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- ¿Seguro que estarás bien? - preguntó Narcisa hacia su hijo que se hallaba sentado en el sofá, esperando a su alfa para poder volver a su hogar.

- Si mamá, estaré bien, estaremos bien - susurró lo ultimo mientras daba caricias ligeras a su vientre.

- Harry no es nuestra persona favorita en estos momentos, asi que dile que por esta vez se la dejamos pasar, pero para la siguiente que llegue a pasar no será solo el lazo el que se romperá. - mencionó Lucius sentandose al lado de su hijo.

- Papá por favor.

- ¿Qué dije? ¿dije algo malo?

- Todo estará bien, Harry me lo ha prometido y yo quiero creer en él, me dijo que Cho se habia ido a la casa de sus padres, él habló con ella y quedaron en divorciarse... - una pequeña sonrisa se formó en los labios de Draco, los mayores se miraron entre si, con miedo a lo que aquellas palabras significaban.

- Bebé, ¿sabes que si ellos se divorcian...?

- ¿Yo seré alejado de Harry? si lo sé mamá, pero Harry descubrió que si ella daba su consentimiento para que yo me quedara como omega de Harry, nadie podría alejarme de mi alfa. - explicó el rubio.

- ¿Crees que ella acepte?

- Ella aceptó, se empezó el tramite de divorcio y por el consentimiento será un proceso algo largo - respondió Harry mientras ingresaba a la sala con una pequeña sonrisa dirigida a su omega - hola amor.

- Cariño... - sonrió el rubio dispuesto a levantarse pero la mano de su padre lo detuvo.

- Si, muy lindo ¿pero quien te dio la llave de la casa?

- Fui yo papá, los conozco y sé que si fuera por ustedes no lo dejarían entrar por nada.

- Ese es el punto para que las puertas tengan seguro - murmuró el omega mayor.

- Lucius... - llamó Harry. - te pido perdón, a ambos - dijo mirando a Lucius y a Narcisa - les dije que no lastimaría a Draco y no cumplí mi palabra, entiendo que ambos se encuentren molestos conmigo.

- Estamos más dolidos que molestos y solo queremos que Draco este bien, al igual que su cachorro. - respondió la alfa sin siquiera mirarlo - pero Draco ya no es un niño, ya esta por tener su cachorro y tiene una familia que es contigo, por lo que no podemos retenerlo a nuestro lado, solo podemos amenazarte con destruirte si algo le llega a pasar.

- Cuidalo Harry y esta vez no es una petición - espetó el omega mayor dandole un pequeño beso en la frente a su hijo.

Harry tan solo asintió hacia sus suegros y se acercó a su omega quien le dedicó una suave sonrisa.

Draco se despidió de sus padres y volvió a su hogar de la mano de su alfa.

Dos semanas después.

Un pequeño osjo caminaba con impaciencia por todo el cuarto, maullaba molesto para luego bajar las orejas y caminar hasta la ventana y observar al exterior, nada.

Nuevos maullidos desgarradores se oyeron, no le importaba molestar a sus vecinos, lo unico que le importaba era que su alfa llegara con su atún y su helado de chocolate y durazno que le habia pedido, pero ya se estaba tardando demasiado y aquello ponia de mal humor al omega.

Los maullidos continuaron sin cesar, tenía hambre, su cachorro tenía hambre, ¿acaso esperaban que volviera a dormir con tanta hambre que sentía? solo queria comer un poco de atún con helado de chocolate y durazno.

El sonido de unas llaves apagó sus maullidos y con rapidez corrió hacia la puerta viendo ingresar a su alfa con varias bolsas por sus compras, nuevamente el omega comenzó a maullar pidiendo que lo alimente de una vez, atravesandose en su paso dificultaba el caminar de su alfa.

- Cariño, si te sigues atravesando de esa manera nunca llegaré a la cocina y tú nunca comerás tu atún -dijo el alfa mirando a su omega en su forma felina quien levantó la cabecita para despues hacerse a un lado, permitiendo que el alfa llegue a la cocina sin ocasionar ningún accidente.

El alfa suspiró divertido y dejó las bolsas sobre el mesón, rapidamente el omega se subió al mesón y veía a su alfa sacar las compras, maulló molesto cuando el alfa sacó un bote de helado sabor frutilla de las bolsas.

- Que a ti ya no te guste el helado de frutilla no significa que yo deba odiarlo tambien, esto lo compré para mi - dijo el alfa mirando a su omega con una sonrisa.

Tomó una de las latas de atún y sirvió su contenido en un plato, en un recipiente colocó del helado de chocolate con durazno y tomando ambos platos miró a su omega que se encontraba maullando demasiado fuerte mientras restregaba su cuerpo en las piernas del alfa.

- Amor, guarda silencio, son las tres de la mañana, despertarás a los vecinos, apuesto que hasta tus padres estan escuchando tus maullidos. - regañó el alfa a su omega - ve al cuarto, sabes que no dejaré que comas si continuas transformado en un lindo osjo.

Draco rapidamente corrió a la habitación que compartía con su alfa para poder transformarse y poder comer de su atún.

Harry lo siguió con calma, esperó a que su pareja se colocara su pijama y le dió lo que tanto queria comer.

El alfa se tumbó en su lado de la cama e intentó dormir nuevamente, llevaba ya dos semanas sin poder dormir bien, los antojos de su pareja habian comenzado y cada noche, sin falta le pedia algo para comer, cada salida trataba de comprar más de lo que habia pedido para no volver a salir a comprar, pero cada noche era una cosa diferente que, da la casualidad, no tenia en casa.

- ¿Cariño? - llamó el rubio a su pareja.

- ¿Mmm? - fue todo lo que dijo el alfa causandole gracia al rubio.

- ¿Aún queda un poco de mayonesa? - preguntó el rubio recibiendo un asentimiento por parte de su alfa - genial, iré por ella, tú descansa amor y gracias por siempre ir a comprarme lo que te pido sin importar la hora.

- No agradezcas amor, es un placer complacer tus antojos. - susurró el alfa más dormido que despierto, el rubio le dio un suave beso en su mejilla para luego caminar con lentitud hacia la cocina en busca de su mayonesa, 40 días de embarazo, su vientre ya era visible, ya no era aquel ligero bultito que tenía dos semanas atras, sus bebé estaba creciendo rápido, tan solo le faltaban 50 días para poder tenerlo en sus brazos.

Aquello sin duda tenia emocionado a ambos padres primerizos.

- Efectivamente, usted se encuentra embarazada, muchas felicidades señora Potter - habló el médico revisando los papeles en sus manos para luego entregárselos a la pelinegra.

La pelinegra los tomó contenta, miró a Lily a su lado quien le sonreía contenta por la noticia.

Cho sonrió sabiendo que ya era tiempo de volver a la casa de su alfa y padre de su hijo o sus hijos.

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Hola caramelitos.

Espero que el capítulo les haya gustado.

Gracias por leer y por apoyar esta historia, perdonen si hay errores ortográficos.

Y por favor, si los hay, siéntanse libres de hacérmelos notar.

Muchas gracias.

Lxs amo un montón y les mando besitos a la distancia.

Atte.: Candy <3

𝕄𝕪 ℕ𝕦𝕞𝕓𝕖𝕣 𝕆𝕟𝕖♡Where stories live. Discover now