¿𝑱𝒆𝒇𝒆 𝑶 𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒐?

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Narra Jade

Si alguna vez me preguntarán si en verdad estoy viviendo lo que algún día soñé, con una sonrisa llena de orgullo diría que si.

Poco a poco mi alma se libera de toda aquella carga que nunca debí tomar, se que con pasos pequeños iré sanando a mi niña interior, dándole esa paz que alguna vez desee entre lágrimas.

Duele el saber que de tu propia familia hace todo por hacerte daño, hacen que odies a una persona, incluyendo siendo tú mismo, te desencadenan demonios que durante toda tu vida puede llegar a darte miles de problemas, aunque, cuando encuentras la mejor manera de liberarte, encuentras tu lugar seguro.

Me encuentro en un punto de mi vida donde no me interesa recibir el afecto de mi familia de sangre, estoy aprendiendo amarme, y lo más importante; sanar a mi niña interior, si tuviera la oportunidad de ir al pasado para decir algo a mi yo, de pequeña, no dudaría en decirle;

Hey, no te rindas por favor, se que sigue siendo difícil, pero, estamos teniendo lo que ahora sueñas, estamos con la persona correcta, rodeada de personas que están dispuestas a dar todo por nosotras, nuestra vida soñada se está cumpliendo.

Y sin duda abrazar a esa pequeña Jade, limpiar sus lágrimas susurrando que todo está bien, está a nada de ser libre como  ahora soy.

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Con adoración y perdidamente enamorada del ser tan pequeño, sentado en la alfombra de la sala jugando con los autos que Ray carga siempre para jugar, los perros y el gato están acostados siguiendo los movimientos de Ashton, siempre lo cuidan sin importar que sea Ray quien esté con él.

E

stamos a unos días de regresar a casa, a pesar que Ray no desea pasar Halloween en San Juan, él le gustaría pasar la primera vez celebrando el Día de muertos, tanto de él como la de Ashton, planeamos un viaje a Oaxaca, para vivir una experiencia única.

— Amor — Ray me llama sin quitar la vista de Ashton — ¿Qué hora es? — pregunta entregando en la manita de nuestro hijo un carrito.

— Es hora de ir a los ensayos — le hago saber viendo la hora en mi móvil — ¿Ya te irás? — me acerco a ellos poniéndome de rodillas acariciando la cabeza de Maximus.

— ¿Vienen conmigo? — pregunta viéndome — no tardaremos tanto, luego de eso podemos ir de paseo.

— No quiero que estés distraído con Ashton — él niega viéndome con un puchero en sus labios — está bien — acepti, sonrió al ver que aplaude, Ashton lo imita viéndolo entre risas.

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—

¿Es tu bebé? — pregunta una de las niñas que forman parte del equipo de Ray, examina con curiosidad a mi pequeño el cual sostengo en brazos.

— Claro, se llama Ashton — me mira con asombro tomando la mano del pequeño con mucho cuidado.

— Es muy lindo — Ashton le sonríe haciendo que ella también lo haga — hola Ashton — deja un beso en su mejilla.

— Dile hola a la nena — murmuró a mi hijo viéndolo — aún es muy pequeño para hablar, pero puede ofrecerte un beso con baba en la mejilla — le sonrió a la nena.

— Acepto ese beso con baba — acerca su mejilla al pequeño, deja que Ashton le de sus característicos besos con baba incluida, se aleja viéndome feliz — ¿Quién es su papá? — pregunta curiosa.