Capítulo 15

3.7K 608 80
                                    

-No hay datos de ningún vuelo a Italia en las últimas horas -DK sigue tecleando mientras habla-, pero ha salido un jet privado con rumbo sin declarar hace dos horas. Si es nuestro hombre, que lo averiguaré, llegará a su destino en una hora y media, más o menos.

-Y si salimos ahora, tendrá unas dos horas para hacer lo que le venga en gana antes de que lleguemos nosotros -no me gusta como suena, pero sé que no tenemos alternativa. Nos lleva bastante ventaja, aunque no tanta como había pensado. Podía ya haber estado allí.

-Matar a un hombre como su padre no será tan sencillo como llegar y pegarle un tiro -me tranquiliza Simmons-. Antes de hacer nada, debe asegurarse de que tendrá el apoyo de sus secuaces cuando acabe con él.

-Exacto, no se aventurará a matarlo sin saber si sus hombres le obedecerán después o lo ejecutarán en venganza -corrobora Loman.

Es algo que sé, pero cuando apartan a un policía de un caso en el que está emocionalmente implicado no es por capricho, y en mi caso pasa lo mismo. Estoy tan centrada en impedir que mate a sus padres para no sentirme culpable por haberlo dejado escapar, que no pienso con claridad. Necesito dejar a un lado mis sentimientos o acabaré cometiendo un error que no solo podría pagar yo.

-Hay margen de actuación -Harper asiente-, incluso si llegamos tres o cuatro horas más tarde.

-Seguramente le lleve varios días organizarlo todo -continúa Simmons-. No importa si ya ha empezado a contactar a los hombres desde aquí porque querrán hablar con él en persona para asegurarse de que va en serio, antes de decantarse por él. La traición en esos círculos se paga con la muerte, así que no harán nada hasta tener la certeza de que han elegido el bando ganador.

-Lo más importante ahora mismo es ver cómo conseguimos armas en Italia para ir a por él. Y deberíamos dejar zanjado ese asunto antes de subir al avión -me explica Doc, aunque eso también lo sé-. No nos permitirán pasarlas por aduanas desde aquí ni aunque digamos que es una misión oficial.

-Ser SEAL no nos conseguirá un trato especial -admite Archer- y como no tendemos forma de demostrar que vamos con órdenes específicas de viajar armados, será imposible hacerlo. Normas de la compañía.

-Es posible que yo conozca a alguien -todos miramos hacia Cornell cuando habla. Siempre ha sido el más callado y tímido del grupo, pero debo admitir que cuando dice algo no te deja indiferente. Y esta vez no es la excepción- ¿Qué? ¿Por qué me miráis así? Conozco a más gente que a vosotros.

-¿Por qué nunca hemos sabido que tenías amigos italianos? -le pregunta Fisher- ¿En que chanchullos turbios andas metido, Cornell? ¿Tú sabías algo de esto, Harper? Si es que ya no me contáis nada. Así no puedo, maldita sea; vais a acabar con mi pobre corazón con tantas decepciones.

-Fisher, déjale hablar -Simmons lo calla.

-Eso, ahora la culpa es mía -lo golpeo en el brazo para que preste atención a Cornell y me saca la lengua.

-Había una familia italiana en nuestro barrio cuando era pequeño -nos explica- y sus parientes venían a veranear todos los años a su casa. Nunca tuve trato con la mayoría de ellos porque eran bastante herméticos, pero uno de los muchachos tenía mi edad y congeniamos enseguida, incluso aunque a la familia no le gustase demasiado. Los primeros veranos era difícil entendernos, pero al final le enseñé inglés y él a mí italiano.

-¿Sabes hablar italiano? -lo interrumpe Fisher.

-Lo suficiente para hacerme entender -asiente-. Aunque llevo años sin practicar.

-No debería sorprenderte -lo defiende Loman-. Es un coquito para los idiomas.

-Y para muchas otras cosas -concluye Harper, orgullosa.

Joy (Saga SEAL 8)Where stories live. Discover now