Capítulo 2. "Regina"

479 48 29
                                    

Capitulo 2.
Brynn Gilmore

Justo allí. Justo el mismo lugar. Nuestro primer encuentro. Y ahora... Nuestro segundo encuentro. Uno más caótico que el anterior, uno lleno de inocencia y el otro de confusión, asombro, rabia. Perfecto para que todo estallará, perfecto para que todo se hundiera... ¡boom!

Su mirada es idéntica a la última que me dio hace un año. Asombro, rabia, confusión, desilusión, frustración. Sus ojos se ven oscuros, casi irreconocibles, sus ojeras y rostro perfilado le dan un aura oscura.

Mis manos tiemblan sobre la barra del cochecito. Y Jason... plantado frente a mi, frente a nosotras.

—Yo...

Se apresura a negar, tuerce la boca y se acerca a mi. Vuelve a rodear mi brazo con su mano, ejerciendo fuerza y arrastrándome con él, alejándonos de Landon y Ted, y la bebé. Veo sus musculos tensos, las venas marcarse en su brazos y como su mandibula esta en total tensión. Me hace girar de manera brusca, mostrándome su rostro transformado a total enojo.

—¿Se puede saber que te ocurre? —sisea, marcando cada palabra y hundiendo cada vez mas sus dedos en mi piel.

—Jason... déjame explicarte.

—Te estas tardando, ¿no? —sonríe, malicioso—. Creo que te has tardado un maldito año.

Me soy incapaz de sostenerle la mirada. Jamás le había visto asi. Pero no lo culpa, digo, enterarte que tienes una bebé de casi siete meses no creo que sea algo fácil de digerir.

—Mírame a los ojos y dime por qué lo hiciste —eleva la voz.

—Me enteré de el embarazo después de que te fuiste —vuelvo a encontrar sus ojos—, luego paso lo de tu mamá y... no quería que tuvieras una preocupación más.

—Pero mírate, que considerada —ríe ronco, sin gracia—. ¿y cuando planeabas decirme, hasta que cumpliera dieciocho y me pidiera que le comprara un coche?

—Suéltame, me lastimas —forcejeo aun sosteniéndole la mirada, termina sediendo, pero dando un paso hacia mi.

Veo por su costado como aun están los dos y el cochecito a unos metros de nosotros, con las miradas fijas en este punto y Ted con Maia en brazos. Nos ha costado montones hacer que se callara hace nada.

—Mira —vuelvo a Jason—, en estos momentos no podemos hablar, estas cabreado y no entenderás nada —casi le veo soltar humo por la nariz—. Es más complicado de lo que crees, en ningún momento lo hice con mala intención, te prometo que te lo diría, pero tampoco es que tuviera mucha opción ¡Me bloqueaste!

—¿Y que querias? ¿Qué te tuviera anclada como contacto favorito?

—No serviría de nada de todas formas, tu no regresarías por eso y yo no me iba a permitir que dejaras a tu madre... —tengo que alzar la barbilla para verle—. No podemos hablar aquí, nada te parecerá bien y te cabrearas más.

Veo de reojo como la puerta se abre, es Ariel, sigo su paso hasta que llega con los chicos y coge a Maia. Suspiro de alivio.

—Escucha, podemos hablar mañana o cuando quieras.

—Quiero ahora.

—¡Que no!

—¡Que si!

—¡Eres insoportable! —grito, enfurecida—. Entiendo que me odies, entiendo que no me quieras ver, pero tambien ya sabes que esa bebé es tu hija y... no la veas como un motivo para que tengamos que acercarnos de nuevo. No te prohibiré nada, es tu hija, así que no te desquites con ella por lo que haya hecho en el pasado.

Lugar En Mi  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora