🌠Amores jóvenes.🌠[Yoonmin] (-18)

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Ahí estaba, a lo lejos, el niño que tanto le gustaba, era un año menor, pero el pequeño primo de su mejor amigo Hoseok lo traía completamente loco.

Esas mejillitas gorditas, apretables y rojitas, sus labios pomposos, sus ojitos que se hacían dos hermosas líneas cuando sonreía o reía, esa brillante sonrisa que hacía sentir cálido a su corazón, su armoniosa voz, y ni hablar de su silueta, aunque muchas veces tenía más ganas de mirar su cabello e imaginarse acariciándolo, sobretodo cuando lo traía rizado.

Bueno y ni hablar de su personalidad. Era un chico dulce y cálido, cariñoso, pero no llegaba a empalagar, o al menos no a Yoongi. También era atento, aún recuerda cuando el menor le dió un chocolate reyeno de menta al día siguiente de haber mencionado que le gustaban, incluso cuando a Jimin no le gustaba la menta.

Pero era el primo menor de su mejor amigo y ya tenía muchos y muchas pretendientes, estaba claro: una vez más sería el chico al final de la fila, ¿Qué podía tener él que los demás no? A parte de sentimientos verdaderos por el chico.

Jimin se acercó corriendo a sus dos hyungs favoritos y los abrazó. -¡Hyungs! Al fin los encuentro- sonrió.

-¿Qué sucede pequeño?- preguntó Hoseok sonriendo.

-nada, solo quería verlos- tomó sus manos y los llevó dando saltitos hasta la mesa que siempre usaban en el comedor.

Al llegar se encontró con la sorpresa de un osito de felpa, un chocolate y una nota. Otra regalo más que guardaría con inocente cariño.

Esta vez era de un compañero de clases: Soobin. Le había enviado varios regalos, pero, aunque los recibía con gusto y cariño, no pensaba hacer nada al respecto.

-Jiminie ¿Por qué los guardas pero no les dices nada a las personas que te los dan?- preguntó Yoongi curiosamente mientras sacaba su almuerzo con Hoseok.

-es que aprecio mucho el gesto... Pero supongo que sí en verdad sintieran todo esto por mí me lo dirían y no através de una nota- respondió tranquilo sacando su almuerzo.

El mayor asintió pensativo. -tiene lógica...- y también tenía una oportunidad que no pensaba desaprovechar.

❣︎

Al día siguiente Yoongi se levantó entusiasmado. Se bañó y luego de secarse se vistió con un jean negro, camisa del mismo color y borcegos. Se peinó, se colocó sus aretes de siempre, sus anillos, sus cadenitas y luego se perfumó un poco.

Bajó felizmente y desayunó con tranquilidad, incluso le dió un beso en la mejilla a su madre.

Luego tomó sus cosas y salió de su casa. En el camino compró los dulces favoritos de Jimin, los acomodó en una cajita y la llenó de corazoncitos, también compró un pequeño ramo de flores.

En cuanto llegó esperó al menor. Estaba tan lindo como siempre, con esos pantalones negros ajustados y ese bucito rosa que le quedaba algo grande y lo hacía ver aún más adorable. Estaba decidido a acercarse, hasta que alguien más lo hizo.

En su mano traía una caja de chocolates de esos que consigues en cualquier lugar, y unas tres o cuatro flores.

-hola Jiminie- Soobin se acercó sonriente.

-oh, hola Soobin- sonrió. -buenos días-

-buenos días a ti también- le extendió lo que traía en las manos. -ten, esto es para tí-

-ooooww- sonrió y lo tomó cuidadosamente. -que lindo, gracias-

-no es nada...- jugó un poco con sus deditos. -pero no es todo... Yo... Yo quería decirte algo-

Jimin lo miró. -claro, dime- respondió amablemente.

-me preguntaba si te gustaría salir conmigo...- sonrió.

Jimin estaba a punto de responder, pero entonces algo lo hizo mirar a su izquierda. Se quedó boquiabierto.

Yoongi estaba parado con sus regalos en mano y sus ojitos llorosos. Cuando el menor lo vió solo atinó a bajar la cabeza y correr al baño.

Al llegar tiró con furia las flores a la basura, se sacó la mochila y la tiró al suelo. Luego se dejó caer con la espalda apoyada en la pared mientras lloraba. Cuando su trasero tocó el suelo abrazó sus piernas y lloró desconsoladamente.

Atrajo los chocolates a su pecho e intentó calmarse, y justo a tiempo, porque Jimin había entrado al baño en su búsqueda.

-¿Hyung?- se acercó y agachó a su altura. -hyung... ¿Qué ocurre?... ¿Está bien?...-

-s-sí- limpió sus lágrimas rápidamente y sorbió su nariz. -e-es solo... S-solo una alergia...- volvió a sorber su nariz e intentó sonreír.

No le creyó ni un poco. -¿Qué es eso?- preguntó apuntando a la bonita caja de cartón que su Hyung traía entre sus manos.

-oh... N-no es nada... Importante...-

-pero tienen corazones, debe ser para alguien especial-

-¿N-no deberías estár con Soobin?- intentó cambiar el tema.

-¿Y eso por qué?-

-¿No te había dicho de salir?... ¿Cómo tú querías?...-

-sí, lo hizo, pero lamentablemente no correspondo sus sentimientos- se sentó junto al mayor. -de echo desde hace unas semanas que espero que alguien más lo haga...- suspiró y apoyó su cabeza en el hombro del pálido.

-¿A-alguien... Más...?- repitió, rompiéndose por completo internamente. Miró un momento la caja y suspiró. -y él... O ella... ¿Corresponde tus sentimientos?...-

-no lo sé, pero creo que debería preguntarle- lo miró.

-tal vez debas hacer eso...- suspiró levemente, no quería llorar de nuevo, no frente a él.

-hyung-

-¿Sí?-

-¿Usted corresponde mis sentimientos?-

Yoongi se sonrojó muchísimo y lo miró. -¿Q-qué?-

-que si corresponde a mis sentimientos- lo miró serio. -y no, no es una broma-

Yoongi estaba boquiabierto y sus palabras no lograban salir de su boca. Cada palabra que intentaba articular no lograba que saliera.

Jimin sonrió. -está bien... Lo entiendo hyung- respiró hondo para no llorar. -supongo que-

-¡Sí!- lo interrumpió captando su atención. Se aclaró un poco la voz, avergonzado y sonrojado antes de responder. -s-sí correspondo tus sentimientos- dijo tímido. -d-de echo esto es para tí...- le dió la cajita y Jimin sonrió más que nunca. -también habían unas flores, tus favoritas... Pero acabaron en la basura... Lo siento...-

-hyung esto es perfecto- lo miró completamente feliz.

Sin pensarlo le robó un pequeño beso, pero fue más bien un pico al darse cuenta de lo que estaba haciendo.

Jimin se acercó más y acarició la mejilla del pálido para que lo viera. Entonces se acercó a él y depositó un suave beso en sus finos labios.

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