No es él, es ella.

#2: Paliza Mental

Capítulo 2.

Habían pasado casi dos semanas desde mi primer encuentro con la chica labios carmín y hoy era viernes. ¡Por fin! La semana pasada había entregado dos trabajos bastante largos y era un fin de semana del que disponía exactamente para no hacer nada y descansar, bien merecido me tenía aquello ser universitaria no era exactamente fácil. 

Los últimos días fue exactamente lo mismo respecto a la misteriosa chica. Me seguía ¿O yo la seguía a ella? No, definitivamente no. Me observaba y yo evitaba con urgencia sus miradas y me hacia la tonta, fin. Ya me estaba acostumbrando y no sabía precisamente si esto era bueno o malo, ya no era una mirada sobre mi que me molestara del todo ya era una atención hacía mi persona algo amistosa o eso me gustaba pensar. 

9:15pm Yo esperaba en el andén, cuando la vi al menos ya se me había pasado la idea de "La secuestradora labios carmín" gracias a dios. Aparte ese apodo no le quedaba muy bien, la última semana uso pinta labios de distintos colores cada día. Un día carmín y al otro podría llegar con los labios verdes o negros ¿saben que era lo peor? Estaba teniendo pensamientos agradables respecto a ella, una curiosidad difícil de ignorar  y sus labios arco-iris, incluso hacía apuestas sobre el color de labial que traería puesto al día siguiente.

Nunca adivine. 

Entre al vagón, entró detrás de mí y nos sentamos una frente a la otra, ya era costumbre. A pesar de que tenía pensamientos positivos e incluso divertidos sobre esta chica no tenía explicación alguna a un sentimiento de molestia sobre ella, tal vez por no haber aún saciado mi curiosidad hacia esta, no entendía si me llegaba a molestar porque no me iba a otro vagón o sentarme en otro lugar, pero solo lo pensaba más nunca lo hacía.

Me observo hasta que el vagón iba atascado y una señora nos tapaba la vista, una barrera, o una puerta humana entre las dos. Era viernes y era normal que todo mundo quisiera regresar a su casa pero este día realmente parecía que la gente se había puesto de acuerdo para meterse todos en un solo vagón. Parecíamos sardinas enlatadas.  Odiaba los viernes y ahora no tenía ni la menor idea de cómo me bajaría en mi estación, había un mar de gente entre la puerta y yo genial. 

Faltaba una estación y yo me estaba muriendo pensando en cómo salir así que me pare de mi asiento para intentar acercarme a la puerta y cuando menos me di cuenta las puertas se abrieron en la estación de transborde y sentí que me tomaban de la mano, alguien me jalaba fuera del vagón.

Cuando vi que la mano pertenecía a la chica labios... Violeta. Esta vez estaban violeta, violetamente hermosos.

-¡Hey! gracias chica labi...
Se me caía la cara de vergüenza casi la llamo por su apodo.
-Quiero decir, solo gracias.
Ella me miraba divertida y yo sin dejar siquiera que me respondiera salí volando hacia las escaleras subiendo a toda prisa y llegue al último vagón, me subí y me senté solo que ahora en otro asiento que el de costumbre. Rogaba mentalmente que se cerraran las puertas rápido. Por favor, por favor, por favor ahora.

Por fin Señoras y Señores se estaban cerrando cuando en el último momento entro ella.

Auxilio.

Oh esperen esto no acaba aquí adivinen donde se sentó; a lado de mí. Maldigo los asientos dobles.  

¿De verdad la había llamado "Chica labios..."? ¿Por qué jodidos al menos hubiera terminado la frase Violetas? ¿Creerá que soy idiota? ¿Creerá que la acoso? No, esperen un momento ¡Aquí la acosadora es ella! Bueno pero eso no quita que la llame chica labios -bofetada mental- Seguramente debo traer la vergüenza tatuada en la cara again bofetada mental. Relájate Taylor, relájate. ¡La he llamado chica labios! Y está sentada a mi lado y hui de ella y estoy temblando ¿Cómo me iba a relajar?...

Algo interrumpía mi monologo interno, o alguien.

-Así que... ¿Prácticas para un maratón o algo? -Lucía divertida. Yo moría.
-¿Q-Que? -Tartamudee.
-Sí, bueno saliste corriendo y muy veloz debo decir -Sonrió.
-hem -aclare mi garganta- eso ah no... Solo estaba dando una caminata rápida, ya sabes es bueno hacer ejercicio. -Bofetada mental. No, no, no esperen ¡paliza mental! ¿Realmente dije eso?
Sonrió -Ya veo, interesante.
-Solo bromeaba. –La mire apenada a modo de disculpa.
-No hay problema.
-Debo irme.
Y era verdad la siguiente estación era la mía. Me levante dirección a la puerta.
-Adiós. –Le dije volteando una última vez.
-Hasta mañana chica maratón. –Salí con la cara roja. Rojo carmín.

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Hey ♡

¿Como están queridas lectoras? Espero y este capitulo les haya gustado tanto como a mi :3.

Si tienen algún comentario, duda o sugerencia pueden dejarla en comentarios es muy importante para mi /u\...

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