Capítulo 5. "Deberías mirarte"

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Capítulo 5.

Brynn Gilmore.

La silla de la mesa de al lado rechina al ser arrastrada hasta posicionarse a lado de mí, cierro los ojos y hago una mueca al escuchar. Odio esos sonidos.

Dylan aparece muy sonriente a mi lado, lleva la capucha de su sudadera porque según no se peinó esta mañana, mi pregunta es, ¿Cuándo se peina?

Estamos en hora libre, la profesora de Traumatología ha faltado porque su hijo se cayó en el colegio y se tuvo que ausentar desde la primera hora. Así que... hora libre.

—¿Haciendo lo de física? —pregunta mientras se asoma a mi portátil.

—Ajá —no le prestó atención y sigo en lo mío.

—Pero lo acaba de dejar —cruza sus brazos y los recarga en la mesa.

—No tendré tiempo de hacerlo en la tarde, tengo que hacer la investigación de Genética y no me dará tiempo —contesto sin mirarle.

—Pero si ahora es cuando más tiempo tendrás —se ríe—. Te la pasaras todo el día en tu casa.

—Creo que ya no será así... —lo veo de reojo, esta ceñudo y con una mueca de no entender.

Lleva una mano al portátil y lo cierra, suspiro hondo antes de voltear y verle.

—¿Es bueno o malo...? —murmura.

Me remuevo algo incomoda y dejo mis manos sobre el portátil, paso las yemas de mis dedos por el esmalte liso de mi uña. Es una manía que tengo desde niña, lo hago cada que me siento ansiosa.

—Creo que bueno —me encojo de hombros, veo fijamente mis manos.

—Sabes que tengo mucha paciencia, pero me estás haciendo perderla —sisea y lo volteo a ver.

—Hay posibilidades de que vaya a la estatal —digo tratando de sonar neutral.

Dylan abre los ojos como plato y se queda helado, lo entiendo, yo quede igual cuando Caitlyn me lo dijo.

—¿Qué? —murmura, aun atónito.

—Chase hablo con Caitlyn después de que me lo dijera a mí, ella se molestó y casi lo mata —tomo aire—, pudo hablar con el jurado y explicarle la situación, ellos entendieron y dijeron que yo había sido buena... así que me daban dos opciones.

Parpadea algo ceñudo, abre la boca para decir algo, pero la cierra.

—... son —tomo mis dedos para enumerar—. Buscarme una pareja, que se aprenda la coreografía y volvérselas a enseñar, o... tengo la opción de hacer un solo —pongo los labios en línea recta.

—Tienes que hacer el solo —dice en seco y niego.

—Dylan, solo me dan dos semanas para volverles a mostrar la coreografía y que ellos la aprueben, sino los que quedaron en segundo lugar serán los que irán a la estatal... —vuelvo a negar—. No tengo tiempo para hacer el solo, aparte desde los once no patino sola, ya me acostumbré a hacerlo en pareja, no me puedo aprender una coreografía en dos semanas.

Patinar sola es como si me pidieran que maneje un tráiler. Se manejar, pero no un tráiler. Me siento cómoda manejando... si, pero un tráiler... no, ya me acostumbré a mi coche.

Así mismo me pasa con el patinaje. Se patinar... si, lo hago sola... ya no, me acostumbre a mi compañero y será muy difícil el arriesgarme a hacerlo sola.

Así como el arriesgarme el manejar un tráiler. ¡Por Dios! Que explicación tan rara, barata y enmarañada he dado.

—Quieres hacerlo en pareja... —asiento—. Bien, ¿de dónde sacaras una?, a lo que se ya no pueden competir si han perdido, así que no puede ser uno de los de la pista ni de otras.

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