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Harry observaba las gotas caer e impactar contra el suelo desde aquella pared de cristal que tenia en su hogar, la lluvia había aparecido de la nada hace como una hora atrás, Harry había observado a varias personas correr para refugiarse de la lluvia.

Su mirada fija en la lluvia, pero sus pensamientos se hallaban en otro sitio, cuatro horas antes de que la lluvia hubiera hecho aparición.

La larga cola se batía a medida que sus pensamientos abarcaban lugar en su mente hasta nublar su vista y de que sus labios se escapara un suspiro.

Se hallaba enamorado, hace un año había conocido a un omega que sin duda había llamado su atención, pero había estado negando la atracción que sentía hacia aquel omega, pero ya no podía seguir negándolo, hace dos meses atrás se había declarado y el omega había saltado hacia él en un abrazo para llenar su rostro de dulces y suaves besos.

Un aroma demasiado conocido para él lo sacó de sus pensamientos, logrando que sus orejas se levantaran atentas a cada ruido y movimiento a su alrededor.

El sonido de unas llaves abriendo la puerta principal ocasionó que la cabeza de Harry se levantara y mirara hacia esa dirección.

- Pero que hermoso gatito estoy viendo - habló aquel rubio con una sonrisa de oreja a oreja mientras observaba al felino que se hallaba descansando sobre la alfombra de la sala principal con vista hacia el jardín de aquella casa.

Un suave gruñido ocasionó que el rubio soltara una risita, sabía que al felino le molestaba que lo llamaran gatito, después de todo, era un leopardo y un alfa, el rubio se acercó con confianza y a medida que se acercaba iba desvistiéndose para así poder transformarse y acurrucarse en el alfa que había robado su corazón desde hace un año.

Harry observó como su pareja se transformaba en un pequeño y lindo osjo, o como otros lo conocían, un gato andino, pequeño, pero no tan pequeño como para ser confundido con un gato domestico.

Draco se hizo campo entre las patas delanteras de su pareja y con suaves ronroneos empezó a restregarse contra el pelaje de Harry para que de aquella forma el aroma del alfa se impregne en su cuerpo, aquella acción calmaba a ambos híbridos.

Harry, sin poder evitarlo comenzó a acicalar a su omega logrando que los ronroneos del pequeño se aumenten y que este se quede quieto dejándose hacer por el mayor.

Se mantuvieron en sus formas animales por un par de horas, horas en las que jugaron entre si y se impregnaron el aroma del otro en sus cuerpos, cuando ambos volvieron a su forma humana, se dirigieron a la cocina para poder preparar la cena y luego irse a la cama.

- He hablado con mis padres - soltó Harry de la nada causando que Draco se quemara la mano con aceite al haber soltado las papas de golpe.

- Miau~ - se quejó el rubio llevando la parte quemada a su labios, el pelinegro saltó hacia su pareja y rápidamente lo llevó hasta el grifo para poder humedecer la piel quemada, luego rápidamente y con mucho cuidado secó la mano para luego tomar un huevo y vaciarlo en un plato, Draco observó como Harry retiraba la membrana del huevo y lo colocaba con delicadeza sobre su quemadura.

- Amor, estas exagerando un poco. - dijo el omega viendo directamente a su alfa.

- No es exageración.

- Eres lindo cuando me cuidas, aunque si eres algo exagerado - Harry solo sonrió de lado y se acercó a su omega para depositar un suave beso en sus labios.

- Te amo - susurró el alfa sin separarse de los labios de su omega, quien sonrió enternecido.

- También te amo - respondió el omega volviendo a unir sus labios en un beso.

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