Capítulo I Boda

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Disclammer "la historia es de mi autoría, pero los personajes de Candy candy le pertenecen a la escritora Kioko Mizuki (uno de los seudimos de keiko nagita) y a la ilustradora Yumiko Igarashi, esta historia no tiene fines de lucro solo por diversión y entretenimiento.
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Karen~

—¡Te ves más que preciosa, Candy! —exclama Patty una amiga de Candy, mi mejor amiga.

—En eso tiene razón, Patty —concuerdo yo, colocándole el velo en la cabeza a mi amiga—, pero yo siempre he insistido que tu belleza resalta por tu felicidad y alegría.

—Gracias a las dos —agradece Candy y nos abraza a cada una—. Ustedes son más que mis mejores amigas, son mis hermanas. Las quiero a ambas.

—Y nosotras a ti, Candy —dice la castaña con lentes.

Tanto Candy como Patty empiezan a llorar, no sé si de felicidad o de tristeza y melancolía y gracias a ellas recuerdo el porque no me gustan las bodas. Y es precisamente por eso; ver a gente llorar me deprime y me irrita al mismo tiempo, pero claro hoy haré la excepción, hoy se casan mis mejores amigos.

—¡Candy, te ves irreconocible! —exclama, Stear cuando entra en la habitación y ve a la rubia. Stear es el novio de Patricia y gran amigo de Candy.

—Gracias Stear —agradece Candy abrazándolo—, pero ¿Dónde están Archie, Annie y el abuelo William?

—Mi hermano y su novia nos esperan en la iglesia —responde el castaño—, ya sabes a Archie le ha costando un mundo hacer que Annie vaya a tu boda —dice. Por lo que sé mi amiga y Annie Britter están peleadas desde que eran niñas—. Y en cuanto al abuelo William está con Terry —menciona Stear.

El tal abuelo William es el padre adoptivo de Candy. El "todo poderoso" de la familia Andley. Candy habla muy bien de él, pero me atrevería a decir que es solo por agradecimiento o por que se siente comprometida con él. Mi amiga no es hipócrita, pero si yo hubiera vivido una situación parecida a la de ella y alguien me hubiera "ayudado", yo también estaría agradecida y comprometida con ese alguien.

Me imagino al padre de mi amiga como todo un viejillo. Arrogante porque por el simple hecho de tener dinero puede humillar y aplastar a todo aquel que se le de la gana. Seguramente ese "viejillo" ya está que no puede con los años encima y con un bastón con el cual agarra a golpes a quien no le obedece.

Tengo que voltear hacia otro lado para que Candy, Patty y Stear no se den cuenta que me estoy riendo sola de mis imaginaciones.

¡Pobre de Terry, que suegro se consiguió!

—Creo que ya es hora —dice Patty y me saca de mi imaginación—, incluso vamos veinte minutos retrasados.

—No se preocupen —digo restándole importancia—, recuerden que la novia siempre llega tarde.

—¿No que no asistías a las bodas, Karen? —me pregunta Stear.

—Desde los diez años que ya no voy a una, pero eso no quiere decir que no recuerde esa vieja tradición —digo mientras me coloco más perfume.

—¡Es mejor que ya nos vayamos! —dice Candy saliendo de la habitación—. No quiero que Terry piense que no voy a llegar.

—¡Espera, Candy! —grita Patty.

—¡Te puedes tropezar, Candy! —grita Stear y ambos salen detrás de la novia.

Yo por el contrario, me miro al espejo y al ver que todo esta en perfecto orden, tomo mi bolso y bajo las escaleras.

Al abrir la puerta nos encontramos con decenas de periodistas que toman fotografías y hacen preguntas.

—¿Cómo se conocieron usted y Terrence Grandcheste. señorita Andley?

Entre el amor y el deber Where stories live. Discover now