Capítulo 12.

88 10 25
                                    

Estar de vuelta en la universidad hizo que me diera cuenta que nada había cambiado en mi ausencia. Todo se veía exactamente igual, las mismas personas, los mismos grupos. Ni siquiera había miradas chismosas sobre mí. Solo una, de ojos verdes que estaban protegidos por el cristal de sus lentes. Venía del chico que acababa de meterse a la biblioteca y luego de sonreírme se apresuró a sentarse a mi lado.

-Hola, linda- posó sus labios en los míos un instante.

Se sentía tan bien poder besar a Mikey en los labios sin sentir era sed voraz de sangre en mi interior. Había vuelto a ser la de siempre y tener absoluto control de mis dones e instintos.

-¿No estás molesto?- pregunté agarrando su mano.

-¿Por qué lo estaría?- me acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja.

-Por dejarte solo la otra noche.- contesté analizando su mirada, me alarmaba un poco que estuviera tan tranquilo.

-Ya pasó. Lo estuve pensando y no tiene sentido enojarme porque pongas a tus amigas antes que a mí. Una chica debe estar para sus amigas siempre. ¿No?- lo miré asombrada. -¿Cómo está ella?

-Bien.- mi sonrisa se ensanchó luego de quitarme esa duda. –No fue nada grave. Solo bebió demasiado con el estómago vacío y tuve que acompañarla a su casa.- acaricié su mejilla. –Eres increíble ¿te lo había dicho?

-No que recuerde- me besó en la mejilla. –Pero me gusta cómo suena cuando lo dices.

-Eres increíble- repetí y me besó en los labios. –Soy afortunada.

-Yo lo soy.

Volvimos a besarnos, esta vez de una forma más apasionada. Él procurando que no me aleje enganchando un brazo alrededor de mi cuello y yo colocando mis manos en sus hombros. Sentía cosquillas en el estómago, no era algo molesto sino reconfortante, igual que el calor que desprendía de su cuerpo envolviéndome como una manta. Cuando él apartó la boca para recuperar el aliento quedó mirándome a los ojos.

-Sería una locura si te digo que...

-¡Hazel! Al fin te encuentro, creí que nos encontraríamos en la entrada de la universidad- Hayley llegó a nuestra mesa interrumpiendo a Mikey y se sentó a mi izquierda. –Tenemos que ponernos a estudiar ya mismo. No tienes ni idea de lo poco preparada que estoy para el próximo examen.

Quería creer que en verdad había ignorado a Mikey pero estaba segura que solo era una puesta en escena para ahuyentarlo. Lo veía en la inquietud de sus manos y el color marrón de sus ojos. Mikey me soltó y se aclaró la garganta como queriendo que ella lo notara.

-¿Sobre qué van a estudiar?- preguntó Mikey. –Tal vez puedo ayudarte- miró a Hayley.

-Descuida- contestó Hayley. –En un minuto se nos une mi novio para ayudarnos.- le sonrió entrecerrando los ojos, no era una sonrisa sincera.

-¿Te veo luego?- le pregunté a Mikey cuando se levantó de su asiento.

-Claro- me besó en la frente y se alejó al mismo tiempo que llegaba Frank a sentarse.

-Estás loca- comentó Hayley, ahora sonaba molesta. -¿Cómo te arriesgas a besar a un mortal? Tienes suerte de que hayamos sido nosotros los que vimos tu demostración pública de afecto ¿Acaso quieres morir?

-¿Te puedes tranquilizar? Taylor hoy no está en la universidad y Jasper siempre llega a último minuto. No hay nadie que podría decirle al Supremo.

-Pero estamos nosotros- advirtió Frank. –Una cosa es que hables con él casualmente como un compañero, hasta como un amigo si quieres, pero otra muy diferente es que tengas un noviazgo con él.

Love will kill you [Mikey Way]Where stories live. Discover now