Capítulo 22 (Diablo)

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—Ey muchacho una cerveza a la mesa 3.

Cómo es que ahora me encuentro de mesero en una maldita caverna, ha sí, se debe a esa maldita Sombra que no deja de reírse con ese grupo de hombres que parecen querer asesinarme

Tomé la cerveza de la barra y me fui a la mesa tres, era la que estaba a lado de Sombra y sus compinches.

—Aquí tiene su cerveza, señor. — sonreí y me retiré.

—No lo puedo creer. — Un hombre robusto, con una barba grande, puso su mano en mi hombro de una manera muy brusca que me hizo perder un poco el equilibrio. — El mismísimo Diablo se encuentra de mesero en la caverna de Bo.

—A qué no, que se ve muy mono con su delantal blanco. —Sombra me miró y sonrió antes de beber de su ron verde, "especialidad de casa" o bueno eso me explicaron hace una hora atrás.

—Muérete. — le saqué el dedo corazón.

Acto seguido todos los hombres me gritaron, se levantaron, hicieron sonar sus nudillos, y ella se acomodo en su silla como si se tratase de la mismísima reina, me miraba desafiante y burlonamente.

Te odio

—Lo siento. — alcé mis manos en rendición. — hable en voz alta.

—Un verdadero hombre debe decir las cosas en la cara joven. — me dijo el hombre menos musculoso del grupo.

—Tiene razón, caballero, pero viendo que me encuentro en gran desventaja, lo mejor es callar, asentir y sonreír a la reina del lugar. — le guiñé el ojo a Sombra, hice una reverencia y me retiré de la barra.

Caminé, mi compañero mesero se me acercó.

—No te metas con Emma vas a terminar mal camarada. — me dio una copa de ron blanco que tenía en su bandeja.

—Con una llamada y Emma me estaría pidiendo perdón. — tomé todo el ron de una sola.

—Entonces porque no lo haces.

Porque estoy enojado con Daniel, Leila seguramente quiere matarme por mi irresponsabilidad, Tom se burlaría, Lían estaría a favor de Sombra y Álvaro estaría neutral, conclusión no tengo apoyo en este momento, aun así, si me la sacarían de encima si se los pidiera, pero por una extraña razón no quería que me rescataran.

—Porque me estoy divirtiendo. — me encogí de hombros.

—Creo que ella se está divirtiendo contigo.

—Ya veremos. — miré al fondo del bar.— Aún funciona el karaoke.

—Claro, es lo mejor del lugar, pero eso empieza en la noche, huy y los vier...

—Ok, bájale a tu emoción, tengo un plan.

Dejé a mi compañero y me fui a la cocina, donde estaba Bo. La cocina era pequeña, pero olía de maravilla, considerando que Sombra solo me dio un sándwich de pavo, para que no me desmayara al comenzar mi trabajo, impuesto por ella, gracias a su ineficacia como guía turística, me estaba muriendo de hambre y mi estómago empezaba a protestar.

A pesar de que prefería cocinar lo que iba a comer, porque nadie sabe preparar como me gusta la comida, en su punto exacto y con la mezcla perfecta de nutrientes que debe tener, eh de admitir que los olores me estaban haciendo reconsiderar mi idea, ignoré los olores exquisitos, de la carne asada, el queso derretido, las papas, el pollo hum...

—Ey pequeño Diablillo que haces aquí. — dijo Bo.

—Pues estaba aburrido afuera, hay pocas personas y dos camareros. — le dije encogiéndome de hombros.

Entre Sombras Y Acordes Where stories live. Discover now