Capítulo 7. "Tal vez fuera feliz"

797 75 33
                                    

Capítulo 7.

Brynn Gilmore.

—¿Te gusta este? —Emma sostiene un vestido color esmeralda enfrente de mi—. Se te vería muy bien.

Lo veo unos segundos antes de desviar mi vista a las demás prendas que tengo enfrente.

—Es lindo —siseo y hago una mueca.

—No te gusta —dice, y lo deja en su lugar.

—No es muy mi estilo —murmuro mientras reviso vestido por vestido que se encuentran detrás de sus maniquíes.

—Cierto... —se recarga en un maniquí—. No recordaba que de recatada con tienes ni un pelo —niego y la volteo a ver.

—Explícate —enarco las cejas.

—Bueno pues, entre más corto en vestido o falda mejor —le echa un vistazo a los vestidos—, si tiene escote y no tiene tirantes son tus favoritos, aunque no tengas pechos —se ríe.

La volteo a ver, ceñuda y con una mueca.

—No necesito tener pechos para ponerme algo con escote, muchas veces hasta mejor lucen —me encojo de hombros y cojo un vestido.

Le echo un vistazo, inspeccionando cada detalle. Es color azul índigo, de escote recto, tiene tirantes algo gruesos, es corto y puede que me haga figura. Digo, me ayudara a que mi figura se vea mejor, porque mi figura está muy bien. De eso estoy segura.

—Es lindo —murmura, Emma y se pone a mi lado—. Se parece a ti.

—Me gusta —confieso con una sonrisa y ladeo la cabeza.

—Pues ve a probártelo —me empuja por el hombro y camino desganada hacia los probadores.

Justo antes de entrar, me detengo frente a un conjunto que está portando un maniquí. Es una falda de pana azul índigo, un top rojo que tiene en el escote una leve V muy pequeña, combina, perfecto y me encanta.

—Disculpe —detengo a una dependienta que iba pasando por mi lado—. ¿Me puedo probar este conjunto?

—Claro, en un momento se lo doy —asiente y se pierde en un pasillo de ropa.

A los minutos regresa con ambas prendas en las manos.

—Aquí tiene —me las da.

—Gracias —me sonríe y yo le regreso el gesto.

Me saco la ropa y me pruebo primero el vestido... bien, no me gusto. Me hace una figura chistosa, no lo sé. Me lo quito y me pongo la falda, la cual promete mucho, me pongo el top rojo y vaya, que me he enamorado.

¿Es posible que alguien se enamore de sí mismo? No lo sé, pero me he enamorado de la hermosura Brynn Gilmore.

La falda es corta, justo como me gustan, se acentúa a mis caderas y cintura pequeña, el top que queda perfecto, me encanta el largo y como permite que entre la falta y la tela roja haya un espacio donde se pueda ver mi piel.

—¿Y bien...? —Emma esta justo al salir de los probadores.

—No me gusto el vestido —abre la boca de asombro—, pero, encontré esto y me fascino —agito las dos piezas con una mano.

—Bueno, a pagar, que aún nos quedan tiendas —sube y baja las cejas.

Salimos de la tienda con varias bolsas en mano, bueno, Emma... yo solo compre ese conjunto y unos accesorios. Ella sí que se compró varias cosas.

—¿Qué haremos este fin? —pregunta, con la mirada perdida en las tiendas que vamos pasando.

—Ni idea, no tengo nada en mente.

Lugar En Mi  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora