Operación: Niñera [Nash Grier y tú]©

Capítulo 43.La charla

"Es sólo cuando me pierdo en alguien más, que me encuentro a mí mismo."

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— Shirley, llevas encerrada todo el día en casa, un poco de aire fresco no te hará daño.

— Oh, ______, no molestes—bufó mi amiga—. Lo único que quiero es dormir, comer y ver películas el resto del día.

— Pero te vas a volver loca de ser así—suspiré—; debes olvidar a Evan al menos unas horas, ayer te lo estabas pasando de maravilla en la heladería con Skylynn y conmigo.

— Así es, lo sé—asintió, llevando otro puñado de papas fritas a su boca—. Pero el sentimiento jamás se fue, ahora que tengo tiempo de pensar duele más.

— Por eso quiero que te distraigas, Shir—me senté en la cama a su lado—. Estar viendo películas un sábado por la tarde es deprimente, y creo que "Votos de Amor" no te ayudará en nada.

La chica estiró su cuerpo aún envuelto por su pijama rosa, me miró suplicante y pausó la televisión.

— Más vale que hagamos algo realmente divertido, porque me la estaba pasando de lo mejor viendo a Channing Tatum.

Se colocó sus pantuflas de conejitos y se encerró en el baño de un portazo, sonreí divertida y me dirigí a mi habitación recostándome en mi cama, vaya que la extrañaba. El fin de semana había comenzado, y debía admitir que de la mejor manera, ya que despertar entre los brazos de Nash fue magnífico.

Esa mañana habíamos desayunados todos juntos unos ricos hot cakes preparados por Lucy, la cual -después de lavar los trastes- salió con Elle de compras por la ciudad, llevándose a Will, Skylynn y Hayes consigo. Por otro lado Nash decidió estar en casa con Cameron, mientras a mi me daba tiempo de visitar a Shirley y ver cómo iba todo, aunque no estaba tan bien, al menos no como yo esperaba.

Me puse de pie y tomé un bolso de mi armario, en el metí unas cuantas prendas de ropa, principalmente un vestido. Tenía planeado salir esa noche con mi amiga, pasar el rato en algún bar e invitar a nuestros amigos tal vez.

Sentí que la puerta del baño se cerraba, a los segundos venía Shirley portando una toalla alrededor de su cuerpo, mientras con otra secaba su cabello.

— ¿Qué llevas ahí? — frunció el ceño.

— Pues... un poco de ropa que me hace falta—mentí, si le contaba mis planes no accedería de inmediato—. Ve a vestirte, iremos a dar una vuelta por ahí.

— Dios, que divertido — sonrió con sarcasmo.

Solté una carcajada y rodé los ojos viendo como se marchaba. Giré mi cabeza y mi mirada se detuvo en mi mesita de noche, en ella reposaban cuatro tiras de fotos, en las cuales habían seis secciones de de memorias que no recordaba. Me acerqué a ellas y tomé una que llamó mi atención, éramos Shawn y yo haciendo poses y muecas distintas en cada foto. Parecía estar feliz a mi lado, y yo no me quedaba atrás. Suspiré y tomé todas las tiras echándolas al bolso, era lo único que me quedaba para sentir a mis amigos cerca, ya que si uno faltaba sentía que estábamos incompletos.

Por más que Shirley tratara de tranquilizarme no podía hacerlo, Shawn -en todo el tiempo que llevaba de viaje- no me había llamado ni una sola vez como había prometido, suponía que aún seguía enojado conmigo, pero mi corazón pedía a gritos que no fuera así y que simplemente estuviese pasando tiempo con su familia.

Lo extrañaba bastante, necesitaba a mi mejor amigo.

Narra Nash

— ¡Nash! ¡Ya estamos en casa!