Capítulo 2

5.7K 981 242
                                    

-Si tu padre se entera de esto, me cortará las pelotas -le digo, llevando mi dedo a su abdomen para acariciar esa zona. Hemos pasado gran parte de la noche despiertos, disfrutando y conociéndonos de una forma en que jamás pensé que podríamos hacerlo. Es como un sueño hecho realidad, y todavía temo abrir los ojos en algún momento para descubrir que solo ha sido eso, precisamente. Un sueño demasiado vívido, demasiado real.

-¿Quieres ocultárselo? -no se mueve, pero noto la tensión en su cuerpo. No puedo decir que me sorprenda su reacción, porque ya una vez negué lo que sentía por ella.

-¿Tú quieres contárselo? -tanteo, no obstante.

-¿Qué fue esto para ti, Biff? -se incorpora, hasta sentarse en la cama. Yo la imito y quedamos uno frente al otro- ¿Una noche más con una chica más?

-Tú nunca serás una chica más, Joy -le aseguro.

-¿Por qué? -bufa- ¿Porque mi padre es Hank Anderson?

-No, joder -le sujeto el rostro y poso mis ojos sobre los suyos para que vea que voy en serio-. Porque tú eres mi Joy Joy. Y maldito sea yo, pero llevo más de dos años deseando tenerte justo donde estás ahora. En mi puta cama.

La beso para dar más fuerza a mis palabras y no tarda en responder a mis labios. Adoro besarla y lo he descubierto esta noche. De todo lo que hemos hecho, que ha sido mucho, sus labios son mi parte favorita de su cuerpo; tal vez porque fue lo primero que saboreé y me obsesioné con ellos, los adoro, como la adoro a ella.

-Tampoco hace falta ponerse tan bravo -ahora sonríe y sé que se siente aliviada por mi respuesta. Ya no duda de lo que ha pasado entre nosotros, y aunque no sé a dónde nos llevará o qué pasará cuando Hank se entere, esta vez no pienso perderla, no ahora que por fin he dado el paso. Quizá suene demasiado posesivo, pero ahora ella es mía y no dejaré que nadie me la quite.

-Me temo que tendré que ponerme más bravo incluso, cuando el jefe lo sepa.

-Bueno -me empuja contra el colchón y se sube encima de mí, cuando me dejo caer sobre él-, siempre podemos disfrutar un poco de esto los dos solos, antes de decírselo a nadie.

-¿Lo dices porque así lo piensas -pregunto, seguro de que no es eso lo que quiere- o porque crees que yo lo necesito?

-Tú llevas tiempo queriendo meterme en tu cama -me confiesa-, pero yo llevo mucho más queriendo tener algo más que amistad contigo. Creo que podré esperar otro poco a que te sientas preparado para contárselo al mundo, si es que esta vez no te echas atrás.

-No pienso retroceder, Joy -le digo, dándonos la vuelta para quedar sobre ella-. Fui un estúpido aquella noche en la playa, pero debes entender que me debatía entre lo que sentía y lo que era correcto. Eras menor de edad y no podía llevarlo más allá del beso. Me asusté cuando vi que me lo devolvías y te dije lo primero que se me pasó por la cabeza. Muy desafortunado, lo sé. Y me he arrepentido desde entonces. 

-Fue duro creer que no sentías nada por mí. Me había hecho tantas ilusiones.

-Pues lo hago -le aseguro- y te juro que no volverás a dudar de mis sentimientos. Puede que todavía no esté preparado para la charla con tu padre, pero si quieres decírselo ya, lo afrontaré con valor. O con cobardía disfrazada de valor, todo es posible. Pero lo haré si me lo pides.

-Y solo por eso -dice, todavía riendo por mi última ocurrencia-, esperaremos a que no tengas que disfrazar nada.

-Nos haremos viejos entonces -río ahora yo-. Tu padre impone mucho, Joy.

-Mi padre es un amor -le resta importancia.

-¿Y por eso le has dicho que ya eres policía de Virginia? -ese es un tema que también tendremos que tratar pronto. Puedo aceptar que quiera ser policía, pero una SWAT... eso ya es otra cosa. Aunque admito que lo único que me preocupa es que se exponga al peligro, porque sé que sería capaz de lograrlo. Y sé que soy un hipócrita al pensar así, porque ella tendrá que vivir sabiendo que yo trabajo con la muerte acechando, pero no puedo evitar querer protegerla de todo lo malo que le pueda pasar.

Joy (Saga SEAL 8)Where stories live. Discover now