Capítulo VIII - Más de una verdad

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Gontaro: Es una historia triste, triste y preocupante la que me cuentan (Se levantó y trajo un baúl, lo puso sobre sus piernas y lo abrió) ¿saben? Ya que me contaron su historia, creo que sería justo que les cuente la mía

Meggy: Sí, por favor, señor Gontaro

Erune: Me gusta conocer las historias de las personas

Hablando de eso, yo no sabía mucho de Erune, más allá de que era la agente 4 y lo que habíamos discutido antes de la misión, ella se veía algo tímida, pero relajada y con una energía muy bonita, pero a veces me daba la sensación de que era muy sumisa, como que todo lo que le pasa ella se lo traga y eso no es bueno, porque le pasan muchas cosas malas, yo la he observado en Cromópolis, y mucha gente como que la rechaza, como que se alejan de ella, y no entiendo por qué, si ella es muy agradable e intrépida, pero creo que sí le falta algo de la templanza y la rebeldía que tiene Meggy, en cuanto a Bridgette, apenas y la conozco, y las historias que me ha contado sobre su procedencia son muy tristes, no sé cómo vive y sonríe con ese peso sobre su espalda, creo que es un buen momento para apreciar más a las agentes y reconocer no sólo su servicio, sino su cariño, soy una persona muy difícil de llevar, y creo que he sido cruel con ellas, espero poder regresarles la gratitud un día, y ojalá sea pronto.

Gontaro se retiró un gorro que tenía y nos dejó ver unas largas y firmes orejas, no habíamos visto nada como eso nunca, quedamos atónitas

Gontaro: Como podrán ver, soy un ser que no tiene igual en este mundo, llegué aquí por accidente proveniente de un lugar muy lejano, fuera de este plano dimensional

Meggy: ¿El qué?

Gontaro: Verán, en este universo existen líneas temporales paralelas que transcurren al mismo tiempo, en cada una de ellas diversos eventos ocurrieron y definieron lo que pasa a cada momento, en su caso, los animales marinos tomaron el control luego de que la humanidad se destruyó a sí misma, del lugar de donde yo provengo, fuimos los mamíferos de ordenes inferiores los que logramos evolucionar hasta el punto de controlar la tierra después de que la humanidad desapareció, en su caso hubo una horrible guerra territorial entre calamares y pulpos, en nuestro caso la guerra ocurrió entre conejos, liebres y ratas, fue una batalla cruel y descarnada, donde murió la mayor parte de la población, pero, como ustedes, mi especie tiende a reproducirse rápidamente, así que pronto la tierra se repobló de conejos nuevamente

Bridgette: Es decir que tú eres un conejo ¿verdad?

Gontaro: Así es, pequeña amiga, soy lo que otrora llamaban un mamífero, como el simpático gato que hay cerca del vestíbulo, si llegase a ver mis orejas posiblemente su instinto sería atacarme, ese fue el orden natural de las cosas por siglos en la antigua tierra, pero ahora el control es nuestro, o bueno, de quienes se quedaron allí

Yo: ¿y cómo llegaste hasta aquí?

Gontaro: A eso voy (comenzó a ojear dentro de su baúl) ¿vieron esos agujeros que hay afuera en el suelo? Son más profundos de lo que ustedes piensan, la humanidad los llamaba agujeros de conejo, en referencia a las madrigueras que hacíamos bajo tierra hace muchos siglos, eran largas y parecían no tener fin, así mismo son esos agujeros, pero no conducen a lugares dentro de este mismo mundo, al parecer hay algo extraño en este justo lugar, y aquí confluyen caminos de muchas líneas de tiempo paralelas, como la mía, puede haber una donde los hongos hayan colonizado la tierra y hoy sean criaturas inteligentes, o donde hayan sido los osos, o los gatos, o incluso una donde la humanidad no desapareció y aún siguen controlando la tierra, de cualquier forma, en mis años viviendo aquí he visto muchas cosas y seres salir de esos agujeros, yo mismo llegué aquí por uno de ellos, el problema es que no recuerdo cuál fue, y por eso no pude regresar a mi hogar

Erune: ¿y cómo fue que llegaste?

Gontaro: Nuestra naturaleza, a pesar de ser inteligente, es de carácter juguetona y curiosa, un día me encontraba de viaje con unos amigos, jugábamos a saltar y explorar en las madrigueras en un bosque muy antiguo, de repente salté en el lugar equivocado, caí en un agujero y bueno, cuando desperté estaba en medio de este desierto, rodeado de todos esos otros agujeros, fue muy difícil para mí sobrevivir los primeros días, los lugareños se aterraban al verme, hasta intentaron cazarme, no entendía su idioma, así que tuve que seguir a un grupo de inklings por el desierto, me cubrí con unas telas para ocultar mi apariencia, por años estuve vagando por Cromópolis y otras ciudades aprendiendo el idioma, vendiendo cosas, trabajando como limpiador, y finalmente logré reunir dinero para construir esta casa, y bueno, como han podido ver, me dedico a comerciar con mercancía que la gente de aquí necesita

Yo: es una historia muy rara, pero no entiendo, ¿por qué vives justo aquí? Podrías al menos vivir más cerca de la estación del tren ¿No?

Gontaro: Digamos que nunca perdí la esperanza de regresar a casa, estando aquí puedo ver cosas muy extrañas, criaturas y cosas salir de esos agujeros, lastimosamente casi todo lo que sale de allí no llega con vida, he enviado algunos paquetes con cartas y cosas esperando respuesta, o que un día de golpe alguien de mi línea temporal salga por alguno de esos agujeros, si así fuera ya sabría como regresar, pero tras tantos años aquí la verdad me sería difícil irme, este es mi hogar ahora ¡Ah! Por cierto, en este cofre guardo las cosas que salen de esos agujeros, o las cosas que a veces dejan desperdigadas las personas que caen por accidente en ellos (Sacó un gorrito magenta con una pequeña estrella amarilla, estaba algo maltrecho, pero pudimos reconocerlo de inmediato) Tal vez esto les sea de utilidad

Todas: ¡El gorro de Callie!

Yo: Pero... entonces, eso significa que... que Callie pudo haber caído en uno de esos agujeros... tal vez esté atrapada en el fondo, o peor aún, haya salido en algún lugar extraño

Gontaro: Bueno, creo que han captado mi idea, les sugiero que se tomen un tiempo para descansar, y mañana en la mañana podríamos empezar a buscar dentro de los agujeros, con ayuda de mis equipos de escalar podríamos tener más pistas sobre su amiga

Yo: Muchas gracias, señor Gontaro, de verdad que has revivido mis esperanzas de volver a ver a mi prima con vida (le acaricié las orejas)

Gontaro: Oye, calma (comenzó a patear el suelo con su pie izquierdo) de donde vengo esa es una propuesta algo indecorosa

Yo: ¿Ah sí? (miré a Gontaro con algo de pretensión) bueno, agentes, vayan a dormir, yo debo discutir un asunto con el señor Gontaro

Meggy: ¿tú no vas a dormir?

Yo: al rato voy, háganme caso

Erune: Cielos, Marie...

Yo: Bien ¿dónde me quedé?

Gontaro: Por favor, señorita Marie... ¿señorita Marie? Se quedó dormida

Lejos de CasaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant