uno

3.8K 268 7
                                    

Por los bulliciosos pasillos los alumnos se abrían paso entre unos y otros empujando a quienes se les pusieran enfrente para obstruir su paso, dependiendo a qué aula ibas podías tener más o menos suerte en aquella batalla llamada "llegar a tiempo"

Y por más que pareciera, todos aquellos alumnos no iban tan tarde puesto que aún no había sonado la campana y los profesores todavía estaban relajados en la cafetería dando los últimos sorbos a sus cafés, pero esa suerte de llegar temprano nunca fue a favor de SeokJin.

El mismo se hallaba a mitad de camino corriendo como una alma despavorida en busca de refugio, solo que se dirigía a su hogar nuevamente en vez de correr hasta su instituto que sería lo lógico. SeokJin no es el más centrado en sus rutinas diarias y a unos cinco minutos de llegar al edificio de su institución, recordó que había olvidado una maqueta del sistema solar. Era el último día para entregar y si no lo hacía recibiría una muy mala nota para su registro, uno lleno de ceros y unos.

Por su frente se resbalaban las gotitas saladas y sus piernas ya flaqueaban dándole pocas esperanzas al castañito Omega, pero aún así llegó al portal de su edificio con un dolor de pecho que le impedía respirar con normalidad.

No supo cómo saco las llaves de su abrigo pero ya se encontraba pisando las escaleras una a una con rapidez, por su cabecita pasaban millones de posibilidades fallidas de entregar su trabajo a tiempo y sano, no confiaba mucho en sus reflejos y era consciente de su nivel de torpeza. Así que si esa maqueta llegaba bien a su segunda clase, sería de puro milagro.

Al abrir la puerta de su departamento pudo presenciar el sonido vacío de algo romperse en alguna de las habitaciones, entonces se tomó un respiro de un minuto con unos cuantos segundos. Dejó caer suavemente sus hombros y su mochila se resbaló por sus brazos lentamente, cayendo sin delicadeza alguna al final, ya le daba igual que en aquella mochila llevara su laptop.

Avanzó unos cuantos pasos con pesadez y formando un tierno pucherito con sus belfos, los cuales estaban mordisqueados y resecos por la carrera mañanera.

Pensó en los posibles objetos que su lindo gatito siamés podría haber roto en su estancia fuera de casa pero en cuanto vio a Mercurio rodar hasta sus pies supo que su curso se había desmoronado completamente o por lo menos en aquella materia.

El causante de su situación ahora mismo era un gran gato siamés que adoptó de la calle hacia unos años cuando era un pequeño e inofensivo gatito abandonado, que al parecer le tenía un amor odio más grande de lo que se podía imaginar.

Sus ojitos marrones se fijaron en el felino, muy contento jugando con el sol de un lado a otro, por lo menos estaba tranquilo y no acudió a atacarle como la mayoría de los días.

Muy resignado y con unos ánimos bajo cero, recogió su mochila y se la enganchó al hombro, un malestar creciente en su pecho y un dolorcito en su cabeza se hicieron presentes mientras caminaba a su instituto nuevamente.

Era de esperarse que ese día iba a llover muy fuerte y Jin lo sabía de sobra porque el día anterior había visto las noticias mientras le daba los últimos retoques a su trabajo, pero el paraguas que había preparado se había roto en su carrera de la mañana, por lo tanto ahora por sus castaños y sedosos cabellos se resbalaban gotitas gruesas de agua, por su rostro unas cuantas más y en su uniforme ya empezaban a haber manchas humedecidas.

No era agradable recibir el agua de la lluvia en un día donde todo va en su contra y donde en su cabeza solo hay imágenes de sus compañeros reírse de él mientras hacen comentarios burlándose de su persona, además de las regañinas que recibiría por parte de sus profesores. Para ser sincero, SeokJin ya había afrontado el no llorar frente a ellos cuando empezaban con sus chistes malos.

Así que al llegar a su clase se concienció de lo que posiblemente le dirían.

delulu vibes | namjin Where stories live. Discover now