15.

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¿Qué hacía ella ahí?..

La respuesta era tan sencilla. Tan simple. Tan dulce de pronunciar.

Simplemente su vida se haría agría y salada al pronunciar aquellas palabras; las palabras que quizás nunca saldrían de su boca. Nunca admitiría.

Ella jamás diría en voz alta las palabras que posiblemente arruinarían su vida, de alguna forma lo deseaba más que un niño mirando dulces, más que un pez desea el agua para sobrevivir. 

-Amor, te puedo escuchar. - susurró Seamus del otro lado. 

Ella dejó de caminar, no quería que supiera que ella estaba despierta. Solo se deslizó por la madera de la puerta y colocó sus manos en el mismo material color café. Sus rodillas desnudas tocaron el suelo, por su vestimenta de solo una sencilla camisa larga para dormir; un escalofrío recorrió su espina dorsal, al sentir como el material frío y duro del piso tocaba su suave piel, manchada de hematomas purpura; apretó sus labios un poco, soportando el dolor, de la suave piel sensible y lastimada presionada contra el material frío, duro y rasposo para su piel desnuda. 

Su cara estaba tan cerca de la madera de su puerta, como si fuera aquella barrera de un monstruo que de alguna forma la mantenía a salvo. 

A salvo de su demonio, al que ella estaba esclavizada. Del que ella podría sentir que jamás iba a escapar.

Al sentir la incomodidad en sus rodillas y sus piernas ser insoportable de alguna forma, ella las movió de forma lenta, sin hacer mucho ruido. Se quedo sentada, recargando su espalda en la madera de la puerta, atrayendo sus piernas a su pecho, solo para sentir un poco de protección, un poco de amor para ella misma.

Su cabeza se presionó un poco más contra la madera de la puerta y atrapó sus labios entre sus dientes, queriendo evitar soltar un suspiro demasiado ruidoso para que él la escuchara. 

Es que apenas y podía respirar de forma correcta con él del otro lado de la puerta. 

De sus ojos inocentes y lastimados, aquellos que ella sentía manchados por la cantidad incontable de muertes que ellos vieron pasar; que ellos se encargaron de fotografiar de forma cuidadosa y meticulosa, solo para que su mente la atormentara cuando cerrara los ojos.

Regalando recuerdos traumatizantes y pesadillas dolorosas. 

Pesadillas. 

Ginny se estaba moviéndose en su cama, mientras murmuraba pequeños no, no;  pero a pesar de que Larissa quiso correr a ayudarla y abrazarla, para lograr calmarla, no podía. Ginny les había prohibido hacerlo, la pelirroja deseaba superar sus miedos por ella misma, a pesar de que Larissa no creyera que esa fuera una forma de superación, que tuviera efectividad, sino que fuera algún método de tortura a uno mismo. No lo hizo. No la despertó. Debía respetar lo que Ginny deseara, aún si la lastimaba de alguna forma y su propio enemigo fuera ella misma, haciendo que ella viera sus pesadillas de inicio a fin.  

Ginny estaba a punto de despertar y ella estaba a punto de caer dormida en el medio de la puerta de su habitación compartida.

Larissa cerró los ojos, queriendo ignorar lo que él decía, pero aún así lo lograba escuchar. -Dime que me amas... por favor. - sollozó. -Te extraño.. solo dilo.

Le estaba doliendo el pecho de escucharlo del otro lado de la puerta; ella no se sentía capaz de decir aquellas dos palabras. No esta vez.

Apretó los ojos, no lo quería escuchar más; cuando cerró sus ojos y los apretó con fuerza, intentando calmar sus nervios, ahora lo podía ver perfectamente, podía ver sus rasgos, su cuerpo se relajó cuando lo pudo ver de aquella forma, sus brazos no ejercían la misma fuerza al momento de presionar sus piernas contra su pecho, estaba un poco más serena, de alguna forma, no sabía si era la forma en que se sentía mientras lo veía sonreír una vez más o quizás sus ojos grises mirando en su dirección. Solo sabía que sentía que flotaba.

Sus labios curvándose en una pequeña sonrisa, sus cejas arriba cuando la cuestionaba, como sabía el movimiento exacto para lograr un punto perfecto... pero lo que era más increíble, como lograba el punto exacto para hacerla revolverse el estomago. No de aquellas formas, no revolturas dolorosas, donde solo estaba llena de preocupación, sino aquellas revolturas donde podía sentir hormigueos placenteros y mariposas revolotear en su estomago; haciendo su respiración de algo inestable, ella sonrió de forma inconsciente  

-Dime ¿A quién amas, Larissa Smirnov? - la suave voz de la rubia Lovegood hizo eco en su cabeza.

Aunque era tan poco fácil de explicar, Larissa no sentía miedo de escucharla, no se sentía con más miedo mientras escuchaba y sentía el suave olor de Luna. -¿A quién le ha de pertenecer ese pequeño corazón? ¿Quién es la persona habitante en tu inocente cabeza? ¿Quién te hace sentir de esta forma y no soy yo? - escuchaba la suavidad de la voz. 

Todo parecía una especie de acertijo, uno como aquellos donde tienes la respuesta en la punta de la lengua. 

Pero Larissa lo quería decir. -A él. Le pertenece a él. - murmuró sin poder contestar concretamente. 

-¿A quién le pertenecerá ese amor sincero que perdurará? - susurró la rubia Luna. 

-A él. A él. A él. Solo a él. - dijo ella con más seguridad en su voz. 

Larissa mantenía sus ojos cerrados, sin apenas sentir su cuerpo, mientras escuchaba, sentía y olía la presencia de Luna en su habitación, Olvidando por completo que había un demonio detrás de su puerta. 

Pero Larissa no sabía si él era su peor demonio, por todo lo que le provocaba sentir... o si era ella misma, por dejarlo hacerla sentir de formas tortuosas cuan odio conservaba en su terrible, podrido y pecaminoso corazón. 

-No lo pienses. No lo hagas más. - la voz de Luna le hizo eco una vez más. -Dime su nombre y verás. Dime quién es, quién es aquel... digno de tu amor, tu corazón y tu fervor... ¿A quién le has de entregar tu devoción? ¿Quién será algo más que solo tu poseedor? - preguntaba con paciencia la chica que la estaba acompañando. 

Larissa abrió su boca, pero se sentía seca esta vez, chupó sus labios, pasando su lengua por ellos, sintiendo un poco más de capacidad para hablar y entonces, justo cuando ella estaba a punto de hacerlo... -Él, lo quiero a él... quiero a-

Un golpe la hizo abrir los ojos.

Estaba soñando.

DRACO'S SECRETS ✧ draco malfoy [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora