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- No lo hice, ¡No te toqué! ¡Es imposible! - gritó el alfa en desesperación.

- Cariño, lo hiciste, tu alfa me escogió y me tomaste.

- ¡Eso no es cierto! - volvió a gritar el alfa. - ¡Yo tengo un omega, mi alfa y yo tenemos un omega! ¡Y ambos lo aceptamos! ¿Cómo puede ser posible que justo en este raro celo mi leopardo te haya aceptado? ¿Acaso me crees estúpido? ¡He pasado celos alejado de Draco y por muchos omegas a mi entorno siempre las he rechazado, incluso cuando Draco no portaba mi marca!

- ¡Esta vez me escogiste! ¿¡Tan difícil es de creer!?

- ¡Si! es muy difícil de creer, de repente me atacó mi celo cuando faltaban meses para que ocurriera y luego te permito entrar en mi habitación, ¿sabes que es lo más jodido? lo mas jodido es que mi leopardo solo dice recordar el aroma de Draco.

- ¡Pero fui yo! - Cho iba a seguir gritando pero vio como el alfa caía al suelo de golpe, asustada se acercó a él y trató de ayudarlo a pararse pero Harry la rechazó con un gruñido de advertencia que la asustó.

Harry estaba furioso, la omega lo sabia, si no fuera porque el alfa aún se hallaba algo débil este ya lo hubiera descuartizado.

- Muéstrame tu cuello - ordenó el alfa en voz de mando siendo obedecido enseguida por la omega que ladeó la cabeza y le mostró su cuello.

Para alivio del alfa, no había ninguna marca, nada que lo uniera a la omega, pero su alfa sabia que debía disculparse con su verdadero omega e ir con él lo más antes posible.

Era una necesidad que lo estaba consumiendo por dentro, por lo que se levantó del suelo y pasó de largo a la omega.

- Si te veo aquí para mi regreso juro que te despedazaré completa - amenazó el alfa para después salir de la casa en busca de su omega.

Cho pudo volver a respirar cuando el fuerte portazo sonó por toda la casa, clara señal de que el alfa ya se había marchado, gritó frustrada y comenzó a golpear el suelo con sus manos.

- Maldito leopardo, esto no hubiera pasado si tan solo me hubieras marcado - murmuró entre dientes pero una sonrisa se formó en sus labios mientras tocaba su vientre - aún puedo tener una carta para seguir jugando, espero que haya funcionado.

Sin apartar su mano de su vientre se levantó del suelo y caminó hacia su habitación, por el momento haría caso a la orden de Harry, ya luego volvería para dar el ultimo golpe.

Draco se hallaba decaído, la marca que lo unía a Harry había desaparecido hace unos minutos, ¿Harry había roto su unión? ¿acaso se había arrepentido de tenerlo como su omega?

Daba ligeras caricias a su vientre apenas visible de 23 días, su pequeño cachorro sería su única razón de vida y le daba miedo porque sabia que su omega solo viviría por su cachorro y cuando de a luz su omega se rendiría y ya no podrían conocer a su criatura.

Pero su corazón le pedía confiar en su alfa, por lo que negó a sus pensamientos, no podía juzgarlo sin antes escucharlo y por mucho que su terco omega este necio a la idea de escucharlo y haya tomado la decisión de romper el lazo para proteger a su cachorro, él le daría el beneficio de la duda a su alfa.

Harry lo amaba, si no lo hiciera no se hubiera esforzado en tenerlo en su vida así que apartaría los pensamientos depresivos de su mente.

Con firmeza se negó a seguir escuchando los malos pensamientos, si Harry decidía alejarlo de su vida lo aceptaría, pero escucharía sus explicaciones.

Y en ese momento Draco observó el auto de su alfa estacionarse frente a la casa de sus padres, con un suspiro se levantó y dándose valor fue abajo para hablar con Harry.

El timbre sonó varias veces y aquello lo hizo sonreír un poco, Harry no haría eso si no fuera porque se encuentra desesperado, escuchó a su madre gritar que se calmara que ya iba a abrir y una risa diminuta salió de sus labios, su madre golpearía a Harry por el escandalo con el timbre.

Se apresuró en bajar para calmar a su madre, cuando llegó a la sala vio a su madre regañando a Harry por lo que se acercó a ella.

- Mamá... ya pasó, cálmate - le dijo Draco - yo hablo con Harry, tú ve con papá, lo noté un poco apagado en el desayuno.

- Esta bien cariño - fue todo lo que dijo Narcisa para luego dejar solos a la pareja.

- Draco, amor... - empezó el alfa ganando una mirada de su omega.

- ¿Qué pasó? - preguntó el rubio sentándose con cuidado al lado de su alfa.

- No lo sé, para cuando desperté estaba con Cho, mi alfa se encuentra confundido porque piensa que eras tú pero, todo es tan extraño, sabes que yo no lo haría, incluso mi celo se adelantó por meses...- comenzó a explicar el alfa teniendo toda la atención de su omega.

- ¿La marcaste? - preguntó en un susurro tembloroso el omega.

- No, no cariño, no lo hice, pero supongo que tu omega sintió la traición de nuestra parte y nos rechazó, pero te juro, que no la busqué, sabes que te amo a ti, ¿verdad? - el rubio lo miró por unos segundos buscando señales de que todo lo que decía era una mentira, pero solo había lo mismo que había la ultima vez que lo vio.

Aquel amor que Harry siempre le recordaba por lo que con calma asintió.

- Yo te creo, pero creo que mi omega prefiere hacerte la ley del hielo por un tiempo. - susurró el rubio con una pequeña sonrisa.

- Amor, la marca... - dijo Harry preocupado por su cachorro y por su omega.

- Supongo que puedes hacerla de nuevo y mi omega lo aceptará porque sabe que eso ayudará al cachorro.

- Lo siento amor, te dije que no los lastimaría y terminé lastimándolos.

- Esta bien, estabas en celo cariño, no eras tú mismo. - consoló el rubio abrazándose al torso de su alfa.

- No te merezco... - susurró el alfa sobre los cabellos rubios de su omega, dejó varios besos en sus cabellos y lo apretó en un abrazo, no quería soltarlo, realmente sentía que no merecía a un ángel como lo era Draco. - en verdad que no lo hago.

- No digas eso Harry.

- Eres un ángel, estoy tan agradecido con la Luna por tenerte en mi vida pero siento que no te he dado la felicidad que en verdad mereces.

- Aún estamos en una tormenta, no sabemos cuanto falta para que encontremos nuestro arcoíris, así que mientras no salgamos de esta tormenta no me rendiré hasta encontrar esa felicidad contigo, tú tampoco lo hagas.

- Te amo mucho mi omega - susurró Harry para luego depositar un dulce beso sobre los belfos de su esposo.

- Yo también te amo alfa - correspondió el rubio cuando el beso terminó.

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Bien, cortito pero aquí esta, yo creo que por hoy es todo.

Espero que les haya gustado.

¡Gracias por el 1K de leídas caramelitos!

Gracias por leer y por todo su apoyo <3

Lxs amo un montón.

Atte.: Candy <3

𝕄𝕪 ℕ𝕦𝕞𝕓𝕖𝕣 𝕆𝕟𝕖♡Where stories live. Discover now