Ramé (Terminada) - Charly & Yeimy

VI. Visita al hogar

OMNISCIENTE

Al día siguiente, Charly y Yeimy se despertaron, se ducharon y decidieron desayunar o más bien almorzar, por lo tarde, en la playa. Se llevaron un picnic con frutas, jugo, y unas arepas con huevito. Disfrutaron de su último día en ese lugar tan hermoso, en el que las horas habían pasado volando.

—Gracias por traerme aquí Charly, me encantó.

—Gracias a vos princesa, por acompañarme en mis locuras -le respondió él con una gran sonrisa. 

Mientras comía su arepa que le parecía aún más delicioso en aquel lugar, con una vista increíble, con la brisa marina que le encantaba y con la mejor compañía que podía tener. 

—Parece un sueño estar aquí con vos -susurró observándola y sintiendo mariposas en su estomago. 

—Charly...- soltó ella sorprendida y alegre.

—Es en serio princesa. No puedo creer que hace un par de años estaba encerrado en una cárcel pensándote, anhelándote, y ahora estamos aquí. Si te soy sincero, nunca pensé que podrías perdonarme -le confesó.

Yeimy lo miró bajo sus lentes de sol, intentando descifrarlo. El tono con el que había hablado había sido serio, por lo que descartó que fuera una broma.

—Ni yo tampoco la verdad. No se qué hiciste, no se qué pasó, pero conseguiste que todo ese odio quedara atrás -declaró ella sincera. 

Charly sonrió.

—Creo que recién tuve algo de esperanzas cuando despertaste después de tu accidente. Cuando te vi y te besé en ese hospital, dios mío -declaró sonriendo ampliamente y mirando al cielo, lo que a ella le causó algo de ternura. -Aunque por dentro me estaba muriendo de los nervios y la incertidumbre, supe que tenía una mínima esperanza.

—Yo ahí supe que estábamos locos -soltó ella, y ambos soltaron una carcajada. Alivianó el momento, y Charly posó su mano sobre la rodilla de Yeimy, quién estaba sentada en posición de indio.

—Definitivamente lo estamos -concordó él a su favor. -Bueno amor, si fuera por mí, pues me quedaría todo el día aquí con vos, pero los deberes nos llaman -soltó un puchero. —Recuerda que tenemos que ir a la visita al Hogar.

Ella asintió y le hizo caso. Ambos se pararon y regresaron a buscar sus cosas a la cabaña para poder regresarse al departamento y más tarde ir a la Fundación.

***

Charly estaba algo nervioso y muy entusiasmado, por fin había llegado el día en el que podría compartir nuevamente con aquel niño tan chimba.

—¿Vamos amor? -preguntó Yeimy a su lado, él estaba muy quieto y ya habían llegado afuera del Hogar y ella quería reconfortarlo de algún modo.

—Sí, mi reina -respondió él y le robó un beso rápido en sus labios. Ella sonrió, jamás se acostumbraría a sus ataques repentinos de amor y locura. 

Ambos ingresaron y una secretaría del lugar las guio hasta la oficina de Juliana, quién los esperaba con los brazos abiertos. Se saludaron amablemente y compartieron durante algunos minutos sobre sus vidas.

—Bueno, los chicos están en sus habitaciones o en el patio por la hora. No sé si quieren que los acompañe o prefieren estar solos...- cuestionó ella.