Capítulo 20

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El viejo no comía, devoraba todo lo que se le pusiera enfrente, parcia que no hubiera comido en meses. Una vez terminada la comida, Talbot estaba disfrutando de un té de hiervas que Haru le había hecho en vista de que se fuera a indigestar

-Señor, es un honor tenerlo..., ¿Este dormido? - Aria estaba con una expresión de no saber cómo responder a eso, el señor come como loco, toma té calmadamente y cae dormido donde se le pega la gana.

-No te sientas mal Aria, mejor hay que concentrarnos en que vamos a hacer con los muchachos- Reborn había dejado a un lado a Talbot, lo respetaba mucho y sabía que el viejo actuaria cuando fuera oportuno.

-El joven Simone no sabe quiénes son ustedes, pero por eventos suscitados en la mañana serán el centro de atención, lo mejor que pueden hacer es hacerse su amigo y averiguar más antes de actuar- Aria había oído la anterior platica de Nagi sugiriendo el mismo plan, pero sabía que no lo iban a llevar acabo de no ser una orden de los altos mandos de la casa, ósea Reborn o ella.

-No puedo, los pelirrojos me ponen nervioso- y el cielo no estaba equivocado, ya que desde el día que el heredero Simone trato de asesinarlo, desarrollo un miedo un poco particular a los pelirrojos. Siempre que veía uno, unas ganas incontrolables de temblar aparecían, pero con el tiempo aprendió a controlarlo, pero nunca desapareció la necesidad de huir.

-No te preocupes por eso hermanito- en el comedor entro nada más ni nada menos que Dino y otro muchacho de cabello rubio, vestido con overol verde, otra visita más, si seguían así ya no tendrían habitaciones para tanta gente.

-Caballone, no lo esperaba tan pronto por aquí, pero es bueno verlo- dijo Aria invitándolos a sentarse en la mesa, todos los guardianes estaban sorprendidos por la cantidad de personas poderosas que había sentados en la que, por tal multitud, era una pequeña mesa.

-Mi madre le manda saludos señorita Aria, pero ese no es simplemente el motivo de mi visita, vengo a decirles que he reforzado la seguridad en las redes, tengo hackers trabajando 24 horas para mantener la vigilancia y además traje a mi mejor ingeniero, Spanner- el muchacho solo levanto la mirada de su celular y la volvió a bajar, parecía que no tenía mucho interés en la conversación de su jefe o de tener al último sobreviviente de Vongola parado justo ahí.

-Spanner ha hecho estos lentes de contacto que te ayudaran a identificar muchas cosas, será como si tuvieras una computadora en los ojos- dijo mostrando un estuche pequeño que adentro tenia líquido y los lentes de contacto.

-Y con respecto a su problema con los pelirrojos, estos oculares filtraran el color, cambiándolo a él que usted quiera, puede hacer lo mismo con los rubios y castaños, solo debemos ajustarlos- el jefe Caballone se veía muy entusiasmado por ver cómo funcionaba dichos objetos en su hermanito.

-Vamos joven Vongola, sería buena oportunidad para que también usaran lo que tengo preparado- nadie se había percatado de cuando el viejo Talbot se había despertado, tenía una sonrisa en el rostro.

-Todos a la sala de entrenamiento- dijo Reborn haciendo que todas las personas, guardianes y jefes de otras familias pasaran a dicha sala.

-Bien hermanito, debes ponerte los lentes, haremos algunas pruebas para ver si funcionan y calibrarlos- Dino le había entregado el estuche a el cielo esperando a que se los pusiera.

Tsuna estaba algo nervioso, jamás había usado lentes de contacto en su vida, no le gustaba ni siquiera ponerse gotas para los ojos, pero si eso lo ayudaría a proteger a su familia, lo haría. Así que tomo aire y procedió a ponérselos.

Fue un poco difícil, se había picado muchas veces el ojo tratando de acomodar el lente. Le picaba, le ardía, y sus ojos pasaron a estar un poco rojos y por la irritación. Pero al final logro ponerse los 2.

El Renacer de VongolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora