Capítulo 36.

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Y entre días y noches de planeación, llegó el gran momento. Me sentía muy ansiosa por la ceremonia pero hacía mi mejor esfuerzo por disfrutar de todo lo que estaba pasando. Eleonor, la noche anterior a la boda, me organizó una despedida de soltera junto a las vampiras que me acompañaron a buscar el vestido. Fue sorpresa ya que entre tantos planes fue en lo último que me preocupé. De todas formas me divertí muchísimo, pasamos la noche en el bar del hotel haciendo karaoke y bebiendo sangre mezclada con alcohol.

Cuando me di cuenta que el amanecer se acercaba me despedí de cada una de ellas, llevé una botella conmigo y tambaleando un poco me fui a mi habitación. Subí al pequeño entrepiso que había en una esquina y sentada frente al ventanal esperé con mucha paciencia cada cambio del cielo. En el instante que asomó el primer rayo de sol sentí un hueco en la boca del estómago. Era una sensación molesta que intenté apartar bebiendo pero solo la suavizó.

Seguí mirando el cielo, como dejaba esa oscuridad atrás y las estrellas se perdían entre la nueva claridad y las nubes. Con cada segundo me sentí más extraña, era hermoso lo que veía pero de repente fue como si se tratara de una pantalla. No entendí por qué pero por unos segundos creí que aquel amanecer era falso al igual que lo que estaba bebiendo.

Aparté la botella y me recosté boca arriba en el suelo, miré al techo y esa sensación se evaporó poco a poco. Sin embargo, a medida que se iba tenía pequeños recuerdos de mi pasado como mortal, llevándome a sentir nostalgia y tristeza. Cerré los ojos por un minuto intentando calmarme pero ese sentimiento extraño se intensificó. La luz del sol se hizo más brillante sobre mis párpados, me cosquilleaban las manos y parecía que el suelo se hundía bajo mi espalda.

-Hazel- oí de repente abriendo los ojos del susto.

Moví los ojos en todas direcciones, hasta que di con Frank que estaba de pie a mi lado mirándome confundido.

-Con que así te ves ebria- señaló con una sonrisa sin mostrar los dientes. -¿Fue una buena fiesta?

-Sí- dije más aliviada cuando lo vi y todos los sentimientos extraños se esfumaron. –Estuvo bien.- me senté en el suelo.

-¿Y por qué estás aquí bebiendo sola?- preguntó y se sentó a mi lado antes de llevarse la botella a los labios.

-Quería ver el amanecer- como el sol ya había salido completo y el cielo ya tenía su típico color cerré las cortinas con mi don y encendí el candelabro. -¿Qué haces aquí?

-Iba camino a la habitación de Gerard y me dio curiosidad ver tu puerta abierta.

-Ya veo- bajé la mirada a mis manos. -¿Cómo la pasaron?- recordé que él y Gerard eran los encargados de organizar la despedida de soltero de Mikey.

-Tú sabes, beber, fumar y jugar calabozos y dragones toda la noche. No tienes que preocuparte de su fidelidad- chocó su hombro con el mío y apenas sonreí. -¿Sucede algo? Estás distraída.

-Si todo en orden- me esforcé por ensanchar mi sonrisa. –Solo estoy nerviosa por la boda.- mentí, lo que pasó antes de que Frank llegara en verdad me había descolocado, incluso ya no sentía los efectos del alcohol en mi cuerpo.

-¿Ya tienes quien te lleve al altar?- apenas escuché su pregunté.

-¿Qué?

-Eso. ¿Quién te llevará al altar?

-No lo pensé- reconocí y bajé la mirada.

-¿En verdad no tienes a nadie en mente?- preguntó en un tono que me llamó la atención así que lo miré, él bebía de la botella pero sus ojos estaban en un punto fijo para no mirarme, entonces comprendí qué le pasaba.

Love will kill you [Mikey Way]Where stories live. Discover now