¿𝑱𝒆𝒇𝒆 𝑶 𝑬𝒔𝒑𝒐𝒔𝒐?

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23 de marzo

Boda parte 2/?

Narra Jade

La limusina aparca justo en la acera de la catedral, mis amigas son las primeras en salir luego del ayudante de Simón, el chófer se baja extendiendo su mano para bajar.

Miro ansiosa al cielo buscando fuerzas, mis amigas suben las escaleras con mucho cuidado de no caerse,son ayudadas por sus novios quienes forman parte de la corte real por parte de Ray.

Mi abuelo es quien me entregará al altar como hizo hace un par de años atrás, dentro de mí desea que sea mi padre quien lo haga, sin embargo, está presente de manera espiritual, lo sé, nadie puede engañar los ojos del corazón.

La segunda campanada suena, los invitados están dentro por órdenes de Simón, mis manos sudan y mi respiración se acelera al subir cada escalón, me quedo parada antes de estar en el umbral de la puerta, mi abuelo vestido por un esmoquin negro, muy bien arreglado ofrece su brazo viéndome con ternura.

- Deseo con todo mi corazón, que esta vez sea la persona correcta - acomoda el saco de su esmoquin - el mayor deseo de mi hijo - mi padre - fue ver a su hija compartir con un buen hombre, lo poco que he conocido de Ray, me demuestra que hay sinceridad y amor cada que sus ojos te miran.

- Tengo miedo - murmuró viéndolo do fijamente - no quiero fallar de nuevo - suelto un suspiro bajando la mirada.

- Escucha cielo, este muchacho se esforzó cuando me pidió tu mano - levanta mi mentón para verlo - de los errores aprendes lecciones de vida, nunca tengas miedo en decir lo que sientes, pierde más quien calla - asiento en respuesta.

- Si abuelo - murmuró sintiendo la calides de sus labios chocar con mi frente.

- Siempre serás mi pequeña, lamento si falle como abuelo, como ser humano. Tengo presente mis errores, se que es tarde para remediarlo contigo - acarició su brazo para darle mi apoyo - pero, los corregiré con tus hijos - sonrió y giro al escuchar la voz de Simón.

- Muy bien cielo, está por dar el tercer llamado - comenta acomodando mi velo - tranquila, respira que el novio está en el altar - bromea haciéndome reír.

- ¿Mis amigas están listas? - pregunto nerviosa al ver a las chicas pararse en la entrada.

- Estamos listas, suerte cielo - me abraza antes de irse dentro de la iglesia.

Narrador omnisciente

Hola, ¿Me extrañaron?.

La tercera campanada suena, el último llamado se hace presente. La marcha nupcial comienza a sonar y la corte real hace su entrada, Raymond mira con nervios la entrada de la catedral, ansioso por ver a la mujer que desde hace mucho le roba suspiros.

Vestidas de maneras elegantes sin dejar de ser sexis, las chicas caminan acompañadas de sus respectivas parejas, Giorgio mira desde su lugar acompañado de su pareja una de sus creaciones especiales, aún muere por ver el vestido que diseño con mucho cariño a la mujer que cautivo a un gran hombre.

Por fin es hora, Jade se posa junto a su abuelo en la entrada de la catedral, los invitados que están parados miran con curiosidad a la chica.

Para todos era como ver a una mujer radiante en su gran día, Para Ray es ver a una princesa preciosa de su propio cuento de hadas, con ganas de parar el tiempo y admirarla por más tiempo. Para otro hombre es ver a la mujer que alguna vez vio por primera vez en el altar, que ocupaba el lugar que hoy otro está, es ver a la persona que te hace dudar ir directo a los brazos de otro en tu propia cara, para algunas mujeres era envidia, no todas podían decir con orgullo que el vestido que usaron en el gran día fue diseñado bajo la firma de un importante diseñador italiano, y aún mejor, es invitado en la boda.