Capitulo 42.Aléjate de mi chica

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"A veces soy bueno, pero cuando soy malo, soy mucho mejor."

***

— Pues...—balbuceé, no sabía qué decir, desde luego había quedado sin palabras—. Eres muy tierno, Nash.

Él sonrió con tristeza—. ¿Pero?

— No tengo un "pero"—reí ligeramente, mordiendo mi labio inferior—. La verdad es que... me has impresionado.

— No tienes por qué hacerlo—suspiró—. Pero debes saber que no estás en la obligación de responderme, sólo lo he pensado y ya.

— Nash, no digas eso—volví a girarme entre sus brazos, tomando su rostro entre mis manos y acariciando sus mejillas—. No pienses que me gustas poco, o que estoy jugando con tus sentimientos, es sólo que...

— ¿Estoy yendo demasiado rápido? ¿Es eso?— frunció el ceño.

— Por supuesto que no, estamos bien, y considero que todo está marchando sobre ruedas—besé sus labios—. No te preocupes por nada, porque siento que todo lo que haces es perfecto.

Sonrió, ésta vez mostrando su verdadera felicidad; tomó mi rostro entre sus manos y comenzó a besarme como la noche anterior: con decisión y rudeza. Enredé mis brazos en su cuello mientras él me atraía más hacia su cuerpo. Mordió mi labio inferior y su lengua se deslizó en mi boca, haciendo que mi cuerpo temblara y mi piel se erizara. Era evidente que ambos nos gustábamos, no sólo por la forma en que congeniábamos, sino por la forma en que besarnos se nos hacía muy poco del otro. Sentí como mis labios aclamaban los suyos al momento de separarse, abrí mis ojos y vi que Nash no me miraba a mi, sino hacia la puerta de su habitación.

Giré mi cabeza y en el umbral de la puerta se encontraba Will, viéndonos con sorpresa pero a la vez diversión.

— Will... esto... tú... ¿ah?— tartamudeó Nash.

Tragué saliva con nervios y sentí mi boca seca, salí del regazo de Nash -en el cual me senté a horcajadas inconscientemente- y me levanté con rapidez.

— Puedo explicarte, yo...

— Eh, yo no vi nada—interrumpió a Nash, colocando su mano en el aire en señal de silencio—. Venía a... aclarar un par de cosas con respecto a las habitaciones.

El chico de ojos azules y yo intercambiamos miradas, las cuales estaban cargadas de vergüenza acompañando al color de nuestras mejillas. Will sonreía como si de un espectáculo se tratase, mientras su mano derecha aún sostenía el pomo de la puerta.

— Pues tú dirás.—dijo Nash, en mejor estado que segundos antes.

— La habitación de invitados tiene una cama muy pequeña, Elle y yo no cabemos allí en lo absoluto—negó con la cabeza—. Entonces, debido a que ______ ocupa la habitación de huéspedes principal, pensé en cambiar de habitación contigo, ya que tu cama es matrimonial—explicó—. Claro, si tú estás cómodo con esto.—se apresuró a decir.

— ¡Por supuesto, hombre!—exclamó Nash—. Pueden instalarse ahora mismo si quieren, yo iré a dejar mis cosas entonces.

—Gracias, hermano.—dijo Will, sonriendo y cerrando la puerta detrás de sí.

Suspiré con alivio y agradecí no haber tenido que hablar en todo ese rato, estaba segura de que si abría mi boca no saldrían más que disparates.

— Que intenso.—soltó el castaño.

Viré mi cabeza y él estaba viéndome, mientras una risilla divertida salía de su garganta.

— La verdad es que si, y mucho...

Operación: Niñera [Nash Grier y tú]©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon