Tía Mimi

281 27 2
                                    


– Le dijiste que me amabas. – Susurró en voz baja, aún en el pasillo.

– Pues lo hago... Te amo Skyler. Se que aún no querías decirle, pero no podía mentirle cuando me lo estaba preguntando de esa manera. El quería saberlo...

– No, está bien lo comprendo... – lo miró aún atónita. – ¿Me amas? ¿Cómo sabes que me amas?

John soltó una risita en susurro y tomó

– ¿Qué pregunta es esa Skyler?

– Hablo en serio.

John suspiró, tomó su mano y la guió hasta su habitación. Una vez allí, la guió hasta la cama y ambos se sentaron en el borde frente a frente.

– ¿Que cómo sé que te amo? Bueno, porque lo siento aquí. – señaló hacia su corazón. – Porque cuando estoy contigo me convierto en la mejor versión de mi mismo, porque desde que te conocí me he sentido capaz de poner el orden que necesitaba a mi vida, porque he aprendido tantas cosas buenas de ti... Porque me siento feliz cada vez que te veo, porque quiero compartir cada aspecto de mi vida contigo. Te amo Skyler...

La morocha sonrió de lado.

– Es curioso, porque yo siento lo mismo. He logrado conocer cada aspecto de ti, con tus virtudes y defectos... Y aprendo a aceptarlos y quererlos cada día... Yo... Te amo John.

John tomó su rostro con una mano, y se acercó lentamente para besarla con ternura.

Aquella noche no fueron más allá que sólo besos y abrazos ya que Julian estaba en la casa, pero estaban tan felices de poder consolidar lo que tenían abriendo sus corazones ante el otro. Se sentía tan bien que aquello sea recíproco por primera vez después de mucho tiempo en sus vidas.

✧✧✧✧


Últimamente, John decidió que sería mejor contratar a un chófer que lo lleve a dónde necesitaba ir, ya que creía fielmente en que conducía del asco y no quería correr ningún riesgo, mucho menos si iba con Skyler o Julian en el auto.

Una nublada mañana de Agosto, Robert el nuevo chófer estacionó fuera de la casa de su tía Mimi.

Skyler miraba algo aterrada por la ventanilla, aún sin bajar del asiento. John tomó su mano y le dió un leve apretón cariñoso en señal de que "todo estaba bien". Así que ambos bajaron del auto, y el chófer se retiró cuando John le indicó que volviera eso de las cinco de la tarde.

Caminaron hasta la puerta de entrada, y Skyler acomodó su vestido color azul con botones de madera y mangas cortas. John tocó el timbre, y la dueña del hogar tardó unos minutos hasta llegar a la puerta.

Al abrir la puerta principal, Skyler divisó a una mujer de estatura media alta, cabello castaño y unos setenta años de edad. Vestía bien, no era excéntrica pero en su simpleza se veía muy elegante. Al ver a John una gran sonrisa se asomó en su rostro, y no tardó mucho en capturarlo en sus brazos con un gran abrazo.

– ¡Oh, mi querido John! ¿Cómo estás? ¡Que alegría que estés aquí, creí que no vendrías! – exclamó la mujer.

– Estoy bien, ¿Tu como estas tía? Por supuesto que sí, llame diciendo que vendría... Y aquí estoy.

– Pero mírate nada más, estás hecho un galán. ¡Lo único que no me gusta es esa larga melena! ¡Necesitas un corte de pelo urgente! – exclamó en tono de regaño al ver el largo cabello de John, éste rió y se hizo a un lado.

You're The One | John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora