06. Yurina es Hikaru, Yurina es Yurina

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11.11.2021

[...]

—Mami— Bahiyyih llamó a Suyeon que estaba en la cocina y la agarró del brazo cuando dio un salto.

—Ay, Bahiyyih, querida, ¡La comida!— se quejó porque la niña agarraba el brazo con el que estaba haciendo algo en un bowl.

—Perdón, mami— Se disculpó con un puchero y se soltó de su brazo —Yo quería saber si me dejas ir a casa a jugar con Hikaru— le hizo más notorio el puchero.

—Mhm— la pensó, cuando volteó la mirada a la pequeña con su puchero en la boca, fue imposible poder resistirse mucho más y terminó dando un fuerte suspiro de total vencida —Bueno, voy a ir a dejarte para allá, espérame—.

—¡Sí~!— celebró dando saltos en su
lugar, corrió con emoción hacia la puerta.

Suyeon se sacó los guantes de cocina, dejó las cosas simplemente a la espera que ella misma vuelva a por ellas y se sacó el delantal, dejándolo colgado en cualquier parte.

—Vamos— llegó al lado de su hija una lista a irse, la tomó entre sus brazos, la levantó quedando a la altura de su pecho y la niña enredó sus brazos alrededor de su cuello —¿Te lavaste las manos antes de ir para allá?—

—¡Sí!— respondió feliz, por un momento separó una de las manos del cuello de su madre para levantarlo con esa misma emoción.

—Entonces nos vamos— Suyeon abrió la puerta con su brazo que no sujetaba a la niña y la dejó media abierta porque solo irían al departamento del lado.

Llegó a la puerta de al lado, la misma Bahiyyih se encargó de pulsar el timbre de la puerta. Las dos se encargaron de esperar hasta que alguna de las vecinas abra la puerta de su casa, sin embrago, pasaba tiempo y nadie salía, Bahiyyih volvió a tocar el timbre del departamento.

—Mami...— llamó Bahiyyih algo preocupada por lo que estaba sintiendo —¿No hueles algo raro?— preguntó con una mueca en su rostro.

—Tal vez murieron de corona— dijo algo feo —Pero de la cerveza...— dijo algo aún peor.

—¿Qué será?— preguntó Bahiyyih inocente, ignorando lo que Suyeon había dicho.

—No lo sé. Toca de nuevo— le pidió a la niña y así lo hizo, el silencio las inundó de nuevo —¿Se escucha algo o es mi idea?—

—Creo que escucho la voz de su mami Rina— dijo el apodo sin querer por su mal habla al pronunciar el nombre y comenzó a hacer el intento de escuchar mejor.

—Y creo que también la de Xiaoting...— dijo también escuchando, de repente se convirtieron en gritos que ambas no entendían —Okay... ¿Entiendes qué dicen?—

—No— negó con su cabeza mientras se chupaba levemente el dedo, Suyeon ahora golpeó ella la puerta.

—Ay, espera— Suyeon hizo una mueca de desagrado —es olor a algo podrido y quemado— .

—No lo reconozco, pero si huele mal, muy mal— le respondió Bahiyyih, soltando un puchero. Suyeon le dio la razón y volvió a golpear la puerta.

—¡Vecinas! ¡Parece que se les quema la casa!— dijo Suyeon algo graciosa, aunque no era para la risa que tu casa se queme —Por segunda vez en un solo mes...—

—¡Ya voy!— ahora les respondió alguien, que era Xiaoting, al rato después salió ella, había humo en su espalda e intentó ocultar dolor en una sonrisa sarcástica —¡Hola! ¿¡Qué las trae por aquí!?—

Ni Suyeon, ni Bahiyyih contestaron de forma inmediata, tenían una cara de horror mientras miraban al rostro de Xiaoting, el olor ahora se hizo más intenso y al rato salió Yurina por la espalda de Xiaoting.

—¡Hola!— tos constante —Yo... Estaba... En... La cocina y... De repente... Vi...— su voz se cortaba por la tos y en un momento la dejó sin poder continuar.

—Ella...— Xiaoting le continuó mientras veía a Suyeon y a Bahiyyih con el mismo rostro de antes, parecían una copia de la otra con esa misma cara de espanto y asombro —Estaba cocinando y de repente trae a Hikaru y las dos no sé cómo terminaron juntando aceite caliente con agua—.

—Pero si los controlas...— Suyeon pudo emitir unas palabras, aún no entendía bien.

—El problema es que lo descontrolaron el doble—.

—¿Y tú por qué no lo paraste si sabías qué hacer?— Suyeon preguntó indagando.

—Porque Yurina por error cuando tomó un sartén, me dio en la cabeza y caí al suelo— respondió muy normal para ser eso.

—¿Y cómo lo apagaron?— preguntó Suyeon.

—Aún no lo apagamos— respondió Yurina cuando paró su tos, también sonrió.

—¿¡Qué!?— Xiaoting también gritó eso junto con las demás, volteando su vista hacia Yurina —¿¡Y Hikaru!?— dijo y partió corriendo.

—Oh no, ¡Bahiyyih, quédate aquí!— Suyeon le dijo a la niña, bajando esta de sus brazos, la dejó parada en el suelo frente a la puerta con su cara de susto y fue corriendo con Xiaoting a ayudarla.

—¡Oh! ¡Espectáculo!— Dayeon apareció de la nada, abriendo la puerta de su casa bien alegre y sonriente —¡Wen Zhe, trae las palomitas que quiero ver cómo se le vuelve a quemar la casa a la vecina por segunda vez!—

—¡Allá voy!— respondió de la misma forma, Rui Qi también llevaba sus palomitas en un paquetito más pequeño, imitando la figura de Wen Zhe en miniatura.

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Where stories live. Discover now