36. Suyeon no pensó, Suyeon tiene suerte de no pensar

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12.12.2021

[...]

—¡Bahiyyih!— Suyeon llegó apresurada a la sala de estar, la pequeña estaba comiendo unas galletas que encontró después de terminar su desayuno.

—¿Qué pasa?— preguntó la niña con la boca llena y sus mejillas regorditas.

—Ah... Pensé que te habías ido sin mi, estuvo cerca...— dio un fuerte suspiro de alivio.

—¿Cómo me iría sin ti?— dejó el paquete de galletas vacío en la basura y Suyeon se fue acercando hacia ella para tomarla en sus brazos.

—No lo sé, pero lo pensé— dijo con voz ronca por la fuerza que estaba ejerciendo en acomodar a Bahiyyih en sus brazos —¿No quieres darles algo antes que se vayan?— miraba a la niña que quedó pensativa.

—No— Negó con su cabeza y con una voz suave.

Hoy era un día un tanto distinto, Xiaoting, Yurina y Hikaru irían de visita a la abuela, se estarían yendo por cerca de un mes entero, y Bahiyyih extrañaría a su amiga, la peli negra pequeña. Al principio pensaron que sería por más tiempo, por lo que se aliviaron un poco, aunque en el fondo Suyeon estaba aliviada de no lidiar con Yurina y Xiaoting por un buen rato. En realidad ellas dos solo extrañarían a Hikaru.

Al salir de la casa, rápidamente se encontraron con Xiaoting con cara de estar esperándolas de forma impaciente, sus brazos cruzadas y golpeando con el pie el piso con un ritmo definido.

—Ya me iba— dijo Xiaoting sonando pesada, las otras solo le devolvieron la misma mirada de pesada —Solo no me iba porque Hikaru no se separa de Rui Qi y tampoco se iba a ir sin despedirse de ustedes—.

—Es un mes, chicas, no nos vamos por toda la vida— Yurina estaba viendo como las dos niñas no paraban el abrazo, ya era hora de irse y Hikaru no quería irse sin despedirse de Suyeon y Bahiyyih también.

—No— Rui Qi se aferró más a los brazos de Hikaru.

—Xiaoting, plan b— llamó Yurina, la nombrada rápido se acercó hacia ellas y tomó a Hikaru—Bien, a la cuenta de 3— ella tomó a Rui Qi.

—1...2...3— hicieron fuerza hasta que las otras dos se separaran.

—Wow— dijo Suyeon viendo con ojos juzgadores y después bajó a Bahiyyih de sus brazos para esperar que Hikaru se acerque, quedando agachada a un lado de su hija.

—¡Wi~!— Hikaru después de un rato de asimilar la separación, corrió primero a los brazos de Suyeon que ya estaban estirados y se abrazaron por un tiempo.

Después de separarse, fue hacia los brazos de Bahiyyih que también la esperaban, dando un abrazo parecido al que tuvo con la peli azul.

—Creo que ya es hora de irse— Xiaoting llegó para cortar esa despedida.

Rui Qi quedó un rato parada pensando y mirando hacia la nada, no resistió mucho más, se fue caminando sin decir ninguna palabra y cerró la puerta de su propia casa. No tenía mucho más que hacer, simplemente no se sentía muy bien, tal vez la pena se quedaría con ella un tiempo.

—Rui Qi...— Wen Zhe que vio cuando la pequeña entró y se iba a perder por la casa, conocía a su hija y tenía la necesidad de llamarla.

—No quiero nada— dijo con la notable pena en su voz.

—Mírame— demandó, no sonaba mala persona y tampoco buena, era un tono neutral.

—¿Qué?— Rui Qi volteó su cuerpo y Wen Zhe notó como las ganas de llorar de ella estaban llamándola.

—Ven— se agachó a la altura de ella, la pequeña dudaba si acercarse o no, pero lo terminó haciendo de apoco con pasos lentos —Ven, que puedes llorar lo que quieras, por cuánto quieras, ¿Quieres llorar?— le dijo al tomarla por los hombros.

—No— mintió, con su mirada hacia sus pies.

—No me mientas—.

—Pero... Me dijiste que tenía que ser una persona fuerte...— levantó la vista, sabía que lloraría de todas formas y lo intentaba ocultar.

—Y lo eres. Llora— demandó con total seguridad —Llorar no es de débiles—.

—Pero...—

—Mira...— abrazó a la niña que comenzó a llorar apenas su cabeza cayó en su hombro —En la vida, habrán personas que en realidad no volverán, esto no es nada, ella estará devuelta contigo pronto. Puedes llorar porque sé que solo eres una niña y nunca te has enfrentado con una despedida en tu vida, por lo que no es algo para minimizar. Tampoco pienses que llorar es de débiles, no importa la razón, llora todo lo que quieras, llorar está bien y no porque llores no eres fuerte. Si tienes ganas de llorar, hazlo, ¿Entendido?— se separó levemente para volver a tomarla por los hombros y ver su rostro.

—Entendido— Concluyó para aferrarse en un abrazo.

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Where stories live. Discover now