Ya no soy esa persona

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Parecía que aquella entrevista sería eterna, pero cuando finalizó Skyler sintió cómo se relajaba por completo.

Luego de organizar unas últimas cosas con los del programa, saludaron cordialmente a todos y se retiraron de allí.

– Bueno, ahora sí creo que nos dejarán tranquilos por un buen tiempo. – Acotó John mientras caminaba hasta su auto, mientras exhalaba el humo de su cigarro.

– ¿Tú dices? Eso espero. Es fácil para ti, no es al que insultan todos los días preguntando quién rayos es. – Bromeó.

– Créeme, no me insultan pero pueden llegar a ser peores. Aún más cuando se trata de Julian...

Skyler frunció el ceño.

– ¿Julian?

– Así es, Julian, mi hijo. – la miró, inhalando el humo.

Skyler se quedó pensativa por unos segundos. ¿Su hijo? ¿Cómo no supo jamás que el tenía un hijo? Muchas preguntas llegaron a su mente y no sabía cuál hacer primero sin sonar grosera.

– Lo... Lo siento, no sabía que tenías un hijo. – no podía quitarle la mirada de encima, estaba sorprendida de aquello.

Fue como un balde de agua helada. Por supuesto no porque tener un hijo sea algo malo, para nada, sino porque no sabía que él tenía un hijo. Hasta ahora, jamás se lo había mencionado.

– Creí que lo sabías. – la miró. – Lamento no habértelo dicho antes... Es que aún es un tema delicado. ¿Quieres tomar un café y te cuento bien a detalle?

Skyler asintió con la cabeza, así que al llegar al auto John condujo por la ciudad hasta encontrar u café escondido dónde de seguro nadie los molestaría.

Hicieron sus pedidos, y cuando llegó su menú John volvió al tema de Julián.

– Bueno, me sorprende que de todas formas no te hayas enterado por los periódicos. – Acotó sonriendo de lado mientras revolvía su café cargado.

– No soy muy fan de los periódicos...
Ni de la televisión. Pero si de la radio. – sonrió amplio. – Está bien, sólo me tomo por sorpresa porque jamás lo habías mencionado, considerando que hablamos de muchas cosas. Me gustaría saber de él.

– Bueno, Julian tiene siete años. Pero hace dos años nos separamos con mi ex esposa y aún estamos intentando con mi abogado que nos permitan las visitas compartidas. Pero la verdad es que... Bueno, no voy a mentirte. Muchas cosas pasaron, Yo... Era otra persona. – suspiró.

La morocha notó cómo aquél tema lo incomodaba bastante, y aún estaba intentando descifrar lo que le estaba contando.

– Mi matrimonio con Cynthia ha sido difícil, yo... Yo he cometido muchos errores de los que hoy me arrepiento, pero la relación quedó muy mal. – explicó. – Es por eso que no veo a Julian hace como un año. Además, sus primeros años de vida mis representantes me obligaban a esconderlo, a él y a Cynthia. Por eso nadie sabía que estaba casado o que tenía un hijo.

– Cielos... – Acotó Skyler, sin siquiera haber probado su comida. Estaba sorprendida y en parte shockeada.

¿De eso se trataba relacionarte con Lennon? ¿Qué había pasado entre ellos exactamente?... ¿Aún era buena idea seguir relacionándose con él?

– Pero bueno, no quiero asustarte. Eso fue en la época de The Beatles. Ahora soy sólo yo, y mi representante que resulta ser uno de mis mejores amigos, jamás me haría hacer algo así. Además, he cambiado demasiado por no decirte que soy otra persona totalmente distinta. Tengo defectos aún que me gustaría cambiar, pero bueno... Nadie es perfecto.

– No me molesta eso... Me preocupa el tema de tu hijo, Julian. ¿Cuando es la próxima sentencia?

– Bueno, en teoría no hay próxima aún. Es algo que aún debo hablar con mi abogado...

– ¿Y por qué no estás yendo ahora mismo con el? – preguntó por primera vez sonando algo molesta. John alzó las cejas algo sorprendido.

– Porque estoy tomando un café contigo, y porque esas cosas llevan tiempo... Tampoco es como si no me importara, ¿Sabes?

– Lo siento... No quise ser grosera ni metida. Pero es tu hijo...

John se quedó en silencio unos segundos, procesando todo lo que estaba ocurriendo. Genial, ahora ella creía que era un imbécil despreocupado por su hijo.

– No quiero que tengas esa imagen de mi. – contestó después de unos segundos. – Te conté la situación porque no voy a mentirte Skyler... Ya no soy esa persona, y eso también es verdad. Pero si tanto te preocupa, mañana mismo llamaré a mi abogado.

– No lo hagas por mi, hazlo por ti, John.

– Por supuesto que lo hago por mi. – le respondió incrédulo.

Un silencio se formó entre los dos, y siguieron merendando pensativos. Al finalizar, John pagó por ambos y salieron de aquel lugar. Aun reinaba el silencio y la situación estaba bastante tensa.

– Perdón por meterme en tus cosas... – Skyler rompió el silencio, escondiendo la mitad de su rostro en su bufanda de lana.

– No, está bien. ¿Sabes que me demuestra ésto? Que eres una gran persona, Skyler. – la miró sonriente.

Skyler esbozó una sonrisa de lado, y John no evitó rodear sus hombros para abrazarla de lado mientras caminaban en las frías calles de Londres.

✧✧✧✧

– Buenas noticias. – exclamó John cuando Skyler llegó a su casa, en su rutina de trabajo.

– ¿Qué ocurre?

– Mi abogado Martin ya me consiguió fecha para la próxima sentencia, ahora solo queda armar el caso y podré luchar por la tenencia compartida de Julian.

Comentó sonriendo ampliamente. Skyler no podía creerlo, estaba sorprendida. ¿Habia hecho ésto por él, o porque ella se lo había mencionado? De una manera u otra, estaba haciendo lo correcto y eso era lo que bastaba.

– ¡Hey, son increíbles noticias!

Ambos se abrazaron felices en un pequeño festejo, y luego se separaron mirándose sonriente.

– ¿Has almorzado? – preguntó John, con ese tono de voz entusiasmado.

– Si, comí algo rápido. Son las tres de la tarde... – le recordó riendo.

– Es que no tengo horarios. – rió John. – ¿Al menos te gustaría ayudarme a cocinar, pero sin comer? – propuso juntando sus manos y haciendo pucheros, acto que hizo soltar una carcajada a Skyler.

– Por supuesto que sí. ¿Cuál será el menú de hoy?

– Pescado y papas fritas, porque es mi favorito.

– Creí que era el curry. – rió la morocha.

– Bueno, ese también.

Skyler rió nuevamente negando con la cabeza, y ambos se dirigieron a la cocina dispuestos a cocinar antes de empezar un nuevo día de trabajo.

You're The One | John LennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora