco —decía Hellen incrédula

—Si sigues diciendo, me aseguraré de bajarte el sueldo

—Lo siento —Hellen hizo una reverencia rápidamente

—Pero, eso es demasiado, incluso para ti...

—Lo sé... aun así quiero ver qué es lo que sucede —respondió Dan colocando su mano sobre su mentor

—No dijiste que no harías nada que la dañaría —decía Hellen

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