_Te entiendo.... Amas a esa mujer como si fuese tu madre, o casi igual que a tu madre.... Te duele saber que algo le puede pasar y que tú no puedes evitarlo.... Pero créeme cuando te digo que a ella también le duele verte en peligro, petrificada, golpeada, hechizada.... Herida- Draco la giro en sus brazos para pegarla más a su cuerpo mientras una de sus manos iba hacia su mejilla y la sujetaba también de la nuca acariciando su revuelto cabello- Como crees que estaba ella cuando te vio petrificada o cuando te vio inconsciente tras pelear en el ministerio- Ella hizo una mueca y se abrazó a él entendiendo su punto.

Lo sujeto de su espalda dejando su cabeza en el pecho, inconscientemente elevo su rostro para encontrarse con el inicio de su cuello, donde desprendía mayor aroma mentolado que la hacía nublar su juicio.

El rubio se estremeció al sentirla moverse sobre la base de su cuello, pero esta vez fue el quien la acerco por la cadera mientras una de sus manos bajaba hasta sus glúteos, provocando un respingo en ella que se recuperó para besar su cuello.

Draco gruño mientras la levantaba incentivándola a enredar sus piernas en las caderas, pegándola contra la pared y tomando sus manos para elevarlas por encima de su cabeza, balanceando un poco sus caderas sonrió al escucharla gemir en su cuello cuando ella insistía en besarlo y morderlo para luego pasar su lengua de una forma tan sensual que lo estaba matando.

Hermione no aguanto mucho más y busco su boca, esos labios que la enloquecían a tal punto de hacerla perder la cordura. Volvió a gemir, pero ahora en la boca del rubio cuando noto que su blusa estaba completamente abierta y como su sostén estaba flojo, no sabía en qué momento él había sacado el broche, pero esos dedos apretando sus pezones la hicieron arquear su espalda. Casi arrancando la camisa del rubio para poder sentirse piel con piel y ambos gimieron aún más fuerte el sentir el calor del otro, dejando el beso para mirarse sin vergüenza alguna y acariciarse mientras volvían a besarse con más fuerza.

Apenas pudo separarse un poco cuando sintió sus pequeñas manos abrir su pantalón, y pese a que era algo que deseaba, tenía que parar en ese instante o podrían hacer una locura.

_No tienes que hacerlo Hermione.... Podemos seguir jugando un rato más- Draco sonaba con su voz muy ronca, pero seguía frotando su miembro en ella que gemía y seguía sus ondulaciones.

_Lo se.... Draco...yo.... Yo.... Soy...- Él la silencio de un beso mientras insistía en sus movimientos logrando gemidos más fuertes.

_No tenemos que hacerlo ahora.... Puede ser especial más adelante.... Podemos jugar asi si...- El estruendo de la puerta abriendo bruscamente los asusto a ambos que por un momento creyeron que los habían descubierto.

Lo que vieron los dejo atónitos. Una pareja entraba entre tropezones, quintado sus ropas, gimiendo y acariciándose como si quisieran arrancarse la piel que ya tenían expuesta. Se quedaron quietos, apenas se miraron de reojo antes de darse un beso y girar para mirar a esos dos que se los escuchaba muy apasionados, apretaban sus labios para no ponerse en evidencia de que estaban ahí y que estaban presenciando la escena más erótica que jamás habían creado posible.

Abrieron los ojos aún más y se dieron una rápida mirada, escucharon un gemido fuerte y Hermione tuvo que taparse la boca para no imitar la acción cuando se dio cuenta que ambos habían movido sus caderas involuntariamente.

Dentro de esa aula una mujer empujaba a su esposo contra el escritorio mientras le arrancaba la camisa, lo besaba por todo su torso mientras desabrochaba su cinturón y pantalón para bajarlo junto a la ropa interior de él que gimió al verla sentarse en la silla frente a él.

_Que maestra tan traviesa...- Respiro entre dientes cuando la lengua de ésta lo recorrido por completo mientras sus manos subían y bajaban en su miembro.

Maestra leonaWhere stories live. Discover now