Capítulo 17

3.7K 541 39
                                    

Nos reunimos con Bruno frente al edificio como habíamos quedado y nos guía hasta el almacén en el que ha guardado todo lo que necesitaremos para interceptar a Alessandro. Aunque sigo nerviosa por si se complican las cosas, haber pasado las últimas horas con Biff recorriendo Milán me ha sentado bien. Por un momento, sentí que solo éramos una pareja enamorada de viaje por el extranjero. Ojalá algún día sea así porque quiero hacer muchas cosas con él, pero parece que nunca será el momento adecuado. Supongo que nuestros trabajos nos absorben demasiado tiempo a los dos, pero a pesar de ello, ninguno lo cambiaría por otro. Si no podemos tener una vida de pareja normal, pues la tendremos a nuestra manera. Después de todo, ya hemos pasado por una relación de amistad atípica, así que no será ninguna novedad para nosotros.

-No es fácil seguirle los pasos a DiLuca -nos dice Bruno- porque cambia su rutina cada pocos días, así que atraparlo fuera de su casa será prácticamente imposible. Además, ha doblado la seguridad desde que supo que Sartore había sido puesto en libertad. No os resultará fácil entrar en su casa tampoco.

-No tenemos intención de hacerlo -le aclara Simmons-. El que nos interesa es Alessandro y este no irá a ver a su padre hasta que se haya asegurado de haber conseguido el apoyo absoluto de sus hombres, así que esperamos poder dar con él antes de que eso suceda.

-Lo bueno es que no lo tendrá fácil -asiente Bruno-, porque todavía es un muchacho a ojos de los hombres de DiLuca. Si quiere su lealtad, va a tener que hacer algo importante antes. Algo que les demuestre que será un buen líder a pesar de su edad.

-¡Oh, Dios! -de repente, se me ocurre algo. Y tiene tanta lógica que no sé por qué no lo he visto hasta ahora-. Ya sé qué va a hacer Alessandro. Joder, irá a por Sartore. ¿No lo veis? Si consigue matarlo su padre lo aceptará de nuevo en la familia, lo que le garantiza una entrada fácil a la casa, y además los hombres verán que es capaz de dirigir la organización sin el apoyo de DiLuca. Si da con Sartore y acaba con él, le resultará muy fácil matar a su padre o puede que incluso lo hagan sus hombres por él sin que tenga que mancharse las manos con la sangre de su familia.

-Entonces tenemos que encontrar a Sartore antes que Alessandro -sentencia Simmons, sin poner en duda mi razonamiento. Me siento orgullosa por esta hazaña y no puedo evitar sonreír como una tonta colegiala, aunque intento disimularlo porque no es el momento ni el lugar para emocionarme.

-Si ya ha vuelto a la ciudad -nos advierte Bruno-, no estará en ninguna de sus casas porque sería el primer lugar al que DiLuca iría. Porque de algo estoy seguro y es que lo estará buscando. Será una carrera contrarreloj para ver cuál de los dos mata al otro primero. Sartore juró vengarse cuando acabó en la cárcel por culpa de la familia DiLuca y este sabe que cumplirá su amenaza en cuanto tenga ocasión. Si quiere defender a su familia, tendrá que ir a por él antes de que se organice. No tendréis mucho tiempo para actuar antes de que lo haga DiLuca.

-Dame un ordenador, una red potente y lo localizaré sin problema -asegura DK. Y le creo porque no hay nada que él no pueda hacer.

Al final, aunque le pedimos que no se exponga tanto por nosotros, Bruno nos invita a su casa para que DK pueda usar su propio ordenador. Se justifica diciendo que nos estará ayudando a limpiar su país de mierda como Sartore o DiLuca, pero sigue siendo igual de peligroso para él que se sepa que está colaborando con nosotros. Esta es una operación clandestina, después de todo y, si hay problemas, no queremos que nadie caiga por nuestra culpa.

-¿Cómo era Cornell de pequeño? -le pregunto mientras nos tomamos un café a la espera de que DK consiga la información que necesitamos. Aunque nos ha asegurado que lo hará, también ha dicho que le llevaría algo de tiempo, como es normal. Si tuviese que hacerlo yo, no sabría ni por dónde empezar.

Joy (Saga SEAL 8)Where stories live. Discover now