Capítulo 21. "Dos años"

718 70 32
                                    

Capítulo 21.

Brynn Gilmore.

28 de marzo.

Duele que ya nada sea como antes, pero más duele saber que ya no se puede hacer nada para cambiarlo. –Joel Acosta

A veces, por las mañanas desearía escuchar su voz. Quizá la manera en la que me decía buenos días era la razón de mi primera sonrisa del día. Cuando me llevaba al colegio y por la radio sonaban nuestras canciones favoritas y las cantábamos a todo pulmón. O cuando ella leía mi galleta de la fortuna y yo la suya.

Extraño cada segundo que pase a su lado. Esa complicidad que solo compartía con ella. Nuestras locuras. Nuestros gustos. Nuestros pasatiempos.

¿Cómo es posible que podamos extrañar a quien más nos hizo daño?

Porque si, había luces y hubo sombras. Noches grises, tormentas, vendavales.

Jamás imaginamos que la persona que promete estar con nosotros siempre, protegernos, querernos... simplemente un día se va para siempre.

Si me hubiesen dicho que te perdería tan rápido... me hubiese hecho loca de solo imaginarlo. Porque si, ella era lo que más yo quería, me daba todo, pero... a la vez nada.

Si tan solo hubiese comprendido que esa libertad solo nos dañaría, me dañaría... jamás hubiese salido de casa. Si tan solo hubiese recibido mas no de su parte. Si tan solo hubiese sido esa madre y amiga, y no más amiga que madre... quizá todavía estaría aquí.

Maia Harper.
07 de noviembre 1978 – 28 de marzo 2018.
"Sigues creando desde el cielo"

Jamás imagine que a mis diecinueve años estaría frente a la lápida de mi madre. Creo que eso es algo que todos vemos lejano, no lo sé, cuando son ancianos y nosotros adultos.

Me arrodillo, dejando que mis rodillas besen el césped. Paso mi mano temblorosa por la lápida para quitar un poco el polvo, dejo el ramo de margaritas encima de la tumba.

Trago con mucha dificultad, hay un nudo inmenso que no me deja hacerlo con fluidez. Hay lagrimas que salen por si solas de mis ojos, recuerdos que llegan a cada segundo, buenos o malos. Preguntas que quisiera hacerle, pero que jamás tendré su respuesta.

Esta noche, justo hace dos años, mi vida cambio por completo. No solo por su partida, sino por lo que me dejo. Vacía, con traumas, la conciencia carcomiéndome, la soledad ahogándome, un Por que adueñándose de mi mente.

¿Qué paso? ¿Qué cambio? ¿en qué momento cambiamos tanto? ¿Cuándo lo pensaste por primera vez? ¿Cuándo decidiste hacerlo?

Sé que no fui una buena hija, cometí muchos errores, pero... tu jamás me dijiste que estaba mal. Nunca me frenaste, solo tratabas de ignorarlo y me decías que hiciese como si no hubiese pasado.

¿Qué te hacía falta? ¿Fue por mi culpa? ¿Te importaba? ¿Era una carga para ti? ¿Pensaste en sus consecuencias?

—Debería odiarte por lo que me hiciste... —sollozo—. Pero... no puedo, simplemente no.

Todo a mi paso lo veo borroso. Puede que me esté quedando sin aire, puede que en cualquier momento me desmaye, puede que al emprender camino a casa me derrumbe.

Quisiera odiarla.

Si la tuviese enfrente le gritaría ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso no me querías?

Lugar En Mi  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora