EL HEREDERO Versión antigua.

CAPITULO 21 DENTRO DEL CASTILLO

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Aquel niño se puso a llorar al ver que no conocía el camino hacia el castillo, los rosales eran para él un gran laberinto, tenía miedo, a pesar de verse mayor, comenzó a asustarse -mamaaaa, ¿en dónde estás? Preguntaba una y otra vez, mientras caminaba, de pronto, se asomó una cabeza en un arbusto - ¿porque lloras? - preguntaba ese niño, tenía una piel blanca, sus orejas eran negras, y su nariz, era de un rojo escarlata intenso era Yakko cuando era tan solo un pequeño de cinco años.

-es verdad que los rosales son un laberinto, pero no te preocupes, yo te puedo ayudar-

Agarrando de la mano a aquel niño perdido, de cabello castaño, Yakko camino entre los rosales con él, - yo te conozco, eres el hijo adoptivo del rey de Tiktokya ¿verdad? Él es un gran amigo de mi papa, ¡espero llevarme bien contigo!

Breadle dejo de llorar por un momento, sonriendo finalmente ante aquel niño que le mostro la salida, las rosas lo hacían ver dulce y tierno, haciendo que el pequeño niño, quedara sonrojado por su ternura...

...

El intenso frio de la mañana, hizo que Yakko se despertara de aquel sueño, observo hacia la ventana, noto que la nieve cubría por completo su querido pueblo, habían llegado a la villa acmé, y no tardarían en llegar al castillo. Al voltear vio a Brad quien le saludo con una sonrisa animosa y algo tétrica- ¡hola huerfanito! ¿soñaste bien? - le pregunto Brad quien no dejaba de observarlo.

-sí, soñé muy bonito,- decía Yakko muy animoso, sin embargo, eso solo fue sarcasmo cuando dijo lo demás -pero ahora, desearía no haber despertado, si me vas a mostrar esa fea cara en la mañana-

Eso a Brad le molesto un poco, sin embargo, no quiso discutir con su prometido, quien se estiraba y bostezaba tranquilamente y, al intentar estirarse más, sintió los cuernos de aquella dama que le acompañaba. Asustado, retrocede un poco, Maléfica solo le miraba seriamente mientras Yakko intentaba sonreír

-lo siento, ¿le pegue? - decía Yakko un poco miedoso, notando a la mujer como se enoja.

- no, estoy bien- decía maléfica, quien miraba su bastón silenciosamente.

Brad, noto el miedo que Yakko tenía- relájate, no te morderá. - decía mientras le susurraba y le apretaba la mano. Yakko al sentir su mano fría, intento quitárselo, pero no tuvo tanta suerte que digamos

-quita tu mano-decía Yakko

-toma mi mano- decía Brad

- ¡hijo de...! - gruño, agarrando la mano de Brad mientras este molesto, ponía su mirada más enojada de todas, sin embargo, noto que maléfica le miraba sin expresión alguna,

-¿sucede algo?- decía Yakko nuevamente sonriendo tímidamente

-no, -decía maléfica, quien voleaba a ver otro lado.

Finalmente llegaron al castillo. El carruaje, se estaciono justo en frente de la entrada. Brad bajo sonriente y con ánimos para recibir a su prometido en sus brazos, sin embargo, este le rechazo y bajo del carruaje tranquilamente, entrando junto con él a la puerta, siendo recibidos por el pájaro de sabina, su hechicero de más confianza. Un hombre algo barbudo, con una cara larga y horrible, ojos grandes con una diminuta iris, y también con un gran mentón, quien tenía a un guacamayo de color rojo en sus hombros. Ese era Yaffar, el hechicero del reino de Tiktokya

- ¡bienvenido a casa mi señor! - decía este quien hacia una reverencia hacia los jóvenes. Brad, aventó su capa a la servidumbre que tenía en ese momento, mientras que Yakko aparecía aun con una capa verde esmeralda que Brad le dio. La sirvienta una chica pelirroja de cabello corto, intento quitarle su capa, pero Yakko se negó, afirmando que no quería que hicieran eso.