¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵

35. Yujin cree, Yujin es graciosa

11.12.2021

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Yujin de alguna forma, creía que sus vecinas no eran tan terribles como Cai Bing contaba, por lo que ese día, lo probaría.

Tenía unas horas libres, el trabajo no estuvo pesado, tenía que volver en unas horas y no era tanto lo que haría. Mucho mejor que otros días que pasaba todo el día frente a la computadora y su vista se sentía pesada.

Despertó con ganas de salir, tomar aire. Se sentía algo con la necesidad de hacer ejercicio, pero ella no era de hacer eso, no le gustaba, por lo que ese pensamiento que aumentaba de peso con cada taza de café, simplemente tenía que quedarse en su interior. De esa forma solo saldría a tomar aire, sin ejercicio.

Pero su mayor finalidad, era salir a esa hora que sabría que se encontraría con una de las vecinas en la mañana, temprano, a la hora que las niñas están en las clases por la computadora y ellas no teniendo nada que puedan hacer. En esa banca siempre había una que otra de las vecinas, quería encontrarla, si se encontraba a Xiaoting con un periódico o a Wen Zhe riéndose de todo lo que ve, estaría convencida de acercarse a cualquiera le servirá.

Y ahí estaba, encontrando a dos personas sentadas en esa banca hablando, parecían amigas que claramente no son, o quién sabe, Yujin no sabía; Suyeon y Dayeon, esas dos eran las que estaban sentadas mientras se reían. Pues claro, las niñas deben estar en clases, Suyeon todavía no tenía que ir a trabajar y Dayeon es simplemente una loca que te encuentras a donde vayas.

—Oh, ¡La amiga de los dinosaurios!—  Gritó Suyeon.

—¡Hola!— Dayeon subió su mano y lo hizo con emoción —¿Cómo estás, electricista profesional?—

Tal vez, solo tal vez, las bromas de ellas eran muy pesadas, sí lo sabía de forma perfecta, estaba clara que no eran muy buenas con los apodos.

—Hola— les devolvió el saludo, ellas parecían como si estuvieran viendo una nueva presa, pero ignoró eso porque sabía que esa era la cara natural de cada una —¿Puedo sentarme con ustedes?—

—Claro, eres bienvenida— Dayeon le señaló al lado de Suyeon que estaba vacío, Yujin se acomodó ahí y las otras hicieron que se sintiera cómoda brindándole su cantidad de espacio necesaria —¿Quieres saber de qué hablabamos antes?— Yujin no respondió y solo asintió con su cabeza repetidas veces, fue bueno que ellas iniciaran a conversar.

—Nos estábamos contando chistes— Suyeon respondió y le hizo una seña a Dayeon para que le enseñara.

—¿Qué hace un perro con taladro?— Dayeon arqueó su ceja cuando preguntó, provocativa y con malicia en sus ojos  —Ta' ladrando—.

Yujin ya se lo sabía, pero se quedó callada y solo hizo cara de que no le dio risa.

—¿¡Por qué no te ríes!?— Dayeon se quejó de la mayor que solo hizo cara de desagrado.

—Porque eres mala, ya lo dije— Suyeon golpeó el hombro de Dayeon levemente y sonrió para ahora ella hacer uno, uno que ella inventa y no se sabe si es bueno —¿Qué hace un pez en una pecera?—

—¿Qué?— también se lo sabía, no lo había escuchado, pero la respuesta era obvia.

—Nada— Suyeon hizo una pose como si esperara la mejor reacción, pero Yujin nuevamente parecía negarse al mal chiste, de no ser por Dayeon que comenzó a reírse desesperada, el chiste de Suyeon se iba a la basura.

—Ay... Perdón, es que era tan fome que me reí— recuperó la compostura y se preparó para hacer otro —¿Qué le dijo un techo a otro techo?—

—Te echo de menos— respondió Suyeon dando un fuerte aplauso, ambas largaron una fuerte risa y nuevamente Yujin no parecía reaccionar.

—Eres de hierro al parecer. Suyeon, dale otro— demandó golpeando el hombro de la nombrada y esta preparó su garganta.

—¿Cuál es el hermano enfermo de Hello Kitty?— ese sí que no se lo sabía, así que esperó la respuesta pacientemente por un rato y Suyeon preparó su estallido —Bronkitty—.

—Espera...— Yujin se tomó su tiempo para entenderlo, al hacerlo, comenzó reírse con una fuerte carcajada.

—¡Se rió!— Suyeon celebró dando otro aplauso fuerte, haciendo burla hacia Dayeon que se sentía decepcionada de sí misma —Te dije que eras un fracaso, Kim— la apuntó mientras se reía.

—No es justo— miró desafiante a Yujin y la apuntó hasta que dejó de reírse tan fuerte —Si tanto no te ríes de mis chistes, haz uno tú—.

—¿Yo?— de apuntó a sí misma dudosa, las otras asintieron emocionadas y negó —Yo no soy de chistes, no soy divertida—.

—Tú solo di algo, alguno debes haber escuchado— Dayeon le restó importancia a la nula sabiduría de Yujin en chistes.

—Eh... No sé— comenzó a pensar en cualquier cosa, cualquier cosa le serviría, o eso creía —¿Un perro llamado pegamento salió a la calle, se cayó y se pegó?— dijo dudosa, no sabía ni qué dijo.

Parecía irreal, pero las otras comenzaron a soltar fuertes carcajadas, cada vez más fuertes.

—No dije nada gracioso...—

—¡Se pegó!— habló Dayeon entre risas, comenzó a agarrarse el estómago.

—Hey— Suyeon entre risas, quería contar otro, no quería parar de reír en ese momento, quizás nunca —¿Qué es la hipotenusa?—

—¿Qué?—

—10 hipopótamos en USA— al responder, la pelinegra se rió de nuevo con una fuerte carcajada, Yujin también lo hizo algo despacio, pero se notaba que estaba divertida, solo un poco menos que las otras.

—No es nada— Dayeon se controló para también seguir hablando —Dos piezas de rompecabezas fueron a un banco, ¿Qué pasó después?— Subió sus cejas para esperar la respuesta que le dé la señal de qué podía contar.

—¿Qué?— dijeron las dos al mismo tiempo, dándole a Dayeon la apertura que tanto quería.

—Asaltaron todo y se las llevaron detenidas... Estaban ar-ma-das— hizo énfasis en la última palabra.

Las tres terminaron por reírse más fuerte si era posible, tal vez si fue una buena decisión ir a conversar un rato con las vecinas, aunque se estaban riendo de los chistes más malos que hay, de las cosas más fomes, solo ellas se rían.