Capítulo 19

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-Solo necesitaba tomar el aire -digo al sentir a Fisher detrás de mí. Imaginaba que no tardaría en aparecer porque siempre está pendiente de mí. Si como amigo fue el mejor, como novio no puedo quejarme tampoco.

-Combs es un imbécil -dice, rodeándome por la cintura y apoyando su barbilla en mi hombro.

-No es por él. He aprendido a lidiar con gilipollas desde siempre, así que no me afecta lo que diga -me apoyo en él con total confianza.

Estamos en el balcón de una de las habitaciones del hotel que pagamos cuando los SWAT me avisaron de que venían a Italia. Bruno ha sido muy amable al acogernos en su casa, pero cuando el número de invitados excedía lo que considerábamos oportuno, nos pareció mejor idea buscarnos otro lugar donde unirnos al resto. Antes de eso, el amigo de Cornell le dejó a DK un ordenador portátil, que es el que ha estado usando ahora. Nunca podremos pagarle todo lo que ha hecho por nosotros, aunque creo que ha sido más por Cornell que por el equipo al completo.

-¿Entonces?

-He visto muy claro lo de Sartore, pero me preocupa haberme equivocado y que Alessandro no vaya a por él.

-Es un riesgo que tienes que asumir -me dice-. En nuestro trabajo hay mucho de eso y tendrás que lidiar con los errores para no acabar hecho mierda. Nadie es infalible, Joy, y tampoco te lo estamos pidiendo. Si Alessandro va a por su padre primero, ahora tendremos a cinco hombres allí para detenerlo. Y si hace lo que crees, seremos nueve para darle duro. Estamos cubiertos.

-Tal vez debería ir con esos cinco -sugiero-. Para equilibra la balanza.

-Si quieres ir con ellos, te acompañaré -sentencia. 

-Pero fui yo la que sugirió ir a por Sartore -me siento tan indecisa, que se me nota en la voz.

-Joy -me gira hacia él-, hagas lo que hagas, te apoyaré. Cualquiera de las dos opciones son válidas y no tenemos forma de saber por cuál se decantará Alessandro. Hablaré con Simmons y le comentaré lo que equilibrar fuerzas. Que haya siete en cada lugar es una buena idea, de todas formas. Más posibilidades de conseguir nuestro objetivo.

-Me gustaría que Harper se uniese a mí -le digo después de abrazarlo en agradecimiento por sus palabras.

-¿Para joder a Combs? Porque no le va a gustar -sonríe.

-Para forzar un poco el karma -me muerdo el labio para no imitarlo- ¿Te imaginas lo que le va a joder trabajar con dos mujeres? 

-Yo me encargo de arreglarlo todo -después arruga la frente-. Eres consciente de que podría joder las cosas solo por no daros la razón a las mujeres, ¿verdad? Quiero decir, no podréis contar con él para que os cubra las espaldas. Al menos yo no me fiaría.

-Yo tampoco lo hago, pero... -dudo antes de continuar- ¿Sabes que siempre está molestando a Downer solo porque le gustan los hombres? Siempre está haciendo comentarios despectivos o diciéndole que lo llevará de putas para convertirlo en un hombre de verdad. Es tan... imbécil.

-Igual lo que le molesta es que no se haya fijado en él.

-Odio a la gente que ningunea a los demás, solo por considerarlos inferiores. 

-El inferior es él y por eso los ataca. Se siente intimidado -me explica-. Durante un rescate en Siria, se nos unió un equipo británico porque uno de sus miembros había sido capturado. Resulta que un capullo que no quería perder el favor de sus jefes mintió al decir que había muerto en el derrumbe de un edificio. La gente cobarde siempre le echa la culpa a los demás o se mete con ellos para demostrar, falsamente, que son los mejores.

-¡Por Dios! ¿Cómo pudo hacer eso? Jugó con la vida de ese soldado.

-Hay muchos más de esos de lo que piensas, Joy. Sobre todo en el ejército. Poco importa que una de las reglas sagradas sea no dejar a nadie atrás, llegado el momento, algunos cobardes lo hacen y mienten para que no descubran la mierda que han provocado. Combs es de esos que solo ven su culo, así que no cuentes jamás con él para que te cubra las espaldas -me dice-. Si Simmons autoriza el cambio, piensa que seremos seis para hacer el trabajo y uno que irá por libre.

Joy (Saga SEAL 8)Onde histórias criam vida. Descubra agora