Epílogo

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28 de diciembre.
Carolina del Norte, Charlotte.

Recostó su cabeza en la almohada una vez más, queriendo descansar pero sin lograr su cometido. No dejaba de pensar en ella ni un sólo día. Se culpaba reiteradas veces por no haberle hecho caso y no dejar la carrera. Sin embargo ya era un poco tarde para arrepentimientos.

Era su cumpleaños número dieciocho. Estaba feliz por ello, sí, no podía negarlo. Pero su corazón todavía no dejaba de latir con dolor cuando los recuerdos llegaban a su mente, simplemente no podía estar del todo contento.

La puerta de su habitación se abrió, dando paso al resto de la familia Grier y a Lucy. Skylynn entraba titubeante con un pastel en sus manos, que temblaba con cada movimiento de la pequeña. A su lado estaba Hayes, quien había ido a su habitación durante el amanecer para desear feliz cumpleaños a su hermano mayor.

— ¿Saben qué hora es? —Preguntó él.

Su madre le envió una mirada divertida y reprochadora.

—Sí. Es la hora de que apagues las velas y pidas un deseo —dijo ella, acercándose a Nash para plantar un beso en su mejilla.

Luego de cantar la famosa canción de cumpleaños, Nash apagó las velas. Deseando lo único que en verdad quería en todo el mundo, aunque sabía que sería difícil de tener.

Sus padres abandonaron la habitación, no sin antes advertirle que debería bajar en cinco minutos para tomar un desayuno en familia antes de que ellos se marcharan a trabajar. La navidad estaba siendo bastante divertida, a pesar de todo lo acontecido hasta los momentos. Ya hacía casi un mes del accidente, y creía que no podía estar más agradecido por tener una segunda oportunidad de vivir.

Sus padres habían estado muy preocupados y molestos los primeros días, pero luego se volvieron más unidos que nunca. Sin embargo Nash no podía evitar sentirse enojado con su madre. Le había pedido a ______ que se marchara, alejando de su lado lo único que le importaba. Cada noche las pesadillas invadían sus sueños; eran incontrolables y dolorosas a la vez.

Él sentía que una parte de su ser se había ido con su chica.

Matt, Cameron y él eran más amigos de lo que eran antes (como si eso pudiese ser posible). Matt le había pedido disculpas por la reacción que tuvo al enterarse de la verdad, sin embargo, Nash no dejó que se sintiera mal, alegando que todo era su culpa y que nunca debió mentirle.

—Nash...

Volvió su mirada a la puerta y allí se encontraban Cameron y Matt.

— ¡Feliz cumpleaños, campeón!

Matt se abalanzó sobre él en la cama, haciendo que una sonora carcajada resonara en la garganta del chico de ojos azules.

— ¡Chicos! —Sonrió—. Me alegra que hayan venido. La pesadilla de la familia se reúne para desayunar.

Cameron sonrió con emoción y abrazó a Nash.

—No nos perderíamos jamás un desayuno de Lucy, hermano.

Oh, por supuesto que no lo harían.

—Cam... ¿Has hablado con Shirley? —Preguntó Nash.

Agachó la cabeza y se sintió cohibido por una milésima de segundo. ¿Estaba bien seguir atormentándose con el recuerdo? Él sabía que no. Pero tampoco podía evitar preguntar subliminalmente por nuevas noticias de su chica.

—Todos los días —dijo él—. Pero aún no quiere decirme nada.

Nash asintió y trató de hacerse el indiferente. Pero los tres chicos sabían que todo era actuación.

— ¿Bajamos?

Ante la pregunta de Matt sólo atinaron a asentir. Cameron jaló al castaño por el brazo, antes de que pudiera poner un pie fuera de la habitación.

—Nash... Sé que no estás bien —había dicho él—. Pero créeme que sólo lo hizo para protegerte.

El chico rió, burlándose de sus palabras.

—No me ha ayudado en nada, Cam —suspiró—. Tan sólo... me dejó vacío.

Cameron negó, no dando crédito a lo que sus oídos escuchaban.

—Vamos, Nash —insistió—. Ella necesitaba alejarse. Se siente culpable. Creía que lo mejor para ustedes sería estar lejos, al menos un tiempo. Además, no podrían verse. Tu madre no lo permitiría.

—No me importa —negó él—. La quiero, Cameron. Por ella podría hacer lo que sea.

Su amigo se encogió de hombros, intentándolo una vez más.

— ¿Sabes qué? —Ladeó la cabeza—. Ella también te quiere.

Vio tristeza en los ojos de su mejor amigo. Él lo sabía. Sabía que ella lo quería. Después de todo lo había advertido; había rogado e implorado que no aceptase la carrera. Y él... simplemente siguió lo que creía correcto. Ella lo había protegido; se había marchado para intentar no hacerle daño.

Pero era inútil pensar en eso, ya no valía la pena.

— ¿Vamos?

Cameron asintió, no queriendo presionar a la mente traidora de Nash. Pasó su brazo por sus hombros y bajaron juntos hasta el recibidor, donde estaba su familia esperando por él. Todo estaba perfecto; se sentía a gusto y completo...

Pero le faltaba ella. Su chica.

Nota de la autora: ¡Chicas! No puedo creer que la historia haya terminado *-*

Quiero comentarles en primer lugar, que he decidido subir el epílogo hoy por el cumpleaños de mi dinosaurio (Matt) y porque en verdad se lo merecen, gracias a ustedes ¡hemos llegado al puesto número 55 en Fanfic! *-* GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS. GRACIAS. 

No quería dejarles tanto tiempo con la intriga... ¡Así que aquí está!

Con respecto al final (que fue bastante trágico), he visto que no a muchas les gustó. Desde que inicié la novela yo sé cómo acabaría; por ésa razón he decidido hacer un epílogo, para que pudiesen ver el punto de vista de Nash y entendieran un par de cosas.

Les agradezco muchísimo todo lo que han hecho. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida escribir ésta novela. Y tranquilas, que aún no se deshacen de mí e.e

Algunas chicas estuvieron preguntando si habría segunda temporada, les he dicho un par de veces, pero no me importa volverlo a decir; la novela tendrá segunda temporada.

Y les prometo con todo mi corazón que allí Nash y la rayis no se separarán ni dejarán de verse, ya lo verán ;) #NashitaForevah #NashitaFeelings ;)))

He leído algunos comentarios con respecto al último capítulo. Respeto sus opiniones, pero no me ha gustado que un par de personas dijeran que no les gustó el capítulo; que debería cambiarlo o simplemente que el final pudo estar mejor. Entiendo a la perfección, pero compréndame a mí también.

No quiero ser borde ni nada por el estilo. Sólo quiero hacer saber que es mi novela, puedo hacer y deshacer lo que yo quiera y me siento orgullosa con el resultado. El final es triste, lo sé, pero la segunda temporada promete muchas cosas buenas donde ninguno de nuestros personajes principales sufrirá rupturas o corazones rotos, así que arriba las caras largas y no me asesinen :(((.

Como dije anteriormente; ¡muchísimas gracias por todo! :)))

En serio les quiero mucho y espero que la segunda temporada les parezca tan buena como ésta. Mañana subiré el nuevo libro, les dejaré un anuncio justo después del epílogo. Así que aún no archiven ésta historia.

¡Nos leemos pronto! :))) Y, nuevamente, ¡un millón de gracias! <3

Operación: Niñera [Nash Grier y tú]©Where stories live. Discover now